El ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Javier Hernández Flores, ingresó ayer martes, alrededor de las 23:53 horas y bajo un fuerte operativo de seguridad, en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1, mejor conocido como “El Altiplano”, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, al cual llegó vía aérea, luego de ser sacado del Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes), de Ciudad Victoria, alrededor de las 20:00 horas.
El ex gobernador de Tamaulipas enfrenta cargos federales, como peculado y operaciones con recursos de procedencia ilícita, por lo que fue detenido en octubre de 2017 y ahora enfrenta un proceso de extradición a Estados Unidos. Además, en un nuevo juicio que arrancó en septiembre pasado, la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Tamaulipas, lo acusó por enriquecimiento patrimonial por una suma cercana a los 50 millones de pesos.
El pasado 19 de octubre, un juez de Distrito con sede en Culiacán, Sinaloa, negó conceder el amparo 788/2018, que promovió el ex gobernador contra la solicitud de extradición hacia Estados Unidos, donde lo acusan por tres delitos ligados a delincuencia organizada y lavado de dinero.
Antes, el 4 de octubre, la juez de control Patricio Lugo Jaramillo, vinculó a proceso al ex gobernador, ya que consideró que las acusaciones presentadas por la Fiscalía tamaulipeca, “eran suficientes”. Durante una audiencia celebrada el pasado 28 de septiembre, la autoridad estatal planteó al juez que, con base en las investigaciones, no se pudo determinar el origen de los ingresos del ex mandatario.
Eugenio Hernández es solicitado por la Corte Federal del Distrito Sur de Texas, en Estados Unidos, por los delitos de conspiración para cometer fraude bancario, operar un negocio de envío de dinero sin licencia y asociación ilícita para lavar dinero.
Sin embargo, el 16 de marzo pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana estimó que no era procedente conceder su extradición por los dos primeros cargos, pero sí por el último.
Además, el ex mandatario y ex miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se encuentra en prisión desde el 6 de octubre del 2017, cuando fue detenido en Ciudad Victoria, acusado por la Fiscalía Especializada en el Combate de la Corrupción de Tamaulipas, por los delitos de peculado y lavado de dinero.
El mandatario, quien gobernó Tamaulipas del año 2005 al 2011, está acusado de adquirir, según la causa penal 67/2017, mediante prestanombres y a precios subvaluados, mil 600 hectáreas de la zona portuaria de Altamira, que pertenecieron al patrimonio del Estado.
En noviembre de 2015, Estados Unidos decomisó al ex gobernador 3.8 millones de dólares en una de sus cuentas bancarias en el Inter National Bank, dinero que supuestamente recibió de su cuñado Óscar Gómez Guerra.
Los estadounidenses empezaron a investigar a Hernández Flores por presuntamente operar un esquema para defraudar a los bancos Inter National Bank, Lone Star Bank e International Bank of Commerce, con el propósito de obtener fondos y créditos.
De ser declarado culpable, la Fiscalía federal estadounidense pedirá decomisarle al ex mandatario tamulipeco tres residencias en McAllen, valuadas en 1.8 millones de dólares, y una en Austin, en Texas, con valor comercial de 2.6 millones de dólares.
El pasado 18 de octubre, la Procuraduría General de la República (PGR) cumplimentó una orden de detención provisional con fines de extradición contra Hernández Flores, de 59 años de edad, requerido por la justicia de los Estados Unidos.