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sábado, febrero 24, 2024
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Guillermo Arreola en “la búsqueda del asombro”

Después de migrar de Tijuana al Distrito Federal en 1993, Guillermo Arreola regresa para exponer, por primera vez en esta ciudad, la muestra “El Olvido que me Diste”, en El Cubo del Centro Cultural Tijuana (CECUT), a inaugurarse hoy viernes 25 de julio. El escritor y pintor propone una retrospectiva de su obra creada desde 2003 a la fecha, que incluye pintura y dibujo, principalmente, entre otras técnicas, soportes y formatos experimentales, bajo la curaduría del maestro Arturo López Rodríguez. “Esta exposición surgió como una propuesta del director del CECUT, Pedo Ochoa, el año pasado. A mí me entusiasmó mucho porque era una oportunidad para hacer una revisión de mi trabajo; también me entusiasmaba que fuese una exposición ex profeso para Tijuana, fue ideada y está especialmente hecha para Tijuana”, expresa a ZETA Guillermo Arreola. “La exposición está organizada con la intención de que se vea una trayectoria, los cambios  a través precisamente de elementos propios de la pintura como el color, lo figurativo, lo abstracto”, agrega el pintor oriundo de esta ciudad, donde experimentó tanto el desencanto como su vocación. Del desencanto a la vocación Cuenta Guillermo Arreola a este Semanario que allá por la década de los 80 acudió a un taller en la Casa de la Cultura de Tijuana de dos semanas aproximadamente, donde había un maestro de pintura. En la última clase su mentor espetó al joven: “¡Yo no veo en ti ninguna forma de talento pictórico!”. Recuerda el hoy artista que “eso me desanimó un poco, pero no me lo tomé tan a pecho, creo que se llamaba Mario Moreno, como ‘Cantinflas’”. Durante su experiencia como tallerista no le agradó la forma de instrucción utilizada por su mentor: “Te sentaban durante horas para intentar reproducir un objeto; y yo decía ‘pero cómo voy a estar aquí horas intentando reproducir esto’; me parecía un poco absurdo que se valorara la posibilidad que tuviéramos los alumnos a partir de una reproducción fiel de aquello”. Enfadado y contrariado, el joven Guillermo tomó una decisión irreversible: “No volví a entrar nunca a un salón de clase”. Luego de la represión, Arreola se sintió mejor cuando se dio cuenta que “nunca vi ninguna obra de él como para yo poder mostrar un respeto por su opinión, o que su opinión tenía una autoridad”. Aunque no todo fue desencanto en la década de los 80, ya que Guillermo Arreola tuvo la oportunidad de conocer a importantes artistas radicados en Tijuana: “Era como un escarceo con la pintura, y bueno, en aquellos tiempos me llamaba mucho la atención un amigo pintor que se llamaba Carlos Castro, ya falleció, él ejercía la vida de pintor en Tijuana, fue maestro de la Casa de la Cultura”. De aquella época también influyeron en su interés por el arte, artistas como Danielle Gallois y Benjamín Serrano, y después otros creadores tijuanenses de las nuevas generaciones. “Mis acercamientos a la pintura en Tijuana fueron con una pintora francesa que se llamaba Danielle Gallois, fue la mujer del pintor Benjamín Serrano. A Serrano yo no lo conocí, a Danielle sí (muy esporádicamente), y parte de su obra también.  “Me gustó mucho su pintura, y me llamaba mucho la atención el halo que envolvía a esta mujer, era como la imagen del artista romántico, además de la amistad que tuve con Carlos Castro, y luego ya tuve otros amigos pintores como Enrique Ciapara, Luis Verdejo, ésos fueron mis contactos con la pintura en Tijuana”. Un artista autodidacta El desencanto en Tijuana al participar en el citado taller de pintura, condujo a Guillermo Arreola a disciplinarse por sí mismo, principalmente al buscar nuevos horizontes en la Ciudad de México desde 1993: “Ese tipo de experiencias me llevó más a irme por la libre, es decir, yendo a los muesos, viendo libros de arte y, si es posible, acercarte un poco a los procesos artísticos de los pintores, fuera de la instrucción, más bien de un modo amistosamente, a ver si acaso te dejan ser partícipe de atestiguar, que es algo muy complicado, es algo muy difícil que alguien esté contigo mientras estás trabajando”. Lejos de la academia, Guillermo prefirió conocer en persona a figuras del arte mexicano que influyeron en su vocación artística: “Tuve la oportunidad de conocer el proceso artístico de algunos pintores, y eso es algo muy enriquecedor, entre ellos Marysole Worner Baz, quien murió recientemente, un verdadera leyenda esa mujer, que en los últimos años fue desatendida yo creo por las instancias que deberían atender a la gente que hace arte, una gran artista; en un contexto actual, es una de las mayores artistas que ha tenido este país, yo creo que va a pasar un tiempo para que pueda mostrársele en su verdadera dimensión”. A diferencia de muchos artistas que inician pintando figuraciones con tendencias posteriores hacia el abstraccionismo, Arreola recuerda que comenzó creando obra abstracta y, con el paso del tiempo, ha propuesto piezas figurativas y neofigurativas: “Ha sido un proceso que yo lo sitúo en las necesidades propias del quehacer pictórico, y quizá tiene que ver mucho con mi condición de autodidacta: yo no tengo ninguna formación académica en la pintura, y entonces me doy cuenta que eso me ha otorgado un mayor margen de libertad, de no prohibirme o no encasillarme en un estilo”. No obstante a su formación autodidacta, el tijuanense reconoce algunas influencias de los grandes pintores: “Digo que soy autodidacta, pero sí hay una formación visual procurada por mí mismo a través de ver mucho, es estar en contacto con la pintura a través de visitas a museos, libros de historias del arte, van cambiando los gustos y tiene que ver con los estados de las diferentes etapas de tu vida. “Ahora te podría decir que un pintor que cada vez me asombra más es José Clemente Orozco, Frida Kahlo y otros artistas que me han gustado mucho y que permanecen en mi gusto, como Francis Bacon, el pintor alemán Anselm Kiefer; hay pintores como que han sido muy determinantes para mí, he tenido la suerte de ver exposiciones de Edvard Munch, me encanta. Todo eso cuenta, y adquiere un peso mayor cuando se sigue un camino donde vas por la libre”. De manera tal que luego de su formación autodidacta, los tijuanenses y público en general pueden apreciar la propuesta de Arreola en la exposición “El Olvido que me Diste”. Una retrospectiva Guillermo Arreola (Tijuana, 1969) propone entonces una retrospectiva de su obra. Hay que recordar que el artista ha exhibido individuales como “Ni Tú Escaparás” (2005) en la galería La Escalera del Distrito Federal; “No Tanto un Mundo” (2006) en la Casa del Lago-UNAM; “Desde su Puerto Encendido” (2007) en El Ágora de Xalapa, Veracruz; “Cuando mis Ojos No Estaban Conmigo” (2008) en Xalapa; “Todos los Animales Están Desnudos” (2008) en la galería Luis Cardoza y Aragón del Centro Cultural Bella Época; y “Semen” (2010) en Casa Lamm. La exposición “El Olvido que me Diste”, en la Sala 2 del Cubo del CECUT, congrega 78 explosivas obras, la mayoría figurativas o neofigurativas donde converge el asombroso encuentro entre la figura humana, la animal y lo abstracto. Cabe destacar que la mayoría de las obras son propiedad del autor, aunque otras fueron congregadas ex profeso para la exhibición de Tijuana, provenientes de coleccionistas como Carlos Gidi, Miriam Kaiser, Rogelio Arenas, Maritza López, Antonio Silva y Braulio Peralta. Aunque en la exhibición pictórica también se muestran dibujos, entre otras técnicas, soportes y formatos, la esencia de la obra de Arreola es la pintura: “En esta ocasión yo quería que la pintura se mostrase un tanto desnuda, es de mi interés que lo que se vea sea primordialmente la pintura y que al espectador no se le condicione a través de un texto de valoración crítica, sino, ojalá que se dé, un contacto directo; para encontrar en contacto directo con la pintura, lo que se requiere es un espectador sensible”. Escriben sobre la obra de Arreola A lo largo de su trayectoria, Guillermo Arreola ha cosechado algunas críticas importantes. Para empezar, Raquel Tibol se refirió alguna vez a la producción de Arreola: “Guillermo Arreola actúa como confesaba Walt Whitman: ‘Cuando doy, me doy yo mismo’. Darse a sí mismo pictóricamente es dejar ver, sin pudor, que en la figuración o en la abstracción él se entrega por entero a la aventura de levantar los velos que estremecen su cuerpo y su alma, para llegar a percibir con la imaginación colores, texturas, formas, transparencias, que culminarán amorosamente en una composición que penetra por los ojos hasta el subconsciente, estremecida por la duda entre la fiesta y la melancolía”. Por su parte, la poeta Pura López Colomé creó un texto que se incluye en la exhibición de Guillermo Arreola en el CECUT, cuyo poema reza en alguna parte: “Flotando sobre los mares del placer, los de este mundo, disfrutando de la a a la zeta, de muertito sobre capas de mercurio, sumergido solo en parte: afuera la máscara absorbía ‘el fresco’, mientras el oído ensordecido se iba llenando de ausencia, sin  música, preparándose para lo peor, estar sin ella, entrando a ese pasillo, opaco, cuerpo adentro. Con los lagrimales tapados.  Las esclusas herméticamente cerradas. Sin ella”. Arturo López Rodríguez, curador de la exhibición en El Cubo, expresó a ZETA: “Hay tantas interpretaciones posibles de la obra de Guillermo Arreola como tantos personajes interpretantes dependiendo sus modos de ver y de pensar; en mi caso particular lo veo a través de la visualización y disolución de la forma. “Es cierto, a veces, en la exposición, haré saber mayores aspectos figurativos, a veces parece inclinarse más hacia el aspecto abstracto, sin embargo, te podría decir que Guillermo Arreola como pintor busca la pintura, se acerca ella de diferentes maneras, y parece ser que lo que más le interesa a él, y es mi visión personal, es una interrogación permanente de lo visible que encuentra su propia respuesta en el acto de pintar”.  En la búsqueda del asombro Autor de títulos de narrativa como “La Venganza de los Pájaros” (FCE, 2006),  “Traición a Domicilio” (Joaquín Mortiz, 2013), e incluso próximamente Planeta publicará “Fierros bajo el Agua”, Guillermo Arreola se sumerge en la búsqueda del asombro desde la literatura, pero también a través de la pintura. El autor cuenta a ZETA que “en general siempre tuve un gusto muy grande por las imágenes, fuera fotografía, pintura, el cine, el cine ahora menos; pero siempre tuve más que gusto ese asombro. Yo creo que tendría que ver con una percepción, sobre todo las imágenes fijas, me proporcionaron siempre un estado mental, un estado físico de lentitud, siempre en la contemplación de imágenes artísticas, encontraba yo una posibilidad de detener la celeridad con que corre la vida ordinaria. He hecho fotografía algún tiempo, pero no me considero fotógrafo, pero lo he hecho como una extensión de la pintura; la pintura siempre es el centro de mis intereses”. Se le cuestiona a Arreola qué le interesó cuando empezó a crear, y no duda: “Era la búsqueda del asombro y que tiene que ver con ponerte una disciplina, una entrega, fallas mucho también, tienes que estar como muy dispuesto al fracaso de no conseguir eso que a lo mejor no se sabe nombrar, pero que está palpitando dentro de ti, y, cuando lo consigues, es como un asombro muy grande, un asombro de tu propia capacidad, pero un asombro también de pintura misma”. Para concluir, el asombro se ve reflejado evidentemente en su obra pictórica a partir del silencio: “Una imagen pictórica es producto de un trabajo continuo y muy arduo con el silencio, y bueno, ya lo que sigue es algo que te viene o se genera a partir, pero por principio es eso, el silencio, y me parecía tan increíble que pudiera estar tantas horas intentando encontrar una imagen, pero siempre tuve esa creencia; quizá no de manera muy concientizada, era más bien como intuición, de que nos regimos mucho por las imágenes, que siempre andamos buscando imágenes. Es una condición yo creo que humana, y habrá quienes busquen a través de imágenes hechas por los demás, hechas por industrias, y habrá quienes busquemos hacer nuestras propias imágenes; creo que eso, es el asombro de cuando ves que emerge algo de la nada”.


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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