El pandillero del Barrio Logan de San Diego, Marcos Arturo Quiñónes Sánchez “El Pato”, matarife del Cártel Arellano Félix, podría ser excarcelado este mismo año, luego de que el Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito con residencia en Toluca, Estado de México, modificó su sentencia al resolver un recurso de apelación. El Tribunal federal confirmó la absolución del criminal -hecha en 2013 por el Juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales del Estado de México- por los delitos de homicidio en grado de tentativa en agravio del periodista J. Jesús Blancornelas y homicidio calificado en perjuicio de Luis Valero Elizalde. También se ratificó la exoneración del sentenciado de haber privado de la vida a su cómplice y jefe en el atentado, David Barrón Corona “El C.H.”, por el que enfrentaba el cargo de homicidio simple intencional, a título de coautor. En cambio, la condena inicial impuesta al “Pato” por delincuencia organizada fue modificada de 12 años nueve meses de prisión, a 11 años 10 meses y 15 días de cárcel. Además, se redujo la multa original de 204 mil 107 pesos 40 centavos, a la cantidad de 77 mil 740 pesos 65 centavos. De acuerdo con el fallo dictado en segunda instancia, por apelación interpuesta por el sentenciado y en contraparte, por los deudos del director fundador de ZETA, la penalidad impuesta al delincuente inicia su cómputo a partir del 19 de enero de 2004, por lo que la misma quedaría compurgada en su totalidad a principios de diciembre próximo. La apelación era la última esperanza de que en el caso de Marcos Arturo Quiñónes Sánchez no quedara impune el cobarde atentado armado que el periodista y su escolta sufrieron la mañana del 27 de noviembre de 1997 en calles de Tijuana, pues era el único procesado por ello. El nuevo fallo confirmó la impunidad que impera en los atentados en contra de los comunicadores en México, y en el caso de Blancornelas y Valero, sus crímenes siguen sin ser resueltos. Incluso varios implicados, entre ellos los hermanos Arellano Félix, como autores intelectuales, no son enjuiciados por el hecho. Marcos Quiñónes Sánchez, que también utiliza los nombres de Marco Antonio Quiñónes o José Antonio Torres Mendoza, ya fue notificado del veredicto en el Centro Federal de Readaptación Social Número 8 “Norponiente” en Guasave, Sinaloa, adonde fue trasladado hace unos meses, procedente del CEFERESO 1 de Almoloya de Juárez. “El Pato” era uno de los aproximadamente diez pistoleros que participaron en la balacera de aquella mañana cuando Jesús Blancornelas se dirigía de su casa a las oficinas del Semanario, a bordo de una camioneta manejada por Luis Valero. De pronto, en el cruce de las calles Chula Vista y San Francisco, dos comandos emboscaron la unidad del periodista. Valero Elizalde resguardó a su jefe en el piso del vehículo, pero no escapó de los proyectiles que le impactaron en su cuerpo. Herido de muerte, Luis metió reversa tratando de escapar, pero su vida terminó. Lesionado con cuatro balazos, Blancornelas quedó en el piso de su camioneta Ford Explorer. El jefe de sicarios del CAF, David Barrón Corona “El C.H.”, iba por él para rematarlo. Cuando el asesino se acercaba al automotor, algunos de sus pistoleros seguían disparando. Una esquirla de un proyectil rebotado se incrustó en el ojo de Barrón, quien desangrado, falleció en segundos. Entre los asesinos que huyeron fue identificado “El Pato”. Jesús Blancornelas -que sobrevivió- pudo reconocerlo. Incluso otros sicarios fueron observados por su víctima e identificados en la averiguación previa: el gatillero favorito de los hermanos Arellano Félix, Fabián Martínez “El Tiburón”, y los pandilleros de Logan Heights, Michael Anthony Harvee “El Pee Wee”, Isaac Guevara Hernández “El Zigzag”, Alfredo Araujo Ávila “El Popeye”, Antonio Peña Huerta y/o Adelaido Reyes “El Lalo” y José Alberto Márquez Esqueda “El Bat”. Quiñónes fue detenido el 24 de abril de 2003 en Tijuana. Meses después fue aprehendido José Alberto Esqueda “El Bat”, quien en marzo de 2007, fue extraditado junto con una veintena de sicarios y capos a los Estados Unidos de América. Años después se capturó a Alfredo Araujo “El Popeye”. De todos, solo “El Pato” era procesado por el caso Blancornelas. La impunidad se impuso nuevamente.