En 2007 a punto estuvo de ganar la elección de Presidente Municipal de Tijuana, de no ser porque semanas antes del día de la votación el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado le retiró la candidatura. Sucedió que el doctor Jorge Astiazarán Orcí, abanderado del PRI que era para esa alcaldía, no había cumplido –por meses– con el requisito del artículo 80 de la constitución local, que determina que los candidatos al gobierno municipal deben tener por lo menos 10 años con la certificación de la nacionalidad mexicana en caso de haber nacido en otro país; en julio de aquel año el doctor Astiazarán se quedó sin la nominación y en su lugar fue designado el hasta entonces conductor de Televisa, Fernando del Monte, quien por poco más de seis mil votos perdió ante Jorge Ramos Hernández. Pero el doctor Astiazarán no había hecho una mala campaña –aparte de las desventajas que le trajo la fórmula con Jorge Hank, quien fue derrotado en su aspiración por el Gobierno Estatal–, el suyo fue un proselitismo limpio. Ciudadano, médico y filántropo antes que político, el ex presidente del patronato de la Cruz Roja logró avanzar en su ruta electoral, por eso ahora que se acerca la elección de 2013 que en Baja California renovará alcaldías, congreso y estado, desde el ámbito ciudadano y de los grupos organizados ya le salieron a Jorge Astiazarán promotores para la candidatura. La cuestión es que hay políticos dentro del PRI que creen que merecen la candidatura a la alcaldía de Tijuana, y son precisamente quienes podrían bloquear al doctor que a punto estuvo ya, de ser presidente municipal. A ver si los hechos le ganan a las designaciones en el PRI.