“También hoy el mundo necesita sensibilidad maternal para prevenir
y disipar la atmósfera de violencia y suciedad en que se debaten a veces los hombres”.
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Juan XXIII, (6-9-1961)
Cuando san Juan Crisóstomo, Arzobispo Primado de Constantinopla, les decía a los poderosos ricos de su tiempo, que para qué cubrían los altares con mantos de seda y bordados de oro y plata, y llevaban cálices de oro incrustados de piedras preciosas, si allá afuera del templo “Cristo se muere de hambre y frío”; como respuesta, Eudoxia, mujer del Emperador, envió dos veces al destierro al valiente Arzobispo incómodo del Oriente.
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Pocos años antes de morir, y ya en el ejercicio pastoral del Arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, don Jesús Blancornelas se refería en sus escritos a él como “El valiente Obispo Don Rafael”. Sensibilidad y sensatez del amado periodista católico, que por otra parte nunca dejó, cuando fuese necesario, de denunciar todo aquello que no está bien, incluso en el ambiente eclesial bajacaliforniano e internacional. Como cuando Don Rafael, se refirió en 2003-2004, que para Tijuana eran buenos cualquiera de los dos “Jorge´s” (Ramos o Hank), invitándolo a la cordura el Lic. Ortíz Franco en una de sus columnas de ZETA.
Como desafío y desprecio de la valentía del Arzobispo Juan Crisóstomo, la muy religiosa emperatriz Eudoxia, organizó en la plaza de la catedral de Constantinopla, un jolgorio orgía, con más de 500 prostitutas lugareñas con música y bacanal completo.
Las personas que rodean a las autoridades eclesiásticas, no siempre llevan una vida verdaderamente cristiana, honesta. Muchos de ellos son unos verdaderos “crápulas” como es del dominio público. Los obispos y arzobispos requieren de una asistencia permanente del Espíritu Santo a través de su propia oración personal y de la de sus feligreses, para mantenerse ajenos o alejados de tanta maldad.
Por eso Santo Tomás de Aquino, en una de sus oraciones le pide a Dios que le dé un corazón vigilante, un corazón firme que no sea abatido por ninguna tribulación, un corazón recto que ninguna intención siniestra haga desviar ese corazón oblicuamente.
No es que Jesús no se identifique con los ricos; si cuando aquellos tienen la intención de la conversión verdadera, como el mismo apóstol San Mateo que dejó su vida de “transas” como cobrador de impuestos y entregó su vida a la evangelización. La primera persona que tuvo el privilegio de ver a Jesús resucitado fue una mujer convertida, Santa María Magdalena.
En nuestros días, la Arquidiócesis de Hermosillo, promueve en Roma la causa de beatificación del primer arzobispo sonorense (de Oaxaca) Don Juan Navarrete y Guerrero. Hombre de Dios, cuidadoso y respetuoso del trato con los ricos y poderosos de su tiempo.
Cuando unos empresarios le llevaron a regalar de buena voluntad un carro nuevo –el suyo era una cafetera–, al entregarle las llaves, el Sr. Arzobispo Navarrete se las regresó con gratitud, explicándoles a aquellas buenas gentes, que él como obispo, no podía llegar en carro del año y ofender a las familias pobres de las barriadas que no tienen en ocasiones ni qué comer. Y así, abundan las historias de pobreza de aquél y muchos hombres de Dios.
Muchos políticos y poderosos ricos, sólo son como el Rey Herodes, buscan a los hombres de Dios por mera curiosidad, a ver “si les hace el milagrito”, como le pidió Herodes a Jesús. Pero si es necesario por complacer su estupidez y vanidad, son capaces de mandarlos matar por un “buen baile” como el de Salomé, hija de Herodías, que por venganza pidió la cabeza de San Juan Bautista. Una cruel venganza de la madre atormentada porque el Bautista le refería claramente a Herodes, “no te es lícito vivir con la mujer de tu hermano”. Herodías era cuñada del Rey Herodes.
Hay que rogar para que la valentía siga fortaleciendo a los hombres de Dios. Cuando los periodistas abordaron al padre Martín Vital, que había celebrado la misa de inicio de campaña de Jorge Hank Rhon en 2007 en la Catedral de Mexicali, le preguntaron que si cómo se había sentido realmente, a lo que el sacerdote respondió: “Como Daniel en medio de los leones”. Ahora sí, el que tenga oídos para oír, que oiga.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com
