Dentro de las actividades militares y de inteligencia para el combate al crimen organizado y la lucha antidroga, en La Paz, existe un equipo de gran importancia para la institución: el escuadrón canino. Cuenta con 12 ejemplares, la gran mayoría de los perros son pastores belgas, ya que se consideran nobles, inteligentes y obedientes. El escuadrón está conformado por perros adiestrados en categorías como búsqueda de drogas, explosivos y rescate e inmovilización por ataque. Reconocen olores de billetes, explosivos y diversas condiciones de cadáveres y estupefacientes. Desde que son cachorros se les coloca un microchip y son marcados en la oreja, ésa es su clave en la milicia, tienen un promedio de vida útil de hasta 6 años, después se les retira, quedando como fieles mascotas. El entrenador de escuadrón, Cabo de infantería Miguel Ángel Martínez, asegura que las jornadas laborales del perro no son iguales que las de los humanos. “El perro trabaja de 20 minutos y se descansa 1 hora, ése es el ejercicio que se le hace, también se le puede dar una hora o descansan 6, ésa es la secuencia que lleva el ejercicio del trabajo para los perros”, dijo el entrenador El método de entrenamiento no es complejo, los perros son adiestrados desde cachorros, a través del juego, con objetos y juguetes impregnados de olores, evitando usar sustancias en los animales, a fin de no generar adicción. Baja California Sur se encuentra en la ruta del trasiego de drogas hacia los Estados Unidos, por lo que los perros son pieza clave en la guerra contra el narcotráfico. El escuadrón canino es desplegado en los filtros y retenes carreteros, en el puerto comercial marítimo de Pichilingue, aeropuerto Internacional de La Paz, el aeropuerto de San José del Cabo y la aeropista de Cabo San Lucas.