El periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto, exiliado en Estados Unidos desde hace más de nueve años tras recibir amenazas -y a quien un juez le negó el asilo político a mediados de junio pasado-, se dijo decidido a denunciar a las “mafias políticas y delictivas” de México que asesinan a sus colegas que sacan información que perjudica sus intereses.
Gutiérrez Soto aseguró que alzará la voz de forma “urgente” a nombre de todos los periodistas mexicanos durante su intervención en la entrega del Premio a la Libertad de Prensa 2017 John Aubuchon, que otorga el Club Nacional de Prensa, el próximo 4 de octubre, en la sede de dicha organización.
“En un año en el que los periodistas han sido explícitamente atacados por personas y fuerzas que ven a la libertad de información como una amenaza a su poder”, el Club Nacional de Prensa decidió conceder su premio a “dos grupos que han estado en primera línea de la lucha”: la prensa mexicana y la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, destacó la organización al anunciar a sus premiados.
“Yo voy a destacar los casos de los periodistas desaparecidos, exiliados, asesinados. Van 130 periodistas asesinados desde 2006 y este año llevamos 10”, dijo a la agencia española EFE el reportero, quien reside en Las Cruces, Nuevo México.
Incluso -afirmó el periodista exiliado-, algunos propietarios de los medios de comunicación son copartícipes del “entramado de intereses y complicidades entre la mafia política y la delictiva”.
“Las empresas periodísticas se han convertido, en mucho, en cómplices de los Gobiernos. Necesitan del dinero de los impuestos gubernamentales […] Si hay un tema delicado ya va censurado, de inicio. La mayor parte de las empresas son manejadas por empresarios, no por periodistas”, señaló Gutiérrez Soto.
El periodista exiliado en EU afirmó que casi el 100 por ciento de los casos de asesinatos y agresiones a periodistas sigue sin esclarecerse debido, según él, a que los grupos delictivos que están detrás de ellos defienden intereses de ciertos sectores, tanto del Gobierno mexicano como del estadounidense.
“Hay que seguir alzando la voz y siendo incisivos para poder darle otra ruta a México. Tenemos que evitar que nos hinquen para ser ejecutados”, agregó el periodista mexicano, quien huyó a Estados Unidos en 2008 después de recibir informes de que militares mexicanos trataban de matarlo por sus reportes periodísticos.
Robert S. Hough, juez de inmigración en El Paso, Texas, negó el pasado 13 de julio, el asilo político en EU a Emilio Gutiérrez, de 53 años de edad, quien llevaba más de nueve años de trámite a la espera de una respuesta de las autoridades estadounidenses a su solicitud.
Gutiérrez Soto era corresponsal en Ascensión, Chihuahua, del periódico El Diario, cuya sede se encuentra en Ciudad Juárez. El 28 de enero de 2005, el periodista informó de un caso sobre el presunto robo de dinero y joyas por parte de 6 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en un hotel para inmigrantes en la comunidad fronteriza de Puerto Palomas de Villa.
El periodista aseguró que a partir de entonces fue intimidado por militares de esa región, por lo que el 15 de junio del 2008 decidió refugiarse en Estados Unidos junto a su hijo, que entonces tenía 15 años de edad.
A su llegada al país, Gutiérrez permaneció siete meses detenido en un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), separado de su hijo, y tras ser liberado continuó con su proceso de petición de asilo.
Sin embargo, después de 9 años de presentar su petición, el juez de inmigración desechó todas las pruebas presentadas por la defensa legal del periodista y decidió negarle el asilo tras una audiencia celebrada el pasado 13 de julio.