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viernes, febrero 16, 2024
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La captura de “El Furby”

En el último mapa delictivo elaborado por autoridades federales y militares, Juan Antonio Martínez Rosas “El Furby” aparecía como sucesor de Víctor Barraza Martínez “El 28”, “El Vidal” o “El Víctor”, en el brazo armado de las Fuerzas Especiales de Dámaso en La Paz. El ex agente de la Policía Ministerial del Estado fue detenido la noche del 22 de diciembre de 2014, en el primer operativo encabezado por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud, de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), con el respaldo de  la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Ejército Mexicano y Secretaría de Marina. Los agentes de investigación lograron dar con el paradero de “El Furby” en la vivienda marcada con el número 223 de la calle Terranova Sur, Fraccionamiento Terranova, al sur de la ciudad de La Paz, después de 16 días de trabajo de inteligencia. Se le detuvo en compañía de tres de sus cómplices: * Aarón Aguirre Bueno “El Jockers”. * Carlos Villegas Ramos. * Juan Servando Robles Celis. Además, se logró el rescate de Alejandro Castro Aguilar y/o Arturo Eleuterio Castro Avilés, mesero de la discoteca Red XS que había sido privado de su libertad por los delincuentes. Los investigadores federales llegaron hasta el sucesor de “El 28” después de revisar y analizar el contenido de mensajes y dibujos animados dejados en carteles de cartulina en las siguientes víctimas de la ola de violencia registrada en La Paz:   * Jorge Molina Alarcón “El Molina” o “El Guerrero”, Iván Castro Sandoval “El Pelón” y David Saúl Gutiérrez Nuño, familiar de Óscar Anaya Gutiérrez “El Señor de los Cerros”, asesinados el 31 de octubre y abandonados completamente desnudos en el Kilómetro 1+800 del Libramiento Santiago Oceguera. En medio de los tres cuerpos, apareció un cartel de color naranja y letra negra con el siguiente texto: “Queremos Hallowen” (sic), “Jajajaja”, “Danger”, y dibujada una calavera, una gorra y el dibujo animado de “China Doll”, conocida popularmente entre los niños como “Gard”. * Jesús Daniel Quiroga Pichardo, asesinado el 6 de diciembre, cuyo cuerpo fue abandonado afuera de un domicilio particular en la colonia La Esperanza II. A un costado del cuerpo embolsado, apareció un cartel de color blanco y letra negra con el siguiente texto: “Ya deja de agarrar dinero, ya sabemos que te lo trae el comandante Édgar René Meza castro alias El Tomatillo, los dos cómplices de la delincuencia de René, eres un traidor culero, pero gracias por ponernos al Helio y al Pikas, aunque eres un traidor nos jugaste chueco pinche doble bandera te estabas cuajando con el sueldo de los dos bandos y aparte el del gobierno pinche traidor Att C.D.S”, y enseguida, en la parte superior derecha, un dibujo de Batman, simulando estar volando. * Walter Argenis Salazar, asesinado el 16 de diciembre y arrojado afuera del domicilio particular del oficial de la Policía Estatal Preventiva, Fidel de Jesús Manzano Avilés. A un costado del cuerpo amordazado y vendado de los ojos, apareció un cartel de color blanco con letras negras: “Ya déjate de mamadas MANZANO, no te enrredes (sic) que crees que esos marramos te ban (sic) a venir a defender”, y en la parte inferior derecha, el dibujo animado de un murciélago. Con esa información, agentes de investigación de la SEIDO comenzaron a armar el rompecabezas, partiendo de las sospechas de que detrás de los textos y dibujos animados podría estar  Juan Antonio Martínez Rosas, por las siguientes razones: – El ex agente de la Policía Ministerial del Estado guarda rencor en contra de algunos mandos y policías, por haber sido cesado en noviembre de 2013, cuando se descubrió que había auxiliado a su hermano, Joel Martínez Rosas “El Coreano”, en el asesinato del ex vocero del ex gobernador Narciso Agúndez Montaño, Francisco Antonio Alcántar López. El ex policía fue arraigado y terminó por confesar que había facilitado algunos vehículos en el crimen del ex director de Comunicación Social del Gobierno del Estado, y ofreció datos e información que llevaron a la captura de su consanguíneo, actualmente preso en el CERESO de La Paz. Después de la detención de su hermano, fue dado de baja y transcendió que estaba operando para los narcomenudistas de la Zona Sur de La Paz. – Los mensajes dejados en casas de policías, donde nadie mejor que “El Furby” sabía y conocía las direcciones de viviendas particulares de sus antiguos compañeros. – Como había sido policía, la mayoría de los agentes de investigación conocían su tipo de letra y también su afición en el dibujo de comics, sobre todo de murciélagos, vampiros y del personaje de Batman. – El apodo de “El Furby”, derivado del nombre de un juguete de la compañía Hasbro, describía a plenitud el significado del mote del ex policía relacionado a un personaje híbrido entre ratón, gato, murciélago y búho. La captura Después del trabajo de investigación, y tras confirmar su participación en levantones, torturas y crímenes, agentes de investigación de la SEIDO empezaron a ubicar a Juan Antonio Martínez Rosas “El Furby”, descubriendo que tenía una casa de seguridad en el fraccionamiento Terranova, al sur de La Paz, justamente a espaldas del hotel Los Delfines. Los agentes federales prácticamente establecieron un plantón en la vivienda y solicitaron la intervención de la PGJE, Ejército Mexicano y Secretaría de Marina, cuando observaron que “El Furby” y sus secuaces llegaron anocheciendo y bajaron de la cajuela de un vehículo a una persona que iba maniatada, introduciéndola al domicilio, portando armas largas y cortas. Según un agente que participó en el operativo, la vivienda fue rodeada en cuestión de una hora, con un despliegue en tres cuadras a la redonda para evitar que los delincuentes pudieran escapar. Los agentes de la SEIDO reventaron la casa y sorprendieron a “El Furby” con tres de sus cómplices, golpeando y torturando al empleado de la discoteca Red XS, de 23 años de edad, quien -según datos recabados por Investigaciones ZETA- “recientemente fue detenido en posesión de 200 dosis de cristal, cuando circulaba a bordo de un automóvil por las calles de Félix Ortega y Manuel Encinas, en la colonia Centro de La Paz”. La Subprocuraduría de Investigaciones Especiales de la PGJE lo detuvo y consignó al Agente del Ministerio Público de la Federación, como presunto responsable de delitos contra la salud. Sin embargo, casi de inmediato y sospechosamente recuperó su libertad, después fue levantado por el comando armado de “El Furby”. Los delincuentes tenían en su poder el siguiente armamento: * 3 rifles de asalto AK-47. * 1 rifle de asalto R-15. * 3 pistolas 9 milímetros. * 1 pistola calibre 45. * 16 cargadores: 14 de AK-47 y 2 de R-15. Los cuatro delincuentes fueron obligados a tirarse al piso, mientras eran decomisados sus teléfonos celulares, equipo de cómputo y algunas libretas con apuntes. Al cierre de esta edición, habían sido trasladados al Centro de Arraigo de la SEIDO en la Ciudad de México, en medio de un vistoso operativo realizado a las 5:00 am del martes 23 de diciembre. Una vez detenido y durante un breve interrogatorio, “El Furby” confesó que tras la detención de Víctor Barraza Martínez “El 28”, el brazo armado de las Fuerzas Especiales de Dámaso había sido reestructurado, quedando de la siguiente manera: Cristóbal Zazueta Ponce “El Cayetano”, originario de Sinaloa, habría asumido la posición de Abel Nahúm Quintero Manjarrez y/o Cruz Alonso Lozoya Uriarte “El Grande”, luego de que el jefe criminal huyera de Baja California Sur, al sentirse acorralado y sobre todo por una fisura surgida entre él y la gente de “El 28”, a raíz de la detención de este último. El delincuente reveló que “la gente de ‘El 28’, quería asesinar a ‘El Grande’ porque lo responsabilizan de su captura”, y habría ofrecido su cabeza, a cambio huir del estado. El ex agente de la Policía Ministerial del Estado confesó que él había entrado como sucesor de  “El 28”, también conocido como “El Víctor” o “El Vidal”, aprehendido el 26 de noviembre en una casa de seguridad de la colonia Civilizadores de La Paz. El jefe criminal confesó que sus tres cómplices tenían escasos días de haber arribado de Arenitas, Sinaloa, acompañados de otros siete sujetos para reforzar las acciones bélicas en contra de Rolando González Moreno “El Compadrón” y las células de Ismael “El Mayo” Zambada. Durante el interrogatorio, uno de los detenidos dijo que los diez sicarios habían pasado por lancha, cruzando el Golfo de California, y por esa misma vía “se había regresado ‘El Grande’” cuando ellos llegaron a sucederlo. Su lugar había sido tomado por “El Cayetano”. Los ataques La captura de Juan Antonio Martínez Rosas “El Furby” sucedió 16 días después de haber reiniciado la guerra por el control de la plaza del narcomenudeo de la Zona Norte de La Paz. Lo que prácticamente apresuró su detención fue un ataque armado registrado el sábado 20 de diciembre, cuando un comando armado atacó a un presunto narcomenudista e hirió a su esposa y su pequeña hija, de tan solo un año y cuatro meses de edad, mientras circulaban sobre la Avenida Agustín Olachea y la calle Biosca en el fraccionamiento Las Garzas. El conductor del vehículo, de nombre Brayan Amador Castellanos, de 22 años -quien salió ileso-, relató que a las 8:11 pm se trasladaban a bordo de una camioneta Jeep Cherokee  de color verde, y al momento de pasar por una gasolinera frente al hotel Oasis, advirtió que un vehículo de modelo reciente se emparejó rápidamente y uno de los tripulantes sacó una pistola, comenzando a disparar en su contra. La víctima alcanzó a observar la silueta de cuatro sujetos, a quienes no alcanzó a identificar “porque estaba medio obscuro y fue muy rápido”, si acaso vio las siluetas de los atacantes después de que huían de la escena del crimen, a bordo de una camioneta Jeep Patriot blanca. El conductor aseguró que cuando volvió la mirada a su familia, observó a su esposa e hija bañadas en sangre y llorando desconsoladamente, por lo que de inmediato pisó el acelerador y las llevó al área de urgencias del Hospital Juan María de Salvatierra. Se estacionó justo en la entrada del hospital general, auxiliado por enfermeras y médicos de urgencia, quienes bajaron a las heridas en camilla y las intervinieron quirúrgicamente, resultando con las siguientes lesiones, según el diagnóstico del doctor David Josué Torres: * Blanca Alicia Higuera Ortega, de 17 años, presentó un impacto de bala en la pierna derecha. * Brianna Belén Amador Higuera, de un año y cuatro meses, presentó lesión en costado abdominal tipo quemadura del lado derecho, con orificio de entrada y salida en brazo derecho. Mientras las víctimas eran atendidas en el hospital general, la escena del crimen estaba repleta de policías y militares, quienes en el marco del operativo “Navidad Segura”, acudieron después de recibir el reporte de detonaciones de arma de fuego en ese punto de la ciudad, donde -según informes de la PGJE-  se recolectaron dos cartuchos percutidos de pistola calibre 9 milímetros. Las investigaciones Como suele suceder en este tipo de casos, los sicarios no fueron detenidos al momento del atentado, pero esta vez, sí plenamente identificados, y al cierre de edición, eran buscados en un operativo conjunto de la SEIDO, PGJE, Ejército Mexicano y Secretaría de Marina. Las primeras indagatorias arrojan que los pistoleros son los nuevos integrantes de las Fuerzas Especiales de Dámaso,  quienes habrían entrado al revelo de Abel Nahúm Quintero Manjarrez y/o Cruz Alonso Lozoya Uriarte “El Grande”. De acuerdo a un integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública en el Estado, tras la detención de “El 28” y el supuesto destierro de “El Grande”, se preveía una reorganización dentro de las llamadas Fuerzas Especiales de Dámaso, en la lucha interna dentro del Cártel de Sinaloa que sostienen Dámaso López Núñez “El Licenciado” e Ismael “El Mayo” Zambada, a través de Ranulfo López Portillo “La Muñeca” y Rolando González Moreno “El Compadrón” por el control de la plaza del narcomenudeo de la llamada Zona Norte de La Paz. En esta guerra -según el miembro del grupo interinstitucional-, Ranulfo López Portillo “La Muñeca” está siendo respaldado con hombres, armas y vehículos por parte de los responsables de la plaza del narcomenudeo de la llamada Zona Sur, encabezado por Alejandro Sánchez Trejo “El Peinado”, “El Frank” o “El Frane”; José Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres “El Pepillo” o “El Pepito”; y Édgar Amílcar Acosta Reyes “El Rayo”, este último, responsable del brazo armado de las Fuerzas Especiales de Dámaso. No obstante, del respaldo del grupo criminal de la Zona Sur, y según el integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública, los sicarios cometieron algunos errores que pusieron en evidencia la falta de guía o conocimiento de la zona, y sobre todo precisión de los matones, lo que en su opinión, puede ser mucho más peligroso para la sociedad civil por lo siguiente: 1.- El 18 de diciembre, un comando armado levantó a un ciudadano de nombre Gabriel Nieto Alameda, originario de Guasave, Sinaloa, y después de dos días de haber estado privado de su libertad fue liberado, porque -según explicación de los propios sicarios- se habían “equivocado de persona”. La víctima de 23 años fue rescatada después de que los propios victimarios reportaron vía C-4 la presencia de una persona amarrada de pies y manos rumbo al camino Las Cruces, por el Libramiento Santiago Oceguera en La Paz. 2.- En la misma fecha, pero por la noche, se registró el ataque armado al narcomenudista Brayan Castellano Amador, originario de Guadalajara, Jalisco, y presunto mecánico. Resultaron heridas su esposa e hija. Después de cometer esos “errores”, los sicarios quemaron la camioneta Jeep Patriot dentro del viejo panteón de la ciudad de La Paz, conocido como “El Zacatal”. Los nexos En la guerra por la plaza del narcomenudeo de la Zona Norte de La Paz, de acuerdo a investigaciones federales y militares, “es evidente que el narcotráfico está infiltrado en la Policía Estatal Preventiva y la Subsecretaría de Seguridad Pública del Estado, a raíz de las declaraciones de células criminales detenidas durante algunos operativos, quienes han aportado nombres de policías y mandos a quienes pagaban cuotas de protección para implicarse en algunos crímenes cometidos, participando desde levantones, hasta torturas y ejecuciones”. El involucramiento de algunos policías estatales con el grupo criminal de Alejandro Sánchez Trejo, José Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres, y Édgar Amílcar Acosta Reyes “El Rayo”, no es nada nuevo, sino que data desde 2013, cuando  -en base a declaraciones de “El 28”- “participaron con armas y vehículos oficiales y particulares, en el caso de las siete narcofosas encontradas en la colonia El Mezquitito de La Paz”. Los nombres de los policías que habrían participado en los crímenes, son los siguientes: * Fernando de Jesús Estrada Martínez “El Mono”. *  Javier Aurelio Parra Mungaray “El Cuervo”. * Martín Enrique Aceves Márquez “El Keko”. Los tres habrían contribuido -según “El 28”- en la muerte de los siguientes narcomenudistas, a pesar de que el nombre de Simón Guillermo Hernández Peña “El Simón” o “El Sepultero”, solo figuró como presunto responsable: * Erika Rosales González. * Marcos Joel González Robles. * Juan Javier Medina Corral. * Jesús Iván Ramos Jiménez. * Damaris Karina Márquez Moreno “Damaris” o “Karo”. * Carlos Antonio Cota Cervantes “El Chaly” o “Sharlie”. * Abel Leal González “El Buena Onda”. En uno de los extractos de sus declaraciones, Víctor Barraza Martínez “El 28” explicó que el acuerdo económico del pago de cuota de protección semanal era de 5 mil pesos para comandantes, 3 mil para jefes de grupo y 2 mil para agentes, así como 70 mil pesos que eran repartidos entre mandos a cargo de la subsecretaria de Seguridad Pública Estatal, Martha Cecilia Garzón López, y del comisario de la Policía Estatal Preventiva, Francisco Javier Camacho Manríquez.  A pesar de los señalamientos, la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud de la SEIDO), investiga la causa y hasta dónde los funcionarios han “permitido, solapado y protegido los nexos de policías y mandos con jefes criminales”, sobre todo porque entre acusaciones mutuas entre grupos delictivos, han salido a relucir los nombres de más policías implicados con el narcotráfico, en videos de YouTube y redes sociales como Facebook: * Salvador Díaz Moreno “El Chava”. * Luis Fernando Avilés Riecke. * Dulce María Núñez Montoya. * Hilario Flores Ramírez “El Yiyo”. Los últimos hechos violentos Fecha Víctima Acontecimiento 16 de diciembre Walter Argenis Salazar Fue levantado, torturado, asesinado y tirado amordazado en el domicilio particular del oficial de la Policía Estatal Preventiva, Fidel de Jesús Manzano Avilés, en la colonia Santa Fe de La Paz 19 de diciembre Detonaciones afuera de un domicilio Alrededor de la 1:00 am se reportó una balacera en las calles de Iztaccíhuatl, entre Nezahualcóyotl y Valentín Gómez Farías, Colonia Puesta del Sol de La Paz. En el lugar se encontraron 29 cartuchos percutidos calibre 7.62 x.39 milímetros 19 de diciembre Detonaciones afuera de un domicilio A las 3:50 am, y en su segundo evento, se registró un tiroteo en la calle Regidores, entre 5 de Mayo y Constitución, Col. Francisco Villa de La Paz. En el lugar se encontraron tres cartuchos percutidos calibres .223, 49 y 7.62 x .39 milímetros 20 de diciembre Arturo Gómez Castillo y/o Arturo Ernesto Gómez Espinoza “El Sonrics” o “El Conri” Fue ejecutado a tiros en la calle Ignacio Altamirano, entre Bulevar Luis Donaldo Colosio y Calle Quintana Roo, Col. Inalapa de La Paz. En la escena del crimen se encontraron 31 cartuchos percutidos, calibre 7.62 x .39 milímetros   Fuente: PGJE


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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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