Ciudad de México.- Como “un gran monstruo” calificó Paola Morán, directora general de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), el acontecimiento especializado en el fomento a la lectura en niños y jóvenes, sobre todo por la calidad de las presentaciones editoriales para los infantes, lecturas en voz alta, talleres infantiles, bebetecas, cuentódromos, las conferencias del XVIII Seminario Internacional de Fomento a Lectura con invitados internacionales líderes en promoción de la lectura y en general por todo el programa para beneficio de los más pequeños. Iniciada el viernes 6 de noviembre en los jardines del Centro Nacional de las Artes, la trigésimo quinta edición de la FILIJ congregó a miles de niños y jóvenes en sus primeros días, incluso hasta se dificultaba el tránsito por las instalaciones del CENART. “Son ríos de niños, la verdad es que estamos muy contentos por ver todas esas multitudes, tuvimos muy buenos números, el viernes 6 tuvimos casi el doble de lo que tuvimos el año pasado; sábado 7 y domingo 8 tuvimos más o menos 50 mil visitantes en promedio cada día; ver las caritas de los niños, las carretadas de los niños, las multitudes de niños, la verdad es que es un proyecto esperanzador; o sea, verlos da esperanza, puede sonar muy cursi, pero es cierto”, expresó a ZETA Paola Durán, directora general de la FILIJ. Con escritores y promotores de la lectura internacionales y Francia como País Invitado de Honor, la FILIJ no solo ha impulsado la industria del libro infantil, sino que también a través de sus programas es posible plantear una realidad y los desafíos que enfrenta el país en una época cruenta donde en México el 79.9 por ciento no lee “por falta de tiempo”. 
Un seminario por la lectura Uno de los ejes fundamentales de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) es el Seminario Internacional de Fomento a la Lectura, llevado a cabo simultáneamente, este último en el Teatro de las Artes del CENART del lunes 9 al jueves 12 de noviembre con el tema muy específico de “Familias y Lectura. Las conjugaciones posibles”, con la participación de reconocidos escritores y profesionales pioneros en el fomento a la lectura de 15 países como Francia, Inglaterra, Suecia, Brasil, Argentina, Colombia, España, Estados Unidos y Uruguay, entre otros. Ante poco más de mil promotores de las Salas de Lectura que llegaban de diversas zonas del país, así como profesores, bibliotecarios y otros profesionales e interesados en general en el sector educativo, los conferencistas compartieron sus experiencias sobre cómo promover el hábito de la lectura: “Leer es un fenómeno de imitación”, sentenció la francesa Marie-Aude Murail durante su conferencia “La metamorfosis del lector” el martes 10 de noviembre, haciendo referencia que para que un niño empiece a leer no es tan importante que un adulto se lo ordene, sino que es necesario que el infante vea leer a sus padres u otros adultos. Marie-Aude abundó también que además de que los niños cultivan el hábito de la lectura imitando a los adultos, recomendó: “Un pequeño lector debe tener su propia biblioteca”, advirtió más allá de los gustos de los mayores. El tercer punto que abordó Marie-Aude Murail es también fundamental: “Los mejores lectores son aquellos que sus padres les leyeron en voz alta”. Otro de los conferenciantes que compartió su experiencia en la promoción de la lectura fue el argentino Gerardo Cirianni con el tema “Bibliotecas para toda la familia”; quien para empezar planteó sin titubear la importancia de las bibliotecas escolares en la infancia antes que una biblioteca pública: “Las bibliotecas escolares son la única posibilidad de acceder de manera potente a la cultura escrita. ¿Qué diferencia hay entre una biblioteca pública y una biblioteca escolar? Que a la biblioteca pública se acercan las personas cuando ya existe alguna predisposición al acercamiento de la cultura escrita, cuando ya hay un pequeño recorrido o hay un interés puntual inmediato que no puede resolver con el material que posee; una tarea escolar, por ejemplo, que si se encarga y, bueno, sabemos que la biblioteca existe; pero la imagen que hay entre la biblioteca pública no es la misma imagen que él tiene de la escuela”. En todo caso, en torno al tema “Familias y Lectura. Las conjugaciones posibles” del XVIII Seminario Internacional de Fomento a la Lectura que coordina Karen Coeman, giraron tópicos fundamentales que hablan por sí solos, mismos que plantean los desafíos de la lectura como los presentados por el francés Hervé Tullet con “El libro como un dispositivo para estimular la creatividad”; el israelita Hanoch Piven con “Abriendo espacios de comunicación a partir de un libro”; “La biblioteca, un espacio para que las familias vivan: Una aventura cultural en una zona popular” de la francesa Blandine Aurenche y “La maternidad y los libros. El cuidado y la alimentación de un escritor” a cargo de la estadounidense Katherine Paterson. La calidad de las conferencias de autores de países pioneros en la promoción de la lectura llegan al ensayo tanto que el Seminario Internacional de Fomento a la Lectura ha considerado su publicación a través de la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). Paola Morán expresó a ZETA que las disertaciones de 2013 sucedidas durante el XVI Seminario Internacional de Fomento a la Lectura ya han sido publicadas en forma de libros por CONACULTA en la colección “Lecturas sobre Lecturas”, como por ejemplo “El derecho a leer y escribir” de Silvia Castrillón, o “Pero, ¿qué buscan nuestros niños en sus libros?”, de Michèlle Petit, entre otros. La directora de la FILIJ invitó al público en general interesado en la promoción de la lectura a visitar la página http://interfaz.cenart.gob.mx/video/seminario-filij-2015/ donde encontrará una videoteca y demás información relacionada con el seminario. 
El desafío está en la adolescencia Por los días en que se desarrollaba la FILIJ, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) dio a conocer el lunes 9 de noviembre su Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015 donde se aplicaron desde 2014 un total de 5 mil 845 cuestionarios a mexicanos mayores de 12 años. Algunos de los resultados de la Encuesta fueron que los mexicanos leen 5.3 libros al año, de los cuales 3.5 son leídos “por gusto” y 1.8 “por necesidad”; aunque el 79.9 por ciento de los mexicanos no lee “por falta de tiempo”. Las reflexiones sobre la Encuesta Nacional de Lectura durante la FILIJ no se hicieron esperar sobre todo por los autores de literatura infantil y juvenil, por ejemplo, Juan Villoro que presentó “La cuchara sabrosa del profesor Zíper” (FCE, 2015), ilustrado por Rafael Barajas “El Fisgón” que complementa la trilogía iniciada con “El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica” (Alfaguara, 1992) o “El té de tornillo del profesor Zíper” (Alfaguara, 2010), reveló en entrevista con ZETA sobre el momento en que los mexicanos dejan de leer y dónde deben enfocarse los programas de fomento a la lectura: “Hay un momento en que se pierde o se puede perder esta pasión por el conocimiento, la lectura, primero suele ser en la adolescencia, está el factor hormonal, en donde lo único que te importa es conseguir una pareja, destacar en la camada, la pandilla con tus amigos, otras cosas; luego en épocas como la nuestra los muchos distractores en las redes sociales y otros muchos estímulos que puede haber, desde las drogas hasta internet. “Entonces, muchas veces se pierden los lectores de los 15 a los 23 años; yo creo que parte del desafío de quienes nos dedicamos a la lectura es seguir interpelando con otro tipo de textos, con otro tipo de actividades a quienes ya son lectores en la infancia pero pueden dejar de serlo en la juventud, ahí es una zona muy compleja de trabajo porque es ahí donde puede perder ese contacto con lo que fue como niño y luego acabar, incluso, de diputado”, expresó con al consabida sorna el ganador del Premio Excelencia en las Letras José Emilio Pacheco que recibirá en la Feria Internacional de Lectura Yucatán (FILEY) en marzo de 2016. Villoro detalló a este Semanario: “Para mí la etapa neurálgica es la secundaria; o sea la secundaria es la más difícil, incluso para muchos muchachos se ve como un descrédito interesarse en cosas intelectuales; es decir, al que le gusta leer y que es ‘el matadito’ de la clase pierde su respeto en la pandilla, hay una serie de valores que no se logran afianzar y transmitir correctamente. 
“Creo que ahí en la adolescencia nos está faltando también entrar en ese mundo de los jóvenes; por ejemplo, en Inglaterra las novelas que leen los chavos a esa edad pues tienen que ver con sexo, drogas y rock and roll, que es el mundo que les interesa a ellos; en México no hemos podido todavía tocar suficientemente, a fondo, los temas que les interesan a los chavos como la homosexualidad que está latente en ellos y que no debería ser ningún problema; en fin, muchos de los temas que pueden interesarse más directamente”. Por su parte, Benito Taibo, que congregó a más de mil jóvenes el domingo 8 de noviembre en el Foro Principal de la FILIJ al presentar su más reciente título “Cómplices” (Planeta, 2015), coincidió en entrevista con este Semanario sobre la etapa donde deberían enfocarse las políticas y programas de fomento a la lectura en México: “El hábito de la lectura se desarrolla en esos estados de tu crecimiento, en la niñez y adolescencia. Un adulto que no se convirtió en lector, difícilmente lo será después de haber llegado a la adultez; el hábito de la lectura se desarrolla entre los 11 y 13 años, y si no lo desarrollaste llega un momento en que será muy difícil hacerlo”. “Específicamente entre los 11 y los 13 años, ahí está el lugar donde se incuban a los buenos y verdaderos lectores; ahí es donde tienes que enseñarles que el libro no solamente es ese objeto cultural que sirve para aprender sino otras muchas cosas; generar la pasión por el libro y lo que tiene dentro y la demostración de que es un bálsamo para salir de los tiempos banales y violentos, que es acicate para la curiosidad”. Finalmente, Francisco Hinojosa, quien presentó en la FILIJ “Con los ojos abiertos” (FCE, 2015) y “La fórmula del doctor Funes” (FCE, reedición 2015), expresó a ZETA: “Según la nueva Encuesta de CONACULTA, 6 de cada 10 jóvenes están leyendo, es bastante, es un número bastante apreciable”. Luego advirtió y coincidió con Villoro sobre la etapa de la adolescencia: “Las hormonas saltan, los intereses empiezan a cambiar, pero si ya están formados como lectores, lo van a recuperar después. Yo soy muy optimista”. 
80 por ciento de los mexicanos no lee “por falta de tiempo” Los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015, realizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) desde 2014 a través de 5 mil 845 cuestionarios a mexicanos mayores de 12 años, fueron dados a conocer la mañana del lunes 9 de noviembre en la Ciudad de México. Entre algunas de las estadísticas de la Encuesta, destacan: * 5.3 libros al año leen los mexicanos encuestados; 3.5 “por gusto” y 1.8 “por necesidad”. * 79.9 por ciento no lee o no leería “por falta de tiempo”. * 21.3 por ciento no lee o no leería “porque nos da flojera”. * 14.6 por ciento no lee o no leería “porque no nos gusta”. * 12.3 por ciento no lee o no leería “porque preferimos otras actividades”. * 11.5 por ciento no lee o no leería “por cansancio”. Ante la pregunta “¿Cómo conseguimos los libros?” a los que leen, el 59.1 por ciento contestó que los libros que lee son “comprados”; el 46.2 que son “regalados”; el 40.6 por ciento que son “prestados”; la Encuesta Nacional de Lectura aclaró que la “respuesta múltiple no suma 100%”. La Encuesta también arrojó que entre quienes adquieren libros, el 69.8 por ciento los compra en librerías; el 18.6 por ciento en ferias del libro; el 17 por ciento en tiendas de autoservicio y departamentales; el 16.9 por ciento en puestos ambulantes y el 9.8 por ciento en mercados y tianguis. Los resultados completos pueden consultarse en la página https://observatorio.librosmexico.mx/encuesta.html, en la sección Encuesta Nacional de Lectura. Reflexionan sobre los 35 años de la FILIJ En la edición número 35 de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) que se desarrolla del viernes 6 al 16 de noviembre de 2015, algunos autores compartieron con ZETA sus reflexiones sobre el papel que ha jugado el acontecimiento literario especializado en la promoción de la lectura en niños y jóvenes, y su impulso en la industria del libro para infantes y juveniles. “He estado desde el principio y he venido con mucha frecuencia, y lo que he visto es que ha crecido mucho y que ha ayudado también a consolidar a las editoriales, los autores, los ilustradores y los diseñadores, eso ha creado también un público”, expresó a este Semanario, Francisco Hinojosa, Embajador FILIJ 2015. “La FILIJ es la madre de otras ferias dedicadas a la lectura infantil, muchas quizá en municipios o en estados”, reconoció el autor de “La peor señora del mundo” (FCE, 1992). Asimismo, Juan Villoro, autor de “La cuchara sabrosa del profesor Zíper” (FCE, 2015), también manifestó en entrevista con ZETA: “Yo siempre recuerdo el mundo que me tocó vivir como niño (24 de septiembre de 1956), era muy pobre respecto a ediciones de libros infantiles, ferias, bibliotecas, programas de lectura, etcétera; me parece notable cómo ha cambiado todo este panorama”. 
Agregó el ganador del Premio Excelencia en las Letras “José Emilio Pacheco”, a entregarse en 2016: “Siempre nos quejamos de que no hay suficientes lectores en México, y la verdad es que nunca ha habido suficientes lectores en ningún lugar del mundo en todas las épocas; pero bueno, no hay que dejar de dar la lucha para ampliar el circuito de los lectores, y yo creo la FILIJ ha cumplido un papel muy importante porque no solamente es una feria de venta de libros, sino que es una feria de discusión en donde también se celebran congresos, donde hay talleres prácticos para los niños. Entonces, es una manera de acercarse a todos estos tipos de la creación, tanto la narrativa como la ilustración”. Por su parte, Benito Taibo, quien presentó en la FILIJ su nuevo libro “Cómplices” (Planeta, 2015), valoró: “La FILIJ es muy impresionante; a diferencia de un montón de ferias internacionales infantiles y juveniles, la más importante del mundo, entre comillas, es la Bolonia, Italia, pero no es una feria de públicos, es una feria de autores y de venta de derechos; en cambio, la FILIJ es una feria de lectores, esos niños que hace 35 años estuvieron en la FILIJ, que por primera vez tuvieron contacto con un libro, vuelven hoy con sus hijos en la mano a repetir la experiencia, y es una constante renovación generacional”. Para concluir, la directora general de la FILIJ, Paola Morán, también expresó a este Semanario el reto de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, considerando tanto el éxito como la calidad de todo el programa, incluido el Seminario Internacional de Fomento a la Lectura: “La FILIJ es un proyecto que llegó para quedarse, un proyecto totalmente institucionalizado, lo cual es muy grato porque da seguridad, porque pueden pasar las personas, porque pueden pasar las administraciones, y yo creo que la FILIJ siempre seguirá creciendo, siempre atenta a lo que está pasando en el mundo de la literatura infantil y juvenil para dar respuesta a sus lectores y a su público”. “Mantener el nivel, ese es el gran reto”, garantizó finalmente Paola Morán.
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