Ante el aumento de hechos violentos en la ciudad y como claro ejemplo, más de 13 sucesos en solo 48 horas el fin de semana pasado, dan muestra de la necesidad de estar prevenidos. La Secretaría de Educación Pública (SEP), a través del Programa Escuela Segura, realiza simulacros de balaceras con miembros de los planteles educativos, con el fin de que niños y jóvenes sepan cómo reaccionar al momento de un evento de esta naturaleza. “Ponemos unas bocinas con balazos, ambulancias y con todo, y los niños y jóvenes tienen que reaccionar ante ese momento de balacera. La intención es ellos respondan, pero con la instrucción de los mismos maestros y educadoras. Se les indica a los niños y a los mismos jóvenes que les informen a sus padres qué hacer, porque qué tal si esto ocurre en un centro comercial”, explicó Cuauhtémoc Estrada Meza, coordinador del programa. Para Estrada es vital que los estudiantes sean instruidos por los maestros, y de esta manera se concentren como conocimientos básicos ante la ola de violencia a las afueras de los planteles. Anteriormente han ocurrido hechos lamentables muy cerca de planteles educativos, por ello recomiendan: “Cuando un alumno escuche la balacera, lo primero que tiene que hacer el maestro es pedir que se pongan al lado donde no están los disparos, al suelo y, desde luego, empezar a cantar o estimular a través de una plática a los alumnos; de tal modo que no se pongan nerviosos, no entren en crisis. Igualmente los padres que no se acerquen a las escuelas, porque pueden ser baleados”. La intención de la SEP es que alumnos y profesores tengan conciencia de cómo actuar ante un hecho que se registre a unos metros o en la misma institución, ya que conocer los protocolos de acción, solo despierta prevención. “El protocolo de seguridad escolar indica que maestros, directores, personal de apoyo, deben estar atentos ante cualquier situación de riesgo, porque pudiera ser que una persona intente introducir droga a la institución educativa o que intimide con arma punzocortante; o que hubiera una balacera muy cercana, o casi en la escuela”, apuntó Cuauhtémoc Estrada Meza. Los simulacros se desarrollarán conforme pasen los días, las instituciones públicas los pueden solicitar directamente en las oficinas del Programa Escuela Segura o ante la SEP. Los simulacros pretenden crear conciencia en el proceder de los maestros ante una contingencia, pero también, en la reacción de los estudiantes, y aunque los sonidos no son de un hecho real, las detonaciones grabadas sí causan un impacto en los alumnos; por ello es necesario que se familiaricen y no caigan en pánico, en caso de encontrarse en una situación real.