Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México ocupa el primer lugar en embarazos adolescentes con una tasa de 77 embarazos por cada mil jóvenes entre 15 y 19 años. Durante 2017, en Baja California solo el sistema de salud del Estado atendió a 7 mil menores de edad encintas. Mexicali y Tijuana contienen la mayor problemática; estrategias de prevención solo llegan al 14% de la población en riesgo
Velía conversó con ZETA afuera del Hospital Materno Infantil en Mexicali, tiene 15 años de edad y acaba de dar a luz; cursaba el tercer año de secundaria cuando concibió y dejó la escuela para cuidar a su hijo. Estaba en el nosocomio acompañada de su prima de 19 años, quien también acaba de parir una hija.
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La quinceañera afirmó que tanto ella como su pareja “tuvieron” que dejar de estudiar para poder cuidar al infante, actualmente vive con su tía porque su pareja debe trabajar para mantenerla y no tiene el apoyo de sus padres.
Según la adolescente, su madre también tuvo varios hijos en la adolescencia, por lo que debido a las mismas carencias no puede apoyarla económicamente; reconoce que difícilmente volverá a estudiar, y admitió que en la secundaria les ofrecieron pláticas de cómo prevenir embarazos, pero la información no dio resultados.
Datos estimados de la Secretaría de Salud refieren que cuidar a un bebé en los nueve meses de embarazo y los primeros seis meses de nacido tiene un costo aproximado de 115 mil 690 pesos en promedio.
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De acuerdo a la información que fundamenta la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea), el 23 por ciento de los adolescentes inicia su vida sexual entre los 12 y 19 años. De estos, el 15% de los hombres y 33% de las mujeres no utilizan ningún método anticonceptivo en su primera relación, lo que resulta en 340 mil nacimientos al año en México, de mujeres menores de 19 años.
Situación alarmante, ya que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) retomó datos de la Organización Mundial de la Salud, los cuales reportan el embarazo adolescente como la segunda causa de muerte entre mujeres de 15 a 19 años.
La licenciada en Enfermería María Guadalupe Hernández Bracamontes, responsable de Planificación Familiar y el Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la Adolescente en Baja California, señaló que solo en Isesalud atendió en 2017, alrededor de 7 mil casos de embarazos adolescentes en la entidad.
De ese total, reportaron mil 045 casos en Mexicali; 2 mil 019 en Tijuana; 473 en Tecate; 358 en Playas de Rosarito y 541 en Ensenada, aunque se trata de datos preliminares.
En lo que va del sexenio, la ciudad con mayor problemática ha sido Mexicali, no obstante se presentó una disminución considerable, ya que en 2016 se registraron 2 mil 100 embarazos de adolescentes.
Conforme a las cifras generales en el Estado, el 0.6% de los embarazos se presentan en menores de 15 años (261 casos), mientras que el resto en menores de 19 años; en general los embarazos adolescentes representan el 30% del total.
“Muchas de las adolescentes inician su control de manera tardía cuando ya están en el segundo trimestre o incluso hay adolescentes que se atienden por primera vez cuando ya van a tener su evento, hay pacientes que aún no han iniciado un control, hasta que ya están en la unidad de salud”, especificó Hernández Bracamontes.
Agregó que los embarazos antes de los 19 años se consideran de alto riesgo, por lo que es necesaria una vigilancia más estrecha e iniciar el control prenatal desde las primeras semanas de gestación.
México líder en embarazos adolescentes
“Están en una etapa en que no están suficientemente madura biológicamente, psicológicamente, entonces es un embarazo que puede complicarse, incluso no llegar a término, muchas de estas adolescentes terminan con un aborto o con partos prematuros, que son la mayoría de los que se encuentran en cuidados intensivos” indicó.
Si bien su área no maneja número de defunciones en embarazos adolescentes, la experta indicó que esos casos han disminuido, ya que se han reforzado los cuidados desde el control prenatal.
Destacó que algunas adolescentes suelen ocultar los embarazos a sus propios padres utilizando ropa más suelta y, por lo tanto, tampoco acuden al centro de salud.
“La mayoría iniciaron su vida sexual a temprana edad y su primer embarazo se presenta antes de los 14 años, son adolescentes que van a concluir su vida reproductiva a los 20 años con cuatro o cinco eventos, desafortunadamente”.
Actualmente el embarazo adolescente se presenta en todos los grupos sociales y económicos, sin distinción entre el valle y la ciudad.
La principal demanda de método anticonceptivo es el implante subdérmico, el cual se coloca en el brazo y tiene una duración de tres años; su popularidad incrementó debido a que se coloca por única ocasión, así la mujer se olvida de estar acudiendo a sus citas cada uno o dos meses.
PERFILES Y NÚMEROS
Mexicali y Tijuana entre los focos rojos.
Un pasante de medicina entrevistado fuera del Hospital Materno Infantil señaló que la mayoría de los casos que se atienden son de entre 15 y 17 años, pero es común que jóvenes entre los 16 y 17 años ya vayan por su segundo o tercer embarazo.
Otro de los patrones que le ha tocado percibir, es que por lo regular, las madres adolescentes provienen de hogares en los que su propia madre tuvo hijos muy joven.
Por su parte, Héctor Alberto Domínguez Verdugo, responsable del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Adolescente en Mexicali, habló de las generalidades en esta problemática; por lo regular las madres adolescentes tienen escolaridad trunca en nivel secundaria y salen embarazadas entre los 15 y 16 años.
El embarazo se presenta de tres a seis meses de que iniciaron relaciones sexuales, sin embargo, entre los jóvenes existe un tabú en cuanto a métodos anticonceptivos.
— ¿Qué tan afectados resultan psicológicamente las jóvenes por el embarazo que finalmente frustra sus planes?
“Normalmente es eso, frustran sus planes y como no están listas biológicamente ni en el aspecto mental para ser madres, se van a presentar casos se ansiedad y depresión, son situaciones que vas a observar durante el embarazo, y después se dan cuenta que van a frenar su futuro para poder cuidar al menor y, por lo tanto, hay un impacto para la madre o el padre”.
En la mayoría de los casos, dijo, los jóvenes no saben manejar la presión y son susceptibles a utilizar el alcohol u otras drogas; en su experiencia, las pacientes deciden vivir en unión libre, pero terminan separándose porque la relación no está consolidada.
CREAR UN PROYECTO DE VIDA
En cuanto a las estrategias de prevención, la autoridad está proponiendo pláticas y programas con bebés falsos -muñecos simuladores- para mostrar a los estudiantes lo complicado que es cuidar a un bebé y lo difícil que sería su vida con un hijo.
A la par, el Estado trabaja en un programa con el que pretenden hacer conciencia para que los jóvenes creen un proyecto de vida. “El adolescente es muy difícil que pueda visualizarse a futuro, entonces, si no alcanza a visualizarse, no va a tener un contrapeso para evitar los riesgos de salir embarazada, las decisiones no son tan conscientes si no tienen un proyecto de vida”, argumentó Domínguez Verdugo.
Pero la capacidad de influencia es poca, están llegando al 14% de las escuelas, por lo que intentan focalizar la prevención a las zonas prioritarias en nivel secundaria y media superior.
No obstante, en los lugares que han implementado el programa, han tenido drásticas reducciones, por lo que lo ideal sería tratar al grueso de la población.
Para concluir, el especialista habló de un fenómeno muy particular, aunque no hay datos sobre el tema, es común que si en alguna escuela resulta una alumna embarazada, es probable que surjan otras en la misma condición en la unidad académica.
En Mexicali, este fenómeno se focalizó en 13 planteles de educación media superior y en nueve de educación básica.
