Declarándose enemigo de los falsos halagos, por hablar con enorme claridad cuando las cosas no le gustan, Luis Felipe Tovar encuentra en “El Set” -nombre de la escuela de actuación que fundó en 1999- la paradoja más grande de su vida, ya que de pequeño odiaba estudiar y solía no asistir a clases. Sin embargo, en esa época y por dichas circunstancias, poco a poco descubrió cuál sería su pasión de adulto y el motor que hoy lo sigue impulsando para ayudar a otras personas a aprender el oficio de la actuación. “Me tenían que llevar (a la escuela) prácticamente a rastras”, recordó en una de sus últimas visitas a Tijuana el actor nacido en Puebla, cuya infancia transcurrió al lado de su padre, un ingeniero civil con afición por la literatura. “Desde muy niño (ese gusto) lo compartió conmigo, y yo cuando entré a la primaria ya sabía leer y escribir bien. Cuando abrí el libro que te dan en primero de primaria vi que decía: ‘Nadie sabe dónde vive, nadie en la casa lo vio, pero todos conocemos al sapito cro-cro-cró’, y dije: ‘Si nadie sabe dónde vive y nadie lo vio, ¿cómo lo van a conocer?’. Eso era una mentira, una falacia, y le perdí absolutamente el interés (a seguir yendo), además, mis padres eran divorciados y nada tenían que ver esas lecturas de ‘mi mamá amasa la masa’ con el mundo que vivía” Por eso, aunque no podría hacerlo todos los días, el actor de “Santitos” y “Todo el Poder” sustituía las horas de clase por horas de lectura en una librería y, al no tener televisión en casa, completaba su avidez con comics. “Con el paso del tiempo me di cuenta que eso era el principio de lo que tiene que ver con un storyboard en las películas, lo que se va dibujando, una serie de viñetas para trabajar”. En esa dinámica, su interés por la literatura creció y la forma en que lo regulaba su padre era premiándolo con material y dos boletos de cine si cumplía con su jornada de catecismo. “Mi formación como cinéfilo empezó muy joven. Lo que pasaba cuando se prendía la pantalla me causaba un alto nivel de seducción. Vi todas las películas que se puedan imaginar, las de Viruta y Capulina, las de Tin Tán, Pedro Infante y Cantinflas”, relató quien lleva 36 años dedicados al oficio de la actuación. Fue hasta que tuvo 14 años, época en que falleció su padre, que Tovar tomó conciencia de que aquellos gustos estaban determinando su vida. Comenzó a vivir con su madre y siguió estudiando, hasta tomar la decisión de irse a vivir a la Ciudad de México con la idea de convertirse en actor. Lecciones de teatro en Bellas Artes y ser alumno la Universidad Charles en Praga, fueron sus primeros estudios. Posteriormente consiguió una beca en San Antonio de los Baños para la Escuela Internacional de Cine y Televisión, gracia a la entonces Fundación Mexicana de Cineastas. “Regresé y de muy buena manera les dije que quería dar un taller para compartir lo que había aprendido, y me dijeron que no, porque el cine no compraba actores, que el cine era de personalidades. A partir de ese momento decidí fundar mi propio centro de actuación para el ámbito cinematográfico, pero no tuve la capacidad económica hasta 1999”. Desde entonces, “El Set” no ha parado de recibir alumnos. Inicialmente solo a aquellos con estudios previos en actuación, y después, como sugerencia de sus propios colegas, para todo aquel que quiera aprender de cero las técnicas para actuar. Esto último, a decir del propio Tovar, porque en esos años siempre eran los mismos actores los que se presentaban a realizar casting, es decir, él, Damián Alcázar, Daniel Giménez Cacho, Roberto Sosa y Demian Bichir. “Se empezó a formar una comunidad muy bonita… quería una escuela que hablara por alumnos y planta de maestros, actores de primer nivel, no quería maestros patito y así ha ido creciendo durante quince años de vida de los que yo me siento profundamente orgulloso”. Actuación para niños, principiantes, nivel intermedio, adolescentes, canto, jazz, cinematografía y perfeccionamiento actoral, son parte de la actual oferta académica que lidera el histrión de “El Callejón de los Milagros” desde las instalaciones de la escuela en la delegación Coyoacán en la Ciudad de México. O bien, las diferentes sedes que lo contraten para que imparta sus cursos en otros lugares. “Soy un mexicano que le gusta que la gente avance como parte de su trabajo, esta es una carrera altamente competitiva, pero cuando uno hace lo que le gusta, lo disfruta. Con la escuela he viajado a otras entidades, aproximadamente a veintitrés del país, porque hay gente que no puede ir al Distrito Federal y me gustaría realmente que pudiéramos encontrar forma de que ‘El Set’ pudiera tener presencia aquí en Tijuana”, confesó Luis Felipe Tovar, quien entre sus alumnos ha tenido a Silvia Navarro, Sherlyn González, Tenoch Huerta y Francisco Javier Padilla. A finales de 2014, Bolivia fue el primer país que dio espacio a “El Set” de manera internacional, en un curso que su maestro catalogó como “un verdadero éxito”, por lo que espera que pronto más lugares se sumen a ser parte de una iniciativa por la profesionalización de los actores que comenzó como una idea a raíz de sus gustos en la niñez. Adicional a las clases, sus participaciones en programas de lectura y rodajes, Luis Felipe Tovar coordina “Diálogos en El Set”, serie de charlas dirigidas al público en general para conocer la experiencia de ex alumnos que han logrado destacar.
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