Mientras Andrew Tahmooressi, el ex Marine que ingresó a Tijuana con tres armas y 457 cartuchos la noche del 31 de marzo de 2014, declaraba en los Juzgados Federales desde las 11 de la mañana de este de miércoles 9 de julio, una reportera de ZETA fue agredida por Len Newcomb, el titular de una agencia de servicios de investigación en Estados Unidos, y quien presuntamente fue contratado por la familia del detenido para investigar el caso en México. Desde que inicio la audiencia, la reportera Inés García fue hostigada por la defensa del ex Marine, así como por su escolta Antonio Pérez, un ex militar de aproximadamente 1.70 metros de altura y complexión regular. Como la audiencia ya se había prolongado varias horas, Newcomb y su guardaespaldas, así como el pastor Luis Benito acudieron a un restaurante cercano, ubicado sobre avenida Paseo de los Héroes. Los dos primeros comenzaron a beber, hasta llegar a un estado de embriaguez. Benito, quien conocía la labor periodística que García realizaba, sostuvo un encuentro con la reportera, sin embargo al momento de la platica, fue hostigada por el investigador a tal grado de sacudir su cabeza bruscamente, así como jaloneos en el brazo. Reporteros que cubrían la audiencia de Jill Tahmooressi fueron testigos de la agresión a la colaboradora de ZETA, el acoso quedó grabado y fotografiado por algunos comunicadores de medios locales. Newcomb de 64 años de edad, y ya en un estado inconveniente golpeó en dos ocasiones a la reportera, hecho que fue denunciado a policías municipales, pero éstos no actuaron en contra del agresor, hasta que “no recibieran órdenes del jefe” Cuando los municipales quisieron detener al americano, el investigador huyó alcoholizado en un vehículo compacto, mientras que su escolta, fue detenido y presentado ante el juez municipal. En estos momentos se encuentra declarando. Rodulfo Figueroa, delegado del Instituto Nacional de Migración en Baja California se comprometió a revisar la situación legal de Len Newcomb en México, si se internó de manera legal para realizar un trabajo en este país siendo él un profesionista con jurisdicción en los Estados Unidos. Más información en la próxima edición impresa.