El 11 de julio, y pese a la negativa ya anunciada por los legisladores mexicanos, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa firmó el ACTA en Japón, sumándose así a la lista de países (Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda y Singapur) que respaldan la iniciativa del Ejecutivo norteamericano, Barack Obama, para controlar el flujo de información por Internet. El miércoles 25, la Comisión Permanente mexicana rechazó el Acuerdo Multilateral Comercial contra la Falsificación (ACTA), mismo que consideró como “una restricción” a la libertad de expresión, y que con esta legislación se corre el riesgo de censura en la red. Para que ACTA pudiera aplicarse se requería la ratificación del Senado. Ahora, éste será un pleito más que enfrentará Calderón ya en la recta final de su accidentado sexenio.