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viernes, octubre 11, 2024
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El montaje de SEDECO

El secretario de Desarrollo Económico, Carlo Bonfante Olache, y el subsecretario Alfredo Babún, acudieron a las oficinas de ZETA el jueves 20 de agosto, acompañados de quienes se presentaron como representantes de las empresas fantasma identificadas en la edición 2159 de este Semanario, como beneficiarías de fondos de CONACYT. Todos dijeron ser de recién ingreso, desconocer los pormenores de los apoyos recibidos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y hasta a los directivos de sus instituciones. Aunque acudieron por invitación de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) o por iniciativa propia, ninguno presentó documentos, fichas técnicas ni fotografías de los proyectos. Tras el reportaje “Gobierno reparte millones a funcionario y empresas falsas”, en menos de una semana, Ultrakut, MegaInnovador y Simple Complexity modificaron sus sitios de internet -nuevamente con similitudes y coincidencias-, así como los domicilios y formas de contacto que aparecen en la red. El antes y después de la empresa digital     Para el secretario Bonfante, continúa sin ser un conflicto de intereses que una empresa fundada por él y cuya socia-esposa, reciba recursos gestionados a través de su dependencia. El subsecretario Alfredo Babún defendió su postura con el amparo de “si el secretario no participaba en las reuniones, no había conflicto de intereses”. Sin embargo, Bonfante reconoció que al ver a Industrias Zahori en el listado de empresas registradas en la convocatoria 2015 del Programa de Estímulos a la Innovación, se comunicó con el departamento jurídico de CONACYT para preguntar si existía un conflicto de intereses, si participaba una empresa propiedad de la familia del titular de la SEDECO, donde aseguró, le respondieron que mientras no fuera funcionario federal no había problema. Luego, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico no contestó a los cuestionamientos sobre la asignación de recursos a Industrias Zahori. Para ello, Babún amplió su respuesta: “Si no toman decisión en el otorgamiento de recursos, funcionarios municipales y estatales pueden participar en convocatorias federales”, remató.    Secretaría dicta reglas de asignación de recursos   Si bien, el titular de la SEDECO no participó en las reuniones del comité local que avaló la participación de Industrias Zahori, empresa fundada por él y propiedad de su esposa Eva María Gallego, en el concurso por fondos federales, la dependencia que encabeza sí contó con un representante en las sesiones donde se dio aval a esta compañía. A la Secretaría, indicó Alfredo Babún, subsecretario de Desarrollo Económico y director del Consejo Estatal de Ciencia e Innovación Tecnológica (COCYT), le corresponde “dictar las reglas bajo las cuales se debe dar prioridad a la asignación de recursos destinados por el CONACYT a las empresas de Baja California… somos gestores de recursos a nivel federal”. El primer requisito es que sea una empresa radicada dentro de Baja California, que sea una pequeña y mediana empresa (que no es el caso de Industrias Zahori) y se da prioridad a los proyectos de menor a mayor cuantía, explicó el director de COCYT. Respecto al motivo de que la empresa propiedad de su esposa se registró por primera ocasión ante CONACYT para obtener fondos federales, hasta que él llegó al cargo de secretario, Bonfante Olache respondió: “Industrias Zahori ha recibido estos apoyos anteriormente”. Sin embargo, fue corregido por su subsecretario, quien explicó que esta compañía se registró en 2014 “porque en ese momento tuvo que realizar un proyecto de innovación”. La firma fundada por el secretario de Desarrollo Económico es una de las más de 154 empresas inscritas actualmente ante el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (RENIECYT) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Para un proyecto que ambos funcionarios dijeron desconocer, Industrias Zahori recibió 5 millones 605 mil 371 pesos.   Laboratorios de desarrollo nuclear, realidad aumentada y 3D…  en una tableta   Ultrakut:De laboratorio a comercializadora a fábrica de muebles   Ultrakut ha recibido más de 22 millones de pesos en fondos federales desde que fue constituida como una comercializadora en San Pedro Garza García, Nuevo León, el 25 de octubre de 2012. Aunque Gilberto García, quien se presentó como redactor de proyectos y quien “brinda apoyo a la empresa con los programas que necesitan para maquinado”, aseguró que para registrarse ante CONACYT  “sí se batalla porque tiene que ser un proyecto innovador que se tenga que comercializar”, la compañía logró su registro justo un mes después de haber sido creada. De acuerdo con el ingeniero, en la casa de interés social que corresponde al domicilio mostrado en su página de internet, Calle Nolina número 502, Colonia Los Encinos en Ensenada, “empezó la empresa como comercializadora, pero se dejó y se rentó”. De hecho, desde el 20 de agosto de 2015, Ultrakut cambió su domicilio por uno en Tijuana: Calle 18 de Marzo número 665, Colonia Los Laureles, pero al comunicarse al número telefónico y acudir personalmente, la dirección corresponde a AG, una fábrica de muebles que exporta sus productos a Chula Vista, California. En la empresa propiedad de Raúl Gallegos Salazar y Juan Antonio Bocanegra Loredo, según el acta constitutiva enviada por correo electrónico a ZETA, Gilberto García afirma trabajar desde mediados de 2014. Resumió las actividades de la empresa en “hacemos servicios a la industria de maquinado y herramienta”. Con base en su ficha técnica, el proyecto 209754 de Ultrakut, uno de los tres aprobados por CONACYT en 2014, consiste en la “creación de un laboratorio para la reparación, mantenimiento y entrenamiento en sistemas electromecánicos de alta complejidad”. Al cuestionar al ingeniero García sobre la imagen que aparece en el sitio web de Ultrakut, que muestra un laboratorio médico con lámparas y más de seis pantallas, dijo “no lo he visto, somos una microempresa, son centros de maquinado, ese servicio nada más”. Esto a pesar de que la imagen del laboratorio aparece también en el reportaje de ZETA, el cual, declaró Gilberto García, “leí una vez”. Aseguró que el laboratorio desarrollado por Ultrakut se encuentra en una tableta, tampoco supo el monto exacto de los 5 millones 605 mil 371 pesos que recibió la empresa en la convocatoria 2015. Sus cálculos llegaron a los tres millones de pesos, de los cuales, además, se deducen los pagos a universidades vinculadas, los salarios de los trabajadores, los pagos de auditorías y gastos de operación. En entrevista, Alfredo Babún refirió acerca de esta compañía: “No la conocemos, Ultrakut es una empresa que aplicó a los recursos federales de CONACYT. No está en Baja California y por ello siempre ha sido un tema. Están vinculado con la Universidad de Montemorelos y de Antonio Navarro, no son universidades de Baja California”.   “Se le fue feo el avión” al plagiar satélite de Wikipedia Conacyt permite entrega de millones a empresa de Bonfante    Por la empresa Simple Complexity, se presentó Francisco Romero Aguilar. Se identificó como el “coordinador de proyectos”, entre ellos el que recibió un millón 783 mil 690 pesos de CONACYT. De acuerdo con la ficha técnica publicada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, a esta empresa se le brindó el recurso para “la adquisición, formación y transferencia de capacidades tecnológicas para el desarrollo de la industria nativa del diseño y construcción de satélites en Mexico (sic)”. Esta firma justificó su resultado ante la dependencia gubernamental con una imagen plagiada de Wikipedia sobre el satélite “F-1”, construido por estudiantes vietnamitas dos años antes de que el CONACYT aprobara el apoyo. Sin embargo, Romero Aguilar desconoció la situación. Al cuestionarle sobre el uso de una imagen de Wikipedia en el resumen final del proyecto aprobado por CONACYT, Francisco Romero, quien llegó y se retiró a ZETA en un vehículo con las siglas de la Secretaría de Desarrollo Económico, expuso que la empresa se dedica “a todo lo que es la tecnología en satélites pequeños”, es decir, microsatélites y nanosatélites. El ingeniero no presentó documento alguno ni imágenes de sus proyectos. Además, dijo no saber quién es el dueño de la pequeña empresa en la que recordó trabaja desde el “primer trimestre de este año”, y del representante legal, solo sabe su nombre, Abraham, “no recuerdo el apellido”. El ingeniero refirió que Simple Complexity se ubica en las oficinas en el Consorcio Tecnológico Número 4, es decir, donde se localiza CONACYT en Tijuana, entre otras empresas. ZETA se comunicó a las instalaciones y explicaron que no lo conocían, pero que un día antes, un hombre con esas características había estado en el edifico junto con funcionarios. Romero expresó: “Ya tenemos lo que va del año pagando renta en las instalaciones, la idea es poner ahí nuestro centro de maquinado”. Una semana antes, Alfredo Babún, director de Consejo Estatal de Ciencia e Innovación Tecnológica en el Estado, desconoció el paradero de la empresa, aunque este Consejo tiene oficinas en las mismas instalaciones donde se encuentra Simple Complexity. — ¿No los conocía, subsecretario? A pesar de que aparecían en el consorcio. “Conozco el consorcio, pero no todos los que están ahí”. Aun así, Romero Aguilar describió que durante 2014 se realizó un diseño para un satélite pequeño, “se hizo el ejercicio matemático y tecnológico para saber qué subsistemas se deberían escoger”. Incluso afirmó que “el pequeño satélite ya está ahí el resultado. Hay que pasar al desarrollo, que es la parte de manufactura de componentes”. Sobre la imagen plagiada de <em>Wikipedia en sus evidencias entregadas a CONACYT, el ingeniero argumentó que “se puso… para ejemplificar qué tipo de satélite es”. — ¿Quién tomó la decisión de usar la imagen? “No sabría decirle”. El entrevistado tampoco pudo nombrar a los responsables del proyecto: “Fue hecho con la ayuda de consultores e ingenieros de la misma empresa”. — ¿Es común hacer esto, que para ilustrar se tomen fotos de otros proyectos de Wikipedia, de internet, para complementar un reporte a presentar frente a CONACYT? “No. A alguien de aquí se le fue feo el avión. Los evaluadores del CONACYT y la gente que nos audita son especialistas del tema, no se les va una de esas. Si quisiéramos presentar esto como producto, nos hubieran detectado y nos hubieran cortado los apoyos”.   Domicilio y sitio web nuevos   Luis Alberto Calderilla Barbosa se presentó como un trabajador de MegaInnovador, la empresa de tecnología y desarrollo de ADN que tiene su domicilio en una casa de Mexicali. En el registro de profesionistas aparece con una licenciatura en Biología y en su red social pública que el 7 de abril de 2014 se mudó a vivir a Cuernavaca, aunque desde febrero de 2015 vive en Tijuana. El biólogo refirió que fue contactado por la Secretaría para acudir a esta casa editorial, donde aseguró desconocer por qué la empresa para la que supuestamente trabaja tiene la dirección en Mexicali. En cambio, dio una nueva ubicación en Tijuana, la misma que fue modificada en la página de internet a partir de la publicación de ZETA. “Estamos en Zona Río, tenemos mucho trabajo en realidad. Desde hace varios meses, hemos recibido tres auditorías de CONACYT. Todas han sido aprobadas”, aclaró. Según Alberto Calderilla, se dedica a la investigación para mutaciones, específicamente los genes, con la intención crear un paquete tecnológico de desarrollo de ADN a partir de saliva, a diferencia de métodos diferentes que utilizan sangre. También, sin exhibir documentos ni imágenes de los proyectos, Calderilla no supo nombrar al dueño de la empresa. Y no tiene conocimiento de las inconsistencias de su página web, idéntica a otra empresa que ha recibido recursos de CONACYT en Baja California. “Somos una empresa que no tiene tantos recursos para tener un hosting propio, los recursos son más bien para la investigación”. Sin poder recordar el nombre, aseguró que una asesoría en el DF desarrolló la página, “cuando empezamos esto hace unos años, la información es muy pobre. Hasta muy recientemente se volvió a manejar de nuevo esta parte de contacto”.   Cancelaron proyectos para Hielo Cachanilla   A diferencia de los otros representantes de las empresas beneficiados con recursos federales, en el caso de Hielo Cachanilla, acudió el propietario de esta, Rolando Rodarte. Leyendo un oficio de dos cuartillas, el empresario aclaró que junto a Eva María Gallego, esposa del secretario Carlo Bonfante, fue elegido entre 15 candidatos para la elección 2013 del Club Casino de Mexicali, integrada por nueve miembros. También afirmó que la asociación “no es un club exclusivo para la cúpula empresarial”, sino “que se ha distinguido por décadas como un club responsablemente social y culturalmente, con eventos anuales abiertos a la comunidad y reconocido por los mexicalenses”. Rolando Rodarte Guajardo, dueño de Hielo Cachanilla   La historia de este club, indica que para formar parte de él, es necesario registrarse como socio y cuentan con gimnasio, cancha de racquetbol, tenis, albercas y más. Entre los eventos anuales que refirió Rolando Guajardo, está la coronación de la reina anual, fiestas organizadas por el Comité de Damas y demás eventos sociales promocionados en su revista. Sobre la asignación de recursos federales, si bien seis proyectos le han sido aprobados, tres en 2013 y tres más en 2015, este último año solo recibió 2 millones 531 mil 250 pesos por un solo proyecto. Registrado bajo el número 221582, era el de mayor costo en comparación del número 221581, con un millón 986 mil 750 pesos y otro por la misma cantidad, inscrito con el número 221578, de acuerdo con documentos publicados por CONACYT. Luego de la cancelación de estos dos proyectos, Hielo Cachanilla ha recibido 7 millones 328 mil 750 pesos. Sobre la falta de fichas técnicas publicadas, Rodarte Guajardo justificó que su empresa “no tiene ninguna responsabilidad en cuanto a lo que haga o deje de hacer CONACYT”, pese a que la compañía no se le responsabilizó de esto.   “Es una costumbre del gobierno”: PRI   La invitación para que Carlos Bonfante rinda cuentas ante el Congreso de Baja California es formal, se le piden proyectos y propuestas aprobadas con todo y montos, condiciones y beneficiarios, tanto de los fondos del CONACYT como de los que también reparte la SEDECO. Misma redacción, diferentes sitios      La convocatoria la selló de recibido la dependencia que Bonfante encabeza el miércoles 19 de agosto, documento que está firmado por el coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), René Mendivil Acosta. El legislador pide al funcionario estatal “todo archivo, registro o comunicación” que tengan que ver con la repartición del recurso a Industrias Zahori, fundada por Bonfante y en la que su esposa Eva María Gallego es tesorera; lo mismo sobre Hielo Cachanilla, propiedad del socio de la pareja del secretario. Las empresas Simple Complexity, Ultrakut y MegaInnovador están incluidas en la petición. Por su parte, Nancy Sánchez, presidenta estatal del PRI, dijo no extrañarse de lo que calificó como una costumbre en los 26 años que el Partido Acción Nacional ha gobernado. Agregó que ella ha denunciado prácticas ilícitas, como lo hizo con el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, señalándolo por enriquecimiento cuando era candidato a la gubernatura. “Lo hemos señalado, lo hemos denunciado”, todo para que a final de cuentas, la situación permanezca tal cual: “En este Estado no pasa nada. Eso es lo más lamentable”.     También el gobernador Francisco Vega de Lamadrid opinó sobre el caso. Abordado cuando acudía a votar por la renovación de la dirigencia nacional del PAN, citó que el caso sería retomado por la Contraloría. “Cualquier tema que se diga, platique, señale, es investigado minuciosamente tanto por la Controlaría como los otros órganos de gobierno, que así es, y este lleva el mismo conducto”, comentó.                              

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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