Cuando el 26 de junio fueron detenidos en Aguascalientes los asesinos del Comandante del Grupo contra Homicidios de la Policía Ministerial del Estado de Baja California Sur en Los Cabos, Martín Márquez Ruiz, se había levantado y secuestrado a Luis Alfonso Gamboa Valenzuela “El Pica”, con la orden de ejecutarlo por pertenecer a una organización delictiva antagónica del cártel de “La Oficina”. Los peligrosos sicarios, de nombre Jesús Manuel Reyes Flores “El Negro” o “El Moreno”, y Jaime Alberto Alvarado Moreno “El Jimmy”, tenían a su víctima en el interior de una casa de seguridad, localizada en Calle Cultura Otomí del fraccionamiento Mirador de las Cultas, de la ciudad de Aguascalientes. El plagiado había sido levantado la mañana de ese día, a bordo de una camioneta verde tipo Expedition, marca Ford, la cual era buscada afanosamente por la Policía Ministerial de aquella entidad. No obstante, hasta la tarde, los agentes observaron una unidad automotriz con esas características y decidieron marcarle el alto, pero el conductor los amagó con una pistola y huyó hasta introducirse rápidamente en un inmueble. Los oficiales habían perseguido el vehículo hasta que se ocultó en una vivienda, donde para entonces llegó un fuerte operativo. En el patio de la casa se detuvo a “El Jimmy”, y en el interior estaba “El Negro” o “El Moreno”, quien torturaba e interrogaba en ese momento al secuestrado, que estaba sentado en un sillón con las manos y pies atados, y los ojos vendados. Uno de los dos detenidos -“El Jimmy”- portaba una cangurera con una pistola calibre .380 de la marca Taurus, dos cargadores abastecidos, uno con 12 cartuchos .380 y otro con 13 tiros calibre 9 milímetros. Los agentes de la Procuraduría General de Justicia de aquel estado rescataron entonces a la persona y pusieron a disposición del Agente del Ministerio Público del Fueron Común a los sicarios, de 28 y 30 años, originarios de Saltillo, Coahuila y Hermosillo, Sonora. En el operativo también se detuvo al propietario del inmueble utilizado como casa de seguridad, de nombre José Guadalupe Martínez Ortiz “El Pepe” y a la pareja sentimental de “El Jimmy”, Gloria Elizabeth López Barrera, encargada de preparar los alimentos y lavar la roba de los delincuentes. Ya detenidos, según versión del Procurador de Aguascalientes, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, los sicarios de “La Oficina” terminaron por confesar seis crímenes, tres de los cuales perpetraron entre 2011 y 2012 en Los Cabos: 1. El asesinato de Martín Márquez Ruíz, Comandante del Grupo contra Homicidios de la Policía Ministerial del Estado de Baja California Sur en Los Cabos, ocurrido el 25 de octubre de 2011 en un terreno ubicado como El Aguajillo, en Colonia Lomas del Sol de Cabo San Lucas. 2. El homicidio de Enrique Gervasio Martínez, Teniente de Corbeta de la Secretaría de Marina, acontecido el 28 de octubre de 2011 en Fraccionamiento Las Brisas de Cabo San Lucas. 3. La ejecución de José Luis Oceguera “El Chilango”, integrante de la organización delictiva de Javier López Rivera o Javier Acosta López “El Javy” o “El Javier”, el 24 de enero de 2012 en un paraje de la colonia El Zacatal de San José del Cabo. Las confesiones En sus primeras declaraciones, Jaime Alberto Alvarado Moreno “El Jimmy” y Jesús Manuel Reyes Flores “El Negro” o “El Moreno”, confesaron ser integrantes del Cártel de “La Oficina”, de reciente creación y con centros de operaciones en Aguascalientes, Querétaro y Los Cabos, en alianza con el Cártel de los Hermanos Beltrán Leyva, cuyo principal contacto es Fausto Isidro Meza Flores, “El Chapo Isidro”. De acuerdo con “El Jimmy”, su ingreso a la delincuencia organizada se dio tras haber causado baja como cabo de Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Especiales (GAFES), perteneciente al Ejército Mexicano y en el cual se desempeñó en los estados de Oaxaca, Sonora, Coahuila y Baja California Sur. Los dos delincuentes relataron que su principal actividad era distribuir drogas y ejecutar a sus adversarios. Cuando sus captores les preguntaron desde cuándo estaban en Aguascalientes, no recordaron la fecha precisa, “pero fue después de haber asesinado a ‘El Chilango’, en enero del 2012, cuando disputaban el control de la plaza de Cabo San Lucas y San José del Cabo con ‘El Javier’ y ‘El Paisa’, después de que los últimos asesinaran a Eleazar García Gómez ‘El Belén’”. Los matones confesaron que eran relativamente nuevos en el negocio del crimen organizado, pues su primer trabajo fue el 29 de abril de 2011 en Querétaro, cuando levantaron, secuestraron y ejecutaron a dos comerciantes en la comunidad de Santa Rosa, Jáuregui. Entonces regresaron a Aguascalientes, y en octubre de 2011 fueron enviados a Los Cabos, Baja California Sur, bajo la orden de “dar piso” al Comandante del Grupo de Homicidios de la Policía Ministerial del Estado, Martín Márquez Ruíz, levantado cuando salía de su domicilio particular y posteriormente ejecutado en el fraccionamiento Lomas del Sol de Cabo San Lucas. Una vez perpetrado el crimen del jefe policiaco, los malhechores decidieron esconderse durante tres días en una casa de seguridad de la colonia Brisas del Pacífico de Cabo San Lucas, mientras “se enfriaba” el asunto. Sin embargo, fueron descubiertos por agentes de la Policía Ministerial del Estado y pretendieron detenerlos, por lo que se desató una balacera de más de cuatro horas, cayendo abatidos a tiros el Teniente de Corbeta de la Secretaría de Marina, Enrique Gervasio Martínez y un pistolero identificado como Héctor Javier Arredondo Díaz “El Mazo”. Tres agentes de la Policía Ministerial del Estado resultaron heridos en el mismo incidente. Los criminales dijeron a sus captores que de esa balacera pudieron escabullirse, porque, ya malherido, “El Mazo” les cubrió la espalda para que escaparan por la parte de atrás de la vivienda, aprovechando que habían cortado el sistema eléctrico en el alumbrado público y que los policías ya no tenían balas. De ahí –relató “El Jimmy”- “huimos y nos escondimos en otra casa de seguridad, hasta que se calmaron las cosas, entonces fuimos a San José del Cabo y después de estar operando durante cuatro meses en la zona, recibimos la orden de matar a ‘El Chilango’ y colocar una advertencia a ‘El Javier’ y ‘El Paisa’, que actualmente controlan la plaza en Los Cabos”. Respecto al levantón y crimen de José Luis Oceguera “El Chilango”, los delincuentes confesaron que también participaron “El Coreano”, “El Chinola” y “El Barbas”, quienes no han sido capturados, salvo otros participantes identificados como Martín Guadalupe Ceseña Ceceña “El Martincillo”; José Antonio López o Joseph Antony López “El Tony” o “El Gringo”; así como Ángel Rivero López “El Tigre” o “El Chino”. Este último se perfilaba como el jefe de plaza del Cártel “La Oficina” en Los Cabos.