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jueves, febrero 15, 2024
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Varamiento masivo de delfines en la Bahía de La Paz

Fueron 54 delfines de la especie común -de rostro largo- los que vararon de manera sorpresiva en la zona conocida como Isla San Juan Nepomuceno, en la Bahía de La Paz, isla muy cercana al Puerto Comercial y Turístico de Pichilingue, los hechos ocurridos el pasado martes 13 de febrero sorprendieron a expertos y ciudadanía en general, pues nunca se había registrado un varamiento de tal magnitud.

Para el rescate de estos ejemplares acudió personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), voluntarios de la Red de Varamientos de La Paz, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y del Museo de la Ballena, sumando alrededor de 40 personas.


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De acuerdo a la información proporcionada por los expertos y voluntarios, nunca antes había sucedido un hecho tan crítico en la Bahía de La Paz, la cual había registrado otros varamientos, en los que se lograron rescatar a 14 delfines, de entre ellos solo uno sin vida; sin embargo, esto sobrepasó la expectativa.

De los 54 especímenes varados se pudieron rescatar a 33 ejemplares, mientras que 21 por desgracia fallecieron, situación que puso en aprietos emocionales a los voluntarios que acudieron al rescate.

“Toda la playa estaba llena de delfines y los estuvimos sacando poco a poco, de preferencia en grupos de dos o tres, para que se pudieran ir juntos, porque también se regresaban; se siente feo, pero al mismo tiempo se siente bonito porque pudimos salvar a más de la mitad y yo creo que eso es lo más importante que se queda”, comentó María José Amador, voluntaria.


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Fue en una extensión de 30 metros donde se encontraban los defines varados, entre ellos hembras, machos y algunas crías. Al momento en que llegaron los expertos, había delfines pataleando en la orilla a los que rápidamente ayudaron a regresar al mar.

“Era un grupo diverso, ya que había presencia de crías; hay hembras, hay machos y la presencia de especímenes jóvenes, desgraciadamente algunos de ellos murieron, pero otros se regresaron al mar. Al estar aquí solo tratas de identificar si hay alguna evidencia de que esté en mal estado, desorientado o sin fuerza. Los animales que se regresaron, se regresaron porque tenían condiciones de fuerza y respondían al estímulo al ser tocados, al ser movidos, por eso se salvaron”, dijo Hiram Rosales, colaborador de la Red de Varamientos de La Paz.

Entre los expertos existen varias teorías sobre este suceso, entre ellas figuraran las siguientes: el macho alfa pudo estar enfermo y los dirigió a la orilla; o bien,  algún depredador los persiguió, debido a que es temporada alta cuando existe una mayor presencia de orcas en la Bahía de La Paz.

Sin embargo, investigadores de la UABCS han determinado que ninguno de los delfines muestra evidencia alguna de interacción con depredadores, mucho menos artes de pesca.

De los 21 cuerpos de estos ejemplares, 20 de ellos fueron enterrados de acuerdo a los protocolos de la Red de Varamientos de mamíferos marinos, el ejemplar restante fue sometido a un procedimiento de extracción del esqueleto.

“Algunos de estos organismos fueron colectados para trasladarse a la Facultad de Veterinaria de la UABCS, para tratar de determinar su causa de muerte. Nosotros lo que estamos haciendo con el espécimen que está atrás, que es el más pequeño de todo ellos, éste fue el que se colectó y lo que se está haciendo es la grabación de un procedimiento para la recuperación de la osamenta, la recolección de esos materiales, como se dice, la colecta científica bajo la modalidad de educativa”, comentó Francisco Gómez, director Ejecutivo Museo de la Ballena.

Sobre el varamiento, involucrados informaron que será vital determinar la causa de muerte para conocer si fue alguna enfermedad o depredador los agentes de este fenómeno, aunque esta última es considerada como la menos probable; ante ello, especialistas de la Universidad Autónoma del Estado ya participan en las investigaciones.

El entierro de los 20 mamíferos marinos tiene la intención de evitar enfermedades, así como los malos olores que puedan generar en el proceso de descomposición; sin embargo, en un futuro serán desenterrados con la intención de utilizar sus esqueletos con fines educativos y exhibirlos en el propio museo.

“La tierra encima es para evitar que se genere un mal olor y una posible tipo de pandemia por alguna enfermedad. A futuro, estos organismos van a ser extraídos y recuperados sus esqueletos para utilizarse con fines educativos; además estos huesitos se van a utilizar, se va a hacer todo el procedimiento para su curado y posteriormente su montaje y exhibición en el Museo de la Ballena, así la gente podrá verlos y aprender de ellos”, dijo Francisco Gómez, director Museo.

A un mes y medio de haber iniciado 2018, éste sería el primer varamiento en la Bahía de La Paz y en el Estado. Junto a esto, durante 2017 se tuvo un registro importante de varamientos de otras especies, sin embargo, ninguna antes de esta magnitud.

Para locales y turistas es muy común avistar esta especie en las costas del Estado, en cualquier época del año, pues estos mamíferos marinos habitan de manera permanente en las aguas del Golfo de California.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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