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miércoles, octubre 16, 2024
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Matar Policías, un juego de poder

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El día que mataron al Jefe Policíaco Margarito Saldaña Rivera se supo que no era un policía deshonesto. Los asesinos de la mafia habían llegado de madrugada hasta su casa, una hechiza construcción de madera que no pudo resistir mínimamente las ráfagas de metralleta que escucharon los vecinos de una colonia de bajos recursos de Tijuana. Los sicarios también asesinaron a la esposa de Margarito Saldaña, a una de sus hijas, y dejaron heridos a otros familiares. Más allá de las condiciones en las que vivía el Jefe de Distrito Policíaco, en las cuales era evidente que no había dinero sucio, ni recursos del narcotráfico que todo lo corrompe; Margarito Saldaña había intentado horas antes de su muerte, detener a unos presuntos delincuentes. No le perdonaron lo que consideraron una afrenta. Al Policía lo asesinaron por cumplir con su deber, y en ello se llevaron a su familia. Era 2008 y en Baja California estábamos en medio de una guerra de cárteles. El de Sinaloa le disputaba esta zona fronteriza al cártel Arellano Félix que la regenteaba para el tráfico de drogas desde 1985. Las células criminales divididas, empistoladas y con generoso recurso de la venta de droga, el secuestro y la extorsión, tenían azorada a la ciudadanía. Entonces Felipe Calderón desde la Presidencia de la República, había emprendido dos años atrás su “guerra contra las drogas”, cuyo legado fue de más de cien mil ejecutados en seis años. Por aquel tiempo hubo también asesinatos a Policías que estaban infiltrados por parte del narcotráfico. Que engolosinados por la delincuencia y la ambición del dinero fácil, se habían convertido en narcotraficantes unos, y en protectores de los mafiosos la gran mayoría. Se inició una limpia de las corporaciones que, francamente, quedó a medias. Ciertamente se instauraron herramientas como los exámenes de control, evaluación y confianza que sirvieron para identificar, un poco pero lo hicieron, a los policías corruptos. Se les persiguió, se les encarceló y ahora están de regreso. No hay muchos Margaritos Saldaña, pero sí abundan los policías corruptos. Otra vez, o más que antes, los Policías de México están comenzando a coludirse con el crimen organizado y el narcotráfico. El ejemplo mejor sería la huida de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, del penal de máxima seguridad ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México. Resulta imposible, aun cuando se ha detenido y perseguido a funcionarios de segundo y hasta quinto nivel, que la fuga se hubiese podido llevar a cabo sin la colaboración de alguna o varias corporaciones policíacas o miembros de las fuerzas armadas. Fue notorio en 2009 cuando el Gobierno de los Estados Unidos le perdió la confianza al Ejército Mexicano. Aparte que no tenían una buena experiencia (¿Recuerdan al General Jesús Gutiérrez Rebollo?), ya eran muchos los pitazos que les habían dado para detener a “los grandes capos” y estos siempre terminaban huyendo a tiempo. Así el Gobierno de los Estados Unidos se estrenó con la Marina en diciembre de aquel año. Les alertaron de la presencia en el centro de Morelos de Arturo Beltrán Leyva “El Barbas”, jefe del cártel que lleva su apellido. Ensoberbecido, el narcotraficante intentó ganar el enfrentamiento a los marinos y lo pagó con su vida. Los suyos, inconformes y molestos, arremeterían días después –como lo hicieron con Margarito Saldaña- con la madre y tres familiares de uno de los marinos que participaron en el operativo contra Beltrán Leyva y había perdido la vida en ello. En contraparte, a José Ramón Velázquez, un Comandante que fue de la Policía Judicial de Baja California, los criminales lo capturaron, lo torturaron y le videograbaron en una confesión criminal. Acusaba las relaciones que existían entre el cártel de Sinaloa y la Procuraduría General de Justicia de Baja California. Los asesinatos que habían cometido, los crímenes por venganza contra Policías que no eran afines al ala criminal de Ismael Zambada García “El Mayo”, y los lugares donde los habían desaparecido. Días después de la confesión que fue distribuida bastamente entre medios locales y nacionales, el cuerpo del ex Comandante fue arrojado por sus verdugos, frente a la casa de la entonces novia del Procurador. Y cómo borrar de la historia reciente la emboscada que sufrieron 15 elementos de la Fuerza Única de Jalisco en abril de 2015 por obra del Cártel Jalisco Nueva Generación, una de las estructuras criminales que registra mayor crecimiento en el territorio mexicano y que el Gobierno Federal no ha podido contener. Los narcotraficantes, los criminales organizados, matan a los policías por una de dos razones: Porque los combaten, o porque están coludidos con ellos o con alguna otra organización criminal. He conocido y documentado casos de Policías Federales que fueron acribillados después de haberse robado un cargamento de droga, o haber secuestrado al narcotraficante equivocado. En México existen –según el informe de la Secretaría de Gobernación- 431 mil 246 Policías entre Municipales, Estatales y Federales; en las Fuerzas Armadas, de acuerdo a un General de División, el número promedio –varía por razones administrativas- es de 200 mil elementos. En el mismo apartado de la Secretaría de Gobernación del III Informe de Gobierno Federal, dan cuenta de únicamente haber practicado exámenes de control, evaluación y confianza a 71 mil 511 Policías, un escaso 16.58 por ciento de la totalidad de Policías en el País, lo cual puede ser un indicador de los elementos, deje usted no evaluados, sino que están una probabilidad de ser corruptos o infiltrados. Enrique Peña Nieto le sigue debiendo pues, a los mexicanos, una depuración en las corporaciones policíacas. Ni la inversión federal en las mismas, ni las capacitaciones producto de la Iniciativa Mérida, ni los incentivos económicos serán suficientes para tener una Policía Efectiva que pueda repeler las agresiones, investigar y capturar criminales y asesinos de las calles de México. Otro ejemplo del nivel tan pobre de depuración y supervisión entre elementos policíacos es el apartado –en el mismo informe de Gobernación- de los casos consignados: “Se puso a disposición del Ministerio Público Federal y del Fuero Común a 91 integrantes de la corporación policial, con el propósito de sancionar la comisión de actos de corrupción. Se presentaron 412 denuncias penales en contra de integrantes de la corporación policial, entre las que destacan 393 por uso de documentos falsos y fraude, cuatro por ejercicio indebido del servicio público y peculado; ello derivó en la consignación de 89 elementos ante jueces penales federales, mismos que libraron 60 órdenes de aprehensión. Por su parte, el Órgano Interno de Control en la PF realizó 16 auditorías aplicadas a distintas áreas de la corporación policial. Se aplicaron 1,011 sanciones a 946 servidores públicos de la PF”. Nada pues, en comparación con los 431 mil 246 Policías en el País, que ejercen su labor sin haber sido evaluados correctamente para ello. En los últimos meses, en varios estados de la República Mexicana, Policías Federales, Estatales y Municipales han caído a manos del narcotráfico y el crimen organizado. En Baja California, en los últimos cinco días han matado a tres y la alerta está al máximo. No todos son Margarito Saldaña. Tampoco Juan Ramón Velázquez. Pero sí es evidente, por las cifras de Gobernación y la pobreza en la evaluación, que estamos en manos de Policías no adecuados para protegernos del crimen organizado que está mejor armado y tiene mayores recursos para corromper Matar Policías en México, se está convirtiendo en un juego de poder para delincuentes agrupados –en su mayoría por el narcotráfico- en el País de la impunidad que Enrique Peña Nieto no quiere, no puede o no le interesa corregir.

Expediente Verde: Castigar o institucionalizar la corrupción

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Casualmente en épocas preelectorales y en años recientes, algo pasa con el Verde. Si no descubren a Arturo Escobar con más de un millón de pesos en efectivo en un aeropuerto, previo a la elección de 2009, encuentran una liga de Jorge Emilio González con la muerte de una chica en 2011, o en 2015, antes de junio, la exigencia de partidos y ciudadanos de retirarle el registro al Partido Verde Ecologista de México, ante la violación sistemática de las reglas electorales. Hoy día, la Procuraduría General de la República que encabeza Arely Gómez, colaboradora de Enrique Peña Nieto, a través de la FEPADE (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales), ha consignado a un juez federal un expediente para solicitar una orden de aprehensión por delitos electorales, el cual es considerado una falta grave que alcanza de 5 a 15 años de prisión, sin fianza. La averiguación que sostiene el expediente consignado al Juzgado se apertura por una denuncia que interpuso el Partido Acción Nacional -también el Partido de la Revolución Democrática- luego que revelaron una estrategia del PVEM para la elección de 2015 a diputados federales, donde los Verdes realizaron un padrón de votantes que recopilaron de una encuesta que hicieron con un centro de llamadas masivas. A esas personas, posteriormente les hicieron llegar una tarjeta de descuento en centros de productos y servicios, y además, el plástico contenía la leyenda “Gracias por ser Verde”. De eso es probable que Usted recuerde algo. Muchos ciudadanos denunciaron públicamente cuando sin pedirlo, sin registrarse y por supuesto sin activar una membresía, a sus casas comenzaron a llegar las tarjetas verdes. Dicha acción elaborada en la cúpula del Partido Verde Ecologista de México y encabezada por Arturo Escobar, hasta el miércoles 25 de noviembre subsecretario de Prevención del Delito en la Secretaría de Gobernación, constituye un delito en el Artículo 15 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, “que castiga a quien destine o reciba aportaciones de dinero o en especie a favor de algún precandidato, candidato o partido, cuando exista una prohibición legal para ello”. La sanción: “Se impondrá de mil a cinco mil días multa y de cinco a quince años de prisión al que por sí o por interpósita persona realice, destine, utilice o reciba aportaciones de dinero o en especie a favor de algún precandidato, candidato, partido político, coalición o agrupación política cuando exista una prohibición legal para ello, o cuando los fondos o bienes tengan un origen ilícito, o en montos que rebasen los permitidos por la ley. “La pena prevista en el párrafo anterior, se aumentará hasta en una mitad más cuando la conducta se realice en apoyo de una precampaña o campaña elector”, indica el artículo. Increíblemente la PGR ha actuado con celeridad. Es decir, en este caso sí ha sido expedita en la elaboración de la averiguación, en la consignación al juez y la solicitud de orden de aprehensión, todo en menos de nueve meses. Pero hay un problema: que Escobar no fuese advertido, y que de hecho al hacer pública la solicitud de orden de aprehensión en su contra, le adviertan de lo que viene. Vamos, lo primero no se entiende porque la PGR está en la misma estructura del empleador de Arturo Escobar, el Gobierno Federal. Y lo segundo, porque las solicitudes de órdenes de aprehensión se hacen en sigilo, precisamente para que los presuntos criminales no huyan del país, como podría ser el caso. Lo otro sospechoso es que apenas en septiembre, el Presidente Enrique Peña Nieto nombró a Escobar como titular de la Subsecretaría de Prevención del Delito en la Secretaría de Gobernación, y a pesar de la inconformidad social, de las miles de firmas recolectadas para dar marcha atrás a la designación y las manifestaciones físicas que hubo, tanto el Presidente como el secretario de Gobernación lo mantuvieron en el cargo. El propio Arturo Escobar dijo que él no se iría hasta que el Presidente así lo decidiera… y pues parece que de una forma poco extraña, ya lo decidió. A partir que se filtra la solicitud de orden de aprehensión contra Escobar, que de hecho se da a conocer por “alguien” del Gobierno Federal, éste se ve “obligado” a renunciar… O el Presidente esta vez sí castigará la corrupción, lo cual se antoja fantasioso, o el expediente contra Escobar y otros empresarios -los que emitieron los plásticos y los repartieron- acaso forma parte de una estrategia política para institucionalizar el actuar de los Verdes y del propio Peña en el pasado. Los mexicanos nunca debemos olvidar que la generosa repartición de tarjetas Monex durante la campaña presidencial de 2012 no constituyó delito alguno, por lo que uno se pregunta qué más puede pasar con los plásticos del Partido Verde, eterno aliado y comparsa del PRI, el mismo partido que dejó a Enrique Peña Nieto enquistado en Los Pinos. ¿Usted qué cree?

18 años de injusticia

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Noviembre fue un mes determinante en la vida de Jesús Blancornelas, codirector fundador de ZETA. Nació un 14 de noviembre de 1936 y fue víctima de un atentado homicida -que falló en su contra pero cobró la vida de su escolta Luis Valero- el 27 de noviembre de 1997. Esa lluviosa mañana de jueves, Don Jesús salió de su casa a las oficinas de ZETA en una camioneta conducida por Valero y fueron emboscados por dos comandos armados. Luis cayó ante las balas de los sicarios y Blancornelas recibió cuatro balazos. Sobrevivió porque el encargado de rematarlo, David Barrón Corona “El C.H.”, fue asesinado por sus cómplices en el fuego cruzado. Nueve años después, el  23 de noviembre de 2006, Jesús Blancornelas falleció víctima de una enfermedad, expiró sin que las autoridades detuvieran, ni castigaran a los criminales que ordenaron su muerte, sin que las procuradurías investigaran ni consignaran a los hombres que lo balearon -asesinaron a Valero- y  mermaron la salud del periodista, quien defendió con la vida su línea editorial libre de ataduras, en acompañamiento con la sociedad, sin más compromiso que la búsqueda de la verdad. Combativo hasta el último suspiro, expuso sin distingos lo mismo a políticos que funcionarios corruptos, narcotraficantes y narcopolíticos. Como precursor del periodismo de investigación en el noroeste del país, Blanco se convirtió en punto de referencia  por la eficiencia y efectividad de sus trabajos editoriales, por su honestidad y ética laboral; valores y características que las autoridades investigadoras que llevaron y llevan el expediente por la muerte de Valero y su atentado, están muy lejos de conocer. Desde 1998, tres funcionarios, uno de la Procuraduría General de la República, otro de la Procuraduría de Baja California y el tercero de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, informaron los nombres de nueve asesinos presentes en el atentado. De esa lista, David Barrón Corona  quedó muerto en la escena. Alberto González Ortega y Fabián Martínez  fueron asesinados en años posteriores sin que las autoridades ministeriales promovieran órdenes de aprehensión en su contra por el ataque al periodista. Marcos Arturo Quiñónez Sánchez “El Pato”, el único acusado formalmente del ataque, fue exonerado de estos cargos por el Juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales en Toluca, Estado de México, en septiembre de 2013. El argumento para dejarlo impune, fue el desaseo, la incapacidad y corrupción de los agentes ministeriales en la integración de la averiguación. Actualmente solo purga una pena por delincuencia organizada. En cuanto a los otros cinco presuntos responsables, hoy viernes 27 de noviembre se cumplen 18 años de que gozan de total impunidad, burlándose del sistema, de la autoridad  y de las familias de las víctimas. Alfredo Araujo Ávila “El Popeye” y  Antonio Peña Huerta y/o Adelaido Reyes “El Lalo”,  fueron detenidos en 2008 y 2009. Se desconoce si siguen presos o fueron liberados, pero se sabe que la autoridad ni siquiera se molestó en interrogarlos o fincarles responsabilidad por el atentado a Blancornelas y la muerte de Valero. En cuanto a Alejandro Weber Barrera, Michael Anthony Jarboe, e Isaac Guevara Hernández, han gozado de libertad por 18 años sin que se finquen cargos en su contra. Benjamín Arellano Félix, cabeza del cártel y autor intelectual de los delitos cometidos por sus secuaces, preso en Estados Unidos, tampoco ha sido acusado, vamos, ni siquiera investigado por la cobarde agresión armada contra el periodista y su compañero.  Los ex Presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón no cumplieron con su responsabilidad de brindar a los deudos paz y justicia, como tampoco lo hicieron en su momento los ex fiscales Jorge Madrazo, Rafael Macedo, Daniel Cabeza de Vaca, Eduardo Medina, Arturo Chávez y Marisela Morales. Este sexenio no se ve mejor, baste reiterar que fue en el presente Gobierno Federal bajo la administración ministerial de Jesús Murillo Karam, que Arturo Quiñónez fue liberado de los cargos y en unos días, en diciembre 2015, recuperará la libertad. Más allá del mencionado revés, el actual Presidente y su procuradora siguen siendo las autoridades obligadas a generar condiciones de seguridad y defender a los ciudadanos honestos contra estos criminales. Por eso reiteramos nuestro reclamo al licenciado Enrique Peña Nieto y a la licenciada  Arely Gómez González, de investigaciones profesionales y órdenes de aprehensión contra los presuntos responsables. Exigimos respeto y justicia para nuestros muertos, al tiempo que compartimos el dolor con las familias de los miles de mexicanos asesinados violentamente, que se acumulan en este México de sangre, ante la impericia y corrupción de autoridades que parecen esforzarse en exponer discapacidad y ausencia de empatía.

El ego del Gobernador (O el culto a la personalidad)

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El mismo día que sin una justificación oficial, válida y de peso, el Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, dejó plantados a los secretarios de Seguridad Pública que en Tijuana realizaron su reunión regional conjunta Noroeste-Occidente, Kiko Vega inauguró en el Centro Estatal de las Artes de esta ciudad, una pintura de Ángel Alfonso Valenzuela Ramos, que tiene como figura central, la imagen del mandatario. En efecto, la obra de arte se encuentra en instalaciones propiedad del Gobierno del Estado, y refleja una imagen de desolación. En primer plano un desierto terregoso color naranja, con sus respectivos cactus, escenario de nueve figuras humanas de espalda que se aprecian en el abandono. Sin ropas visibles, delgados todos, parecen estar expectantes a un cielo azul rematado con cerros también de colores vivos, sobre los cuales, en lugar del sol que da sombra a las endebles figuras, destaca la imagen del Gobernador Francisco Vega. Vega fue pintado con su clásica vestimenta. Camisa azul a rayas, chamarra, gesto fruncido, adusto, observa a los flacos personajes que a lo lejos parecen saludarle. Los ve sin vida en su mirada. El retrato del Gobernador con su pelo rubio y su característico bigote, está en la parte superior derecha del cuadro obra de Valenzuela Ramos, conocido en el mundillo cultural como Val-Rá. No se ha aclarado si la obra fue encargo del Director del Centro Estatal de las Artes en Tijuana, José Aguirre Lomelí -muy dado a eternizar en obras pictóricas a los personajes de la vida política y social del Estado-, o si fue una ocurrencia del pintor, o acaso ordenada por otro funcionario que pretendió quedar bien con el Ejecutivo estatal. Lo que sí, es que el solo hecho de ubicar la obra en un edificio oficial, inaugurarla acompañado de alcaldes y otros funcionarios, hace de Francisco Vega un gobernador propenso al culto a la personalidad. Vaya, está compitiendo con esta acción política y moralmente incorrecta -aprovechar los espacios oficiales para promover su figura- con quien fue Gobernador de Baja California pero del PRI en los ochenta, Roberto de la Madrid Romandía. Le explico. En 1982, el Gobernador Roberto “Bob” de la Madrid inauguró en la Zona del Río, acompañado del Presidente de la República, José López Portillo, el monumento de un charro montado a caballo. Lo instalaron en la glorieta frente a Palacio Municipal, donde hoy día una figura de Miguel Hidalgo engalana la glorieta del Paseo El Centenario. Pero hace 33 años, la obra del charro tenía dos peculiaridades: primero, el rostro había sido esculpido a imagen y semejanza de López Portillo. Segundo, aun cuando la versión oficial fue que el Gobierno del Estado pagó 8 millones de pesos por la obra, el escultor Humberto Peraza Ojeda, comprobó con documentos que él cobró y le pagaron, 5 millones de pesos… Nunca se supo quién del gobierno de Bob de la Madrid, se quedó con 3 millones. Aquel gobierno de extracción priista había ejercido al máximo el culto a la personalidad al que son tan afectos los políticos de todas las épocas. Pero ni la ciudadanía ni los gobiernos futuros habían de quedarse tranquilos. Años después, la estatua del charro con rostro de López Portillo fue cambiada de lugar. Enviada a un almacén primero, al Ejido Chilpancingo después, al Bulevar Industrial en Otay más tarde y hasta a Playas de Tijuana fue a parar. La inconformidad de la sociedad, fue -aparte de los 3 millones de sobreprecio que no se sabe dónde quedaron-  que se utilizara recurso y espacio oficial para honrar a José López Portillo. Incluso hubo pintas de inconformidad. Pero eso no fue todo. Roberto de la Madrid fue más allá. Por los mismos años inauguró en una de las esquinas más céntricas y concurridas de Mexicali, una estatua a Lázaro Cárdenas. “El Tata” aparecía en lo alto, y dos ciudadanos, un hombre y una mujer, le presentaban honores. Justo en la esquiva de Lázaro Cárdenas y Bulevar Benito Juárez, muy cerca de la Universidad Autónoma de Baja California, fue inaugurada la obra. No pasó mucho tiempo hasta que ciudadanos se dieron cuenta. Las dos personas que complementaban la escultura de Cárdenas, tenían los rostros de los dos hijos de Roberto de la Madrid… otra vez, el ego político. El culto a la personalidad. A diferencia del exiliado charro José López Portillo de Tijuana, que fue cambiado de lugar, a la estatua de Lázaro Cárdenas se le hicieron modificaciones para quitar los rasgos de los hijos del entonces Gobernador a las estatuas. Pero vaya, 33 años después, tras ser derrotado el PRI en el Gobierno del Estado y el PAN ocupar la oficina gubernamental principal, las viejas costumbres regresan a Baja California. Con Francisco Vega el culto a la personalidad ha llegado a su máxima expresión. Si Bob de la Madrid quiso rendir honor al Presidente de la República y a sus hijos, Kiko Vega lo hizo a sí mismo. Pues aun cuando él no hubiese ordenado la obra, como mandatario responsable, pudo solicitar no ser exhibida en un edificio oficial, o pudo negarse a inaugurar una obra donde él es el personaje principal, y que además, retrata el panorama desolador de los bajacalifornianos en este momento, y lo erige a él como un frustrado salvador. O el ego del Gobernador es mayor al que fue de Roberto de la Madrid, o quizá cree Vega que es justo honrarse a sí mismo, y que la ciudadanía estará tranquila y complaciente con la oficiosa obra del pintor tijuanense, al que dicen, no le pagaron por su trabajo. Por cierto, la obra se titula “El Mandato”…

Que se vayan los funcionarios

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Los partidos políticos mexicanos y sus filiales bajacalifornianas estás secuestrados por pequeños y voraces grupos de poder. Familias, compadres y equipos de amigos, que se auto favorecen otorgándose empleos en gobierno, contratos millonarios –violando la Ley de Responsabilidades– y en tiempos electorales como los que se avecinan, se reparten las candidaturas. Les evidencias muestran que a las organizaciones políticas, llámese PRI, PAN, PRD, incluso los pequeños como el Partido Estatal de Baja California –que funciona como franquicia familiar– y otros, a la hora de elegir a sus tiradores a regidores, diputados, alcaldes, gobernadores, o Presidente, lo único que les vale es su cercanía con el grupo de poder. Importa un bledo la honestidad, la ética, la dignidad, la humildad del ser humano, y sí, amable lector, sabemos como usted, que esos valores son difíciles de encontrar en un político, pero somos positivos, además creemos y sabemos que pese a los gobernantes actuales, todavía hay gente de valor incluso en los partidos, el problema es que no se manejan en los círculos de corrupción que definen las candidaturas. En este punto, ni hablar de la importancia que debería tener la capacidad profesional, su sentido de justicia para reconocer, respetar y hacer valer los derechos de la ciudadanía, la responsabilidad, solidaridad, perseverancia, pluralidad, apertura al diálogo etcétera, etcétera. Infortunadamente se ha convertido en regla que las elecciones internas de los partidos también sean manipuladas, y se compren los votos de las bases –sobre todo la gente nueva de padrones inflados–, y estos votos favorezcan al candidato que les ofreció puestos en el gobierno, les otorgó o les prometió beneficios a través de los programas gubernamentales, incluso les entregó billetes. Los más perezosos y abusones, incluso están tratando de colocarse como primer regidor o candidato plurinominal para llegar facilito y en automático.  Lo más indignante e irónico es que todo ese recurso que se usa para comprar voluntades no es de los políticos, sabemos que sale del erario, de sus impuestos, de su bolsillo, del monedero de las madres de familia y todos los bajacalifornianos que pagan impuestos. En un vano intento por evitar este abuso del recurso público que favorece una posición de privilegio al buscar candidatura a ciertos personajes, las leyes electorales han incluido artículos que obligan –no a todos, solo a ciertos funcionarios principalmente electos– a separarse del cargo que ya tiene, 90 días antes de que inicien la campaña por el nuevo cargo que desean. Al final la medida es pueril porque igual con la cargada de los gobiernos y grupos de poder tras de ellos, en sus campañas siguen gastándose el dinero del pueblo después que renuncian. Entonces, en esas condiciones que tanto los favorecen, lo menos que se podría esperar de los funcionarios actuales –del PAN, PRI, PRD, PEBC y demás– que suspiran por algún puesto de elección popular con oneroso sueldo, sería un  poco de vergüenza y decoro, que deberían demostrar renunciando al puesto que ostentan actualmente, sin esperar hasta el 5 de enero de 2016, que es el plazo marcado por la Ley o por sus jefes. Resulta evidente, porque los diversos medios de comunicación dan cuenta del cómo, algunos funcionarios públicos andan descaradamente encampañados. Sea descuidando el trabajo por el que se les paga, o usando su puesto para beneficiar sus aspiraciones políticas Saúl Guakil, Julio Felipe García, Gilberto Covelli, René Mendívil, Marco Antonio Bolaños, funcionarios del PRI; Carlos Torres, Ricardo Magaña, Arnulfo Guerrero, Gustavo Sánchez, Alfa Peñalosa, funcionarios del PAN; Jorge Núñez del PEBC, Armando Ledezma Reyes del PT, por mencionar algunos porque la lista sigue. Entonces señores y señoras a defínanse, si de verdad quieren, si creen que pueden, que tienen lo necesario, dejen de abusar del erario y de los ciudadanos que les pagan, salgan de la cobija del gobierno y jueguen limpio, o quédense y evidencien que son aspirantes vacíos sin más mérito que formar parte de los círculos de poder que se reciclan aceitados por la corrupción del estado. 

Otra lista (para quedar igual)

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Pasándose de listos, en un hecho inédito, diputados del PRI controlados -todavía, pues entonces Chris López no había tomado las riendas del tricolor- por René Mendívil, denostaron la lista que desde el Tribunal Superior de Justicia les hicieron llegar para la selección de un Magistrado que integre ese poder. Aliado con Enrique Acosta Fregoso, apoyado aun cuando por otros intereses, por el diputado Juan Molina, e incluso por algunos panistas que fueron lampareados, Mendívil se encargó de que ninguno de los cinco aspirantes que aprobaron los tres exámenes -una en el formato original, cuatro en una segunda evaluación- obtuviera la mayoría de votos (17) para ser nombrado Magistrado. La grilla política, electoral, judicial y de partido la inició Mendívil incluso antes que la lista llegara al Congreso, cuando solo una de 25 originales aspirantes había pasado los tres exámenes, el teórico, el práctico y la presentación. Se trató de la jueza Lourdes Molina, de quien Mendívil dijo, era recomendada del Secretario de Finanzas, Antonio Valladolid, y del hijo del director de El Mexicano, Eligio Valencia Alonso. Esa presunción, no necesariamente una realidad, fue suficiente para que el diputado priista denostara la capacidad de la jueza y forzara, junto con sus diputados afines, impulsar a dos aspirantes que aprobaron en la reevaluación: Víctor Flores y Marcelino Zepeda. Los otros dos aspirantes, de plano, no tenían ni oportunidad desde el punto de vista del legislador. En un escenario político, de una elección interna de partido, de una selección de jefe de sector o de representante de partido, la estrategia de Mendívil sería adecuada, finalmente en los institutos políticos no están los más capaces ni los más preparados, sino los mejores conectados, los que tienen más relaciones y están cerca del poder central; pero cuando se trata de la selección de un representante de uno de los tres poderes que integran el Estado Mexicano, la actitud pandilleril asumida por el priista refleja la pobreza en las representaciones populares y los intereses ajenos a la justicia y la equidad, que debieran imperar en las decisiones de un Congreso cuyos miembros fueron electos para representar a los gobernados, no para defender causas personales o intereses particulares. Debido al poco compromiso que los diputados encabezados por Mendívil tienen por el derecho y el recinto camaral, por primera vez una lista fue regresada al Tribunal. Y no refleja este acto un escenario de competencia feroz entre aspirantes capaces que, de tan preparados, dividen opiniones, sino una lucha feroz desde el Poder Legislativo para controlar al Poder Judicial. “La decisión en el Congreso se politizó”, dijo acerca de la acción de regresar la lista al Tribunal Superior de Justicia, Jorge Armando Vázquez, Presidente de dicha instancia y titular del Poder Judicial en Baja California. Pero como la medida fue legal… Vaya, los diputados actuaron con el interés que si no ganaban a la primera cualquiera de sus dos candidatos, mejor tronaban el proceso, para lo cual estaban facultados, ahora en el Tribunal deberán reponer el proceso en general. Hace unos días, otra vez se publicó la convocatoria dirigida a los especialistas del Derecho para que se inscriban y participen en la selección de un Magistrado para el Tribunal Superior de Justicia de Baja California. Para llevar a cabo el proceso y la integración de una nueva lista. En el Poder Judicial tienen 30 días, ni uno más. En ese lapso recibirá las nuevas solicitudes, supervisará validez de documentos, entrevistará a los postulantes, realizará el examen psicométrico, el de valores, el de conocimientos, el práctico, la entrevista y quienes aprueben todos, sus nombres serán integrados a los cinco de la lista que fue rechazada por el Congreso del Estado. De esa nueva lista, cuyo orden se integrará en primer lugar a quien más puntaje tenga, considerando todos sus méritos y resultado de exámenes, y de ahí el resto de los participantes, los diputados deberán votar otra vez y otorgarle a uno los 17 votos necesarios para convertirse en Magistrado. Pero si los diputados, como fue el caso del jueves 5 de noviembre de 2015, no se ponen de acuerdo y truenan una vez más la votación para que ninguno alcance la mayoría, la Ley indica que de esa segunda lista, en automático, al no haber acuerdo entre los legisladores, se nombra Magistrado al primero de la lista y punto. ¿Y quién está hasta el momento en primero de la lista? Marcelino Zepeda, uno de los dos candidatos de René Mendívil y Enrique Acosta. Es decir, no lo aprobaron en la primera ocasión y si en la segunda no se ponen de acuerdo, será Magistrado y ya. A pesar que en la evaluación original no aprobó el examen práctico.  Por supuesto, el primer lugar de la lista no lo tiene asegurado el juez de Ensenada, falta ver que de los nuevos aspirantes alguno obtenga una mejor puntuación, o los números de los que ya fueron seleccionados se muevan. Pero la estrategia del priista ha funcionado -de no moverse la tabla- para en la segunda ocasión, ahora sí, ubicar en el Poder Judicial a un aliado (con respeto para el juez Zepeda, a quien han arropado los priistas). Entonces legará Mendívil, un Poder Judicial infiltrado por la política y la negociación, justo antes de renunciar a la diputación para dedicarse de lleno a su aspiración -ya frustrada en tres ocasiones- de ser candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Tijuana.

Mando Único y “la mala idea”

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El 9 de noviembre de 2015, la administración del Presidente Enrique Peña Nieto respondió a los legisladores federales panistas y sus líderes, cuando el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, firmó con el gobernador Silvano Aureoles la puesta en marcha del Mando Único en el conflictivo Estado de Michoacán De los 113 municipios michoacanos, aproximadamente 20 continuaron sin adherirse al convenio, y para los opositores, Osorio advirtió que no recibirán apoyo de las fuerzas federales si no se profesionalizan, lo que sea que esto signifique. Esto sucedió seis días después de que el dirigente nacional panista Ricardo Anaya, el senador Roberto Gil Zuarth y el diputado federal Jorge Ramos, rechazaran en representación de los panistas del país, la implementación del Mando Único, al que calificaron como una “mala idea”, mientras anunciaban que presentarán una reforma constitucional que propone una reingeniería a todo el sistema nacional de seguridad pública. En este punto vale recordar que la mencionada “mala idea”,  originalmente fue hecha  pública por el ex Presidente de la República de extracción panista Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), y lo dejó por escrito el 7 de octubre de 2010  cuando remitió al Congreso la iniciativa para crear el Mando Único -aprobada por los diputados y congelada por los senadores-, aunque era una inquietud que manifestó desde 2008. Luego de cinco años, después que el Presidente priista Enrique Peña reciclara la idea -la incluyó en sus propuestas de reforma seguridad y justicia remitidas al Congreso en noviembre de 2014-, es rechazada por los panistas. Lo  que desacredita bastante esta postura de los albiazules fue que los encargados de echar tierra sobre el modelo de Policía Unificada fueran precisamente Gil Zuarth, ex secretario particular de Calderón, y Jorge Ramos Hernández, ex alcalde de Tijuana (2007-2010), quien en aquel momento apoyó la propuesta calderonista, al punto de participar activamente en la implementación del primer Mando Único, el cual funcionó en todo Baja California, aunque tuvo sus  únicos resultados en Tijuana. No era oficial porque no estaba en Ley, pero se unieron voluntades. De hecho fue a la llegada del ex gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán en 2007, que entregó una carta formal al entonces Comandante de la II Zona Militar, General Sergio Aponte Polito, para que lo apoyara en el combate al crimen y se convirtiera en el Mando que coordinó a todas las corporaciones del Estado, cargo que más adelante ejercería a cabalidad el General Alfonso Duarte Mújica, quien encabezó el Grupo Coordinación de 2008 hasta su salida en 2012, cuando llegó a la administración peñista y sacó al Ejército de la jugada. Durante esos cinco años con pros y contras -y denuncias de violaciones a derechos humanos-, la voluntad y coordinación del secretario de Seguridad estatal, Daniel de la Rosa; los de Tijuana, Julián Leyzaola y Alberto Capella; el procurador Rommel Moreño y los Generales, marcó una diferencia en el combate al crimen organizado. Y se convirtió en uno de los ejemplos más socorridos en los discursos de Calderón, pero el diputado Ramos y el senador Zuarth parecen haberlo olvidado. Ahora acusan que es un “modelo insuficiente”, cuando en términos reales ni siquiera se ha aplicado y lo más peligroso, regulado en términos reales, pese a su funcionamiento en algunos municipios y Estados del país. Vale el análisis, es cuestión de esperar para ver el contenido completo de la propuesta, pero ciertamente, el argumento de que los alcaldes perderán poder en sus municipios, tiene sentido pero es insuficiente  Por su cercanía con la ciudadanía y los criminales -los bajos sueldos, la falta de capacitación, la no depuración- está corroborado que las Policías municipales de México están corrompidas. De acuerdo con el estudio 2015 presentado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el 90 por ciento de los ciudadanos tacha de corruptas  a la corporaciones policiacas. Y por si al Lector le interesa, el 91% se manifestó molesto por la corrupción de los partidos, y el 83% por la descomposición del Poder Legislativo. Ahora recuerde la participación de las Policías municipales en la desaparición de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, y el reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública: el 47% de los agentes de 149 municipios que hicieron pruebas de destreza policíaca  y conocimiento durante 2014, reprobaron. En un México donde el crimen organizado y el narcotráfico, controla y participa en todas las actividades delictivas, amenaza, compra y asesina políticos, donde los tres órdenes de gobierno se lanzan unos a otros la bolita, urge identificar un responsable que tenga la obligación de responder y corregir las fallas, de optimizar los recursos, de atender la depuración y capacitación de los oficiales y dignificar su labor.     El problema es demasiado grave para cambiar de opinión respecto a una propuesta, dependiendo del partido del promovente. En la dinámica de la política mexicana, además de robar del presupuesto el dinero destinado a los pobres y los grupos vulnerables,  uno de los actos más mezquinos es politizar la seguridad. Hay demasiadas víctimas de por medio, homicidios, secuestros, extorsiones, robos, para que los gestores del poder jueguen en dos bandos. No se vale que intenten vender políticamente opiniones, sólo por conveniencias partidistas.

2 de noviembre

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Un día como ése, pero de 1979, las huestes de la Confederación de Trabajadores de México que manejaban la maquinaria en la prensa del diario vespertino abc en Tijuana, fueron instruidas por el Gobierno del Estado de Baja California, para irrumpir en la administración del periódico y, a la larga en juicios, acabar con él. El diario lo dirigía Jesús Blancornelas y el Gobierno Roberto de la Madrid. A la postre, acompañado de Héctor “El Gato” Félix Miranda y otros periodistas independientes como ellos, fundarían el semanario ZETA meses después, justo en abril de 1980. Pues por alguna razón, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) determinó en el año 2014 y por primera ocasión, que el 2 de noviembre sería el Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas. Justo pues, y ya a título personal y de interés de esta Editorial, que un Gobierno arrebató un diario a periodistas independientes encabezados por don Jesús Blancornelas, hecho que incluso le llevó al exilio en los Estados Unidos, apoyado por la organización Amnistía Internacional durante dos años, hasta haber librado los problemas legales que Sindicato y Gobierno le crearon para reprimirle su libertad de expresión. Justo también el 2 de noviembre cuando en México, se celebra el Día de Muertos, el mundo lo toma como el Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, y nos toca en un país considerado como uno de los de mayor riesgo para el ejercicio del periodismo. De acuerdo a la organización Artículo 19, durante el sexenio de Felipe Calderón se documentaron mil 92 agresiones contra periodistas y 54 fueron asesinados; y en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto, han registrado 656 agresiones contra periodistas, y 10 han sido asesinados. Mientras el CPJ (Comité para la Protección de los Periodistas) señala que México es el quinto país con más periodistas asesinados en el mundo, donde en la última década han sido asesinados más de 80 periodistas y 17 han sido desaparecidos. El nivel de impunidad, de acuerdo al CPJ y a Artículo 19, en los casos de crímenes contra periodistas, ronda el 98 por ciento. Poner un alto a la impunidad en este sentido es pues, de extrema urgencia. Este 2 de noviembre de 2015 en la Ciudad de México la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que comanda el licenciado Luis Raúl González Pérez realizó la conmemoración del día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas; lo hizo en el espléndido Polyforum Siqueiros, y ZETA fue invitado en mi persona, a participar en el foro Libertad de Expresión en México. Siendo el propósito de la reunión poner un alto a la impunidad a los crímenes contra periodistas, la oportunidad fue para recordar nuestros casos. Nuestros muertos a quienes en esta oficina se recuerda esta semana con un altar de muertos, y de manera permanente con la adopción de sus compromisos, sus principios y su ética para continuar ejerciendo, con la venia de nuestros lectores y sociedad, la libertad de expresión. El caso de Héctor Félix Miranda, asesinado por dos escoltas de Jorge Hank Rhon –hoy los dos en libertad y de nueva cuenta trabajando para Hank– que permanece impune al no haber juzgado al autor intelectual del crimen, que siempre ha sido ubicado en calidad de sospechoso, precisamente, Hank Rhon. El atentado a Jesús Blancornelas en 1997 y donde arrebataron la vida a Luis Valero, en cuyo caso la Procuraduría General de Justicia de Baja California y la propia CNDH, concluyeron la participación de nueve sicarios del cártel Arellano Félix, de los cuales ninguno está en prisión por el atentado al periodista y los hermanos han sido extraditados o han fallecido. Y el sensibilísimo caso del asesinato del licenciado Francisco Javier Ortiz Franco en 2004 a manos de sicarios del mismo cártel y crimen por el que nadie, ninguna persona ha sido procesada, mucho menos encarcelada y sentenciada. Los casos de ZETA, como los del 98 por ciento de los periodistas asesinados, atacados o amenazados en México, permanecen en la impunidad, ante un Gobierno Federal, hoy administrado por Enrique Peña Nieto, que carece de compromiso para preservar la libre expresión y ejercer el Estado de Derecho para perseguir, procesar y sentenciar a los asesinos, de miles de mexicanos y de cientos de periodistas. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez hizo el mismo llamado a acabar con la impunidad, y presentó un programa de protección a periodistas llamado “Alerta 6” (en relación al Artículo 6 de la Constitución, que garantiza la libre expresión), que consiste en un sistema de apoyos, protección, supervisión y seguimiento para llevar tranquilidad y justicia a los periodistas en riesgo. Cualquier voz es importante cuando de hacer un llamado a la justicia se trata, especialmente cuando esa expresión se da un 2 de noviembre, Día de muertos.

Un paso hacia la legalización de la mariguana

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(EDICIÓN IMPRESA) La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de conceder el amparo a cuatro personas para que puedan hacer uso y consumo de cannabis con fines lúdicos y recreativos es un paso para el cambio de paradigma sobre las drogas en México; sin embargo, el proceso para despenalizar o legalizar la popular hierba aún tendrá que seguir un largo camino. Así lo consideran expertos en seguridad internacional como el español Jesús Pérez Caballero y otros académicos del ámbito nacional; mientras que, funcionarios del gobierno federal como la secretaria de Salud, Mercedes Juan López; el consejero jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos; y hasta el presidente Enrique Peña Nieto, no quisieron entrar en polémica sobre el tema y solo manifestaron su respeto a la decisión del máximo órgano de justicia del país. En tanto, en el sector privado, antes y después del veredicto de la Corte, grupos de consumidores y simpatizantes de que se destrabe la prohibición al uso de la mariguana, así como padres de familia han realizado manifestaciones y plantones en diversas partes del país. Incluso a las afueras del recinto de justicia. Unos a favor. Otros en contra. Con sus propios argumentos.   La resolución de la SCJN El miércoles 4 de noviembre, la Primera Sala de la SCJN resolvió el amparo en revisión 237/2014, a propuesta del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. En este asunto se determinó que debe otorgarse autorización a la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), personificada por cuatro integrantes, para el consumo personal de mariguana, sin que ello constituya una autorización para su comercialización, ni para el consumo de otros estupefacientes y psicotrópicos. La sentencia se originó de una solicitud de los quejosos a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para les otorgara una autorización para consumir mariguana de forma regular y personal, con fines lúdicos o recreativos y realizar las actividades correlativas al autoconsumo (sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer, transportar y en general todo acto relacionado con el consumo lúdico y personal de mariguana). Los peticionarios aclararon que su solicitud excluía expresamente “los actos de comercio, tales como la distribución, enajenación y transferencia de la misma”. La Cofepris negó la autorización solicitada al considerarla inviable. Los integrantes de SMART promovieron un amparo indirecto, ante un juez de distrito, argumentando que el libre desarrollo de la personalidad da cobertura a la decisión de consumir mariguana para fines lúdicos. La protección judicial les fue negada, por lo que los quejosos recurrieron ante el órgano supremo de justicia. Al dictarse la sentencia, proyecto del Ministro Arturo Zaldívar que contó con cuatro votos a favor y uno en contra, se estimó que “el derecho fundamental en cuestión permite que las personas mayores de edad decidan sin interferencia alguna qué tipo de actividades recreativas o lúdicas desean realizar, al tiempo que también permite llevar a cabo todas las acciones o actividades necesarias para poder materializar esa elección”. Sin que lo anterior signifique que tal derecho no pueda ser limitado para proteger objetivos de la Constitución mexicana, como la salud y el orden público. El fallo destaca que el sistema de prohibiciones tal como está configurado no es una medida necesaria para proteger la salud y el orden público, pues existen otras alternativas para alcanzar dichos objetivos que afectan en un menor grado el derecho al libre desarrollo de la personalidad. En sus razonamientos, el fallo señala que la medida impugnada impide el consumo de mariguana en cualquier circunstancia cuando, para alcanzar los fines que pretende, podría limitarse a desalentar ciertas conductas o a establecer prohibiciones en supuestos más específicos, como manejar vehículos o instrumentos peligrosos bajo los efectos de la substancia, consumirla en lugares públicos o prohibir que menores de edad la consuman. Aunque se reconoce que el legislador puede limitar el ejercicio de actividades que supongan afectaciones a los derechos que protege nuestra Constitución, en el caso “no se encontró que tales afectaciones fueran de una gravedad tal que ameriten una prohibición absoluta a su consumo, por lo que la prohibición resulta inconstitucional”. La resolución establece que “la posibilidad de decidir responsablemente si se desea experimentar los efectos de esa sustancia a pesar de los daños que esta actividad puede generarle a una persona, pertenece al estricto ámbito de la autonomía individual protegido por el derecho al libre desarrollo de la personalidad”. Esta sentencia –aclararon los ministros– solo beneficia a los quejosos y tiene como efecto que se les otorgue la autorización que solicitaron para la realización de las actividades relacionadas con el autoconsumo, sin incluir la comercialización, en el entendido de que el ejercicio del derecho no debe perjudicar a terceros.   El “no pasa nada” La sentencia emitida por la Corte no dejó satisfechos del todo a los propios beneficiados por la protección del amparo, pues consideran que pudo haber sido mejor; menos aún satisfizo a la Unión Nacional de Padres de Familia que ya se manifestaba antes de la discusión sobre el tema y habían reunido más de 19 mil firmas para expresar su inconformidad contra del uso de la droga. La secretaria de Salud, Mercedes Juan López, salió a declarar la misma tarde del histórico fallo que el hecho de que la SCJN haya otorgado a cuatro miembros de SMART un amparo para el cultivo y autoconsumo de la mariguana con fines recreativos, no significa que se trate de una legalización, ni tampoco la autorización para producir y comercializar el enervante. Más tarde, el presidente Enrique Peña Nieto expresó su respeto ante la sentencia del órgano de justicia y afirmó que dio instrucciones a la Secretaría de Salud y de la Consejería Jurídica del gobierno federal “para que expliquen a la población los alcances de la resolución”. Sin embargo, el mandatario fue determinante al asegurar que su gobierno continuará con el combate a la producción, trasiego y comercialización, no solo del cannabis, sino también de otras drogas. Por su parte, legisladores de diferentes partidos políticos se manifestaron en favor de debatir sobre este tema en el Congreso de la Unión. El presidente de la Mesa Directiva, Jesús Zambrano, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), comentó que debe “asumirse con mayor responsabilidad como un asunto de salud pública por un lado y por otra parte también como algo que debiera ayudar a reducir los niveles de violencia en nuestro país”. César Camacho Quiroz, coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se limitó a expresar “Yo diría que en este país de gente libre, por lo pronto, no debe haber temas que estén vedados a la discusión”. Marko Cortés, coordinador del Partido Acción Nacional (PAN), dijo que en la discusión se deben tomar en cuenta aspectos de salud pública, educación, prevención y rehabilitación.   Hacia el modelo holandés El experto español, Jesús Pérez Caballero, doctor en seguridad internacional por el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de Madrid y actualmente becario posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, aseguró que “aunque el fallo afecte solo a los particulares que lo solicitaron, y, de momento, no crea jurisprudencia, es un paso más para un cambio de paradigma, y los promotores no han ocultado que su amparo iba más allá de lograr una despenalización particular, y sí en la línea de impugnar la posición del gobierno en la “guerra contra el narcotráfico”. Para el entrevistado por ZETA, a pesar de que los partidos políticos muestran reticencia sobre el tema y la población se muestra indiferente, “la Suprema Corte ha tomado este tema como punta de lanza para decirle al Ejecutivo que hace falta un debate sobre la legislación y política pública sobre las drogas”. Pérez Caballero, que radica en México desde hace algunos años y es jalisciense por adopción, advierte que la SCJN prevé nuevos amparos que seguramente se resolverán a favor de los quejosos y creará jurisprudencia consolidada, “por lo que puede decirse que, a medio plazo, la mariguana va a ser legal como uso recreativo en toda la república”. A pesar de que los niveles de consumo de drogas en México son bajos, el experto estima que “quizá nos acerquemos a un modelo holandés, con lugares de autoconsumo no problemáticos, los denominados coffee shops. Obviamente los retos para México son distintos, porque ese país europeo no es un productor como México, entre otras diferencias. Por ejemplo, una posible legislación al respecto estoy seguro de que será muy estricta al regular la producción, para que no se acuse al país de facilitar sembradíos ilícitos con la excusa de la legalización”. Aunque el tema no está en las calles, sí se constata que desde sectores de las élites políticas e intelectuales mexicanas se quiere cambiar el paradigma contra las drogas. “Esto no es extraño. De hecho, varios ex presidentes latinoamericanos, incluido el ex presidente Vicente Fox, promueven activamente que desde el ámbito internacional se dé un giro al modelo prohibicionista”. Jesús Pérez Caballero no vislumbra una “avalancha de amparos” de consumidores o colectivos a favor del uso del cannabis, más bien advierte a individuos o grupos ligados a partidos políticos intentando capitalizar políticamente la resolución de la SCJN. “Y más cuando comience la campaña a la presidencia federal, puede ser uno de los temas estrella, porque en realidad está hablándonos indirectamente del qué y el cómo se impugna el paradigma prohibicionista. De todas formas, que el debate se plantee en términos de cómo regular el asunto o lo factible de crear espacios de libertad de autoconsumo me parece un avance pedagógico, que plantea a la ciudadanía el tema desde una óptica distinta a la punición y la militarización de la lucha contra las drogas, y sirve de plataforma para que un país como México, que tiene mucho que decir sobre cómo tratamos el narcotráfico –y está obligado a ello– muestre al resto de países cómo tratar este asunto”, finalizó el investigador hispano.

NSJP: de vicios y cosas peores

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Con el Nuevo Sistema de Justicia Penal, se busca frenar los abusos de la autoridad. En teoría, las instituciones de seguridad irán por calidad, no por cantidad, y buscarán bajarle a las que llaman “detenciones basura”. El problema es que para lograrlo deberán combatir muchos malos hábitos, y en el proceso de aprendizaje de las fuerzas del orden, las víctimas de los delitos serán y se sentirán más vulneradas. Como ha sucedido en Mexicali, donde el NSJP funciona desde 2010. Para que los residentes de la Zona Costa de Baja California vayan asimilándolo, con la aplicación del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, solo los criminales que cometan delitos considerados graves tendrán prisión preventiva. Esto significa, por ejemplo, que las personas detenidas por arma blanca y  narcomenudistas -en Tijuana 6 de cada 10, según cifras de la PGJE-, aunque sean sorprendidas en flagrancia, seguirán en la calle hasta que los citen y se presenten a un juicio oral; y si hay elementos suficientes, si la Policía Municipal y el Ministerio Público del Fuero Común hacen bien su trabajo, serán vinculados a proceso (se les iniciará un juicio, aunque no necesariamente lo seguirán en prisión). Lo mismo sucederá con los ladrones que no usen armas de fuego. Para tener una idea, estos robos sin violencia, cuyos perpetradores permanecerán en libertad mientras no sean vinculados -en algunos casos seguirán en libertad-, representan actualmente el 30 por ciento de la incidencia delictiva en Tijuana, el 50% de la incidencia en Tecate y Rosarito, y un 60% de los delitos cometidos en Ensenada. La prisión preventiva oficiosa quedará  reservada para delitos graves como el homicidio, el secuestro, el robo violento, violación, corrupción de menores, entre otros. En ese esquema, las víctimas denunciantes de los delitos no graves, acostumbradas al viejo sistema, que en flagrancia apresaba a estos presuntos delincuentes -aunque después los liberaba por falta de pruebas- sentirán que los están revictimizando y se están burlando de ellos. Pero el aumento de garantías a favor de los presuntos responsables, es precisamente uno de los principales sellos del nuevo sistema que obligará a las autoridades a realizar investigaciones científicas, para las cuales no están preparados, acaso han tomado algunas clases teóricas. El próximo miércoles 11 de noviembre finalmente entrará en operación el Nuevo Sistema de Justicia Penal en Tecate, “entre febrero y marzo de 2016 en Ensenada y Tijuana, y Playas de Rosarito a más tardar en junio de ese año” (narcomenudeo será partir del 18 de junio de 2016, el plazo límite), según declaraciones públicas del secretario general de Gobierno de Baja California, Francisco Rueda. Dado que la Presidencia de la República enfatizó esta semana, a través de su página electrónica, que no habrá prórroga en la entrada en vigor de los Juicios Orales, es de suponer que esta vez sí cumplirán con los plazos. Gerardo Sosa Olachea,  subprocurador de Tecate, donde el NSJP entrará en vigor el próximo miércoles, se manifestó optimista porque, de acuerdo a sus estadísticas, la mayoría de los delitos en ese municipio se resuelven por la vía de la Justicia Alternativa. Y tiene muy pocos delitos graves, que son los que pasarán por Juicios Orales. Ahora falta ver qué sucederá en la realidad de esa municipalidad que representa apenas el 4% de la incidencia delictiva en Baja California. Pero en Tijuana, donde se comete el 43% de los delitos,  se vislumbra una historia diferente, de inicio el 98% de las detenciones las hace la Policía Municipal, no los investigadores. La mayoría de las consignaciones no son resultado de investigación, sino de confesiones, algunas de ellas obtenidas con tortura, de acuerdo con denuncias de los defensores. Adicionalmente, el Ministerio Público tiene saturado el Poder Judicial con casos de indigentes en posesión de armas o adictos con pocas dosis de droga, presentados por policías municipales que los entregan solo para justificar trabajo. Otro problema es que por cuestiones de trámites, la Municipal tarda más de tres horas en consignar, lo que resulta en que un alto porcentaje de las detenciones se califiquen como ilegales por los jueces que argumentan fallas al debido proceso, violación de garantías individuales y aprehensiones indebidas. Restan  menos de ocho meses para combatir estos y otros vicios,  Es evidente que para los presuntos responsables las condiciones mejorarán, pero dadas las circunstancias actuales, las víctimas no serán favorecidas, a menos que la Policía Municipal aprenda a procesar, y los agentes ministeriales y el Ministerio Público aprendan a investigar profesionalmente en los próximos 146 días para Ensenada-Rosarito, y 225 días para Tijuana.