Conzultoría Matrimonial y Familiar
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Este apunte está inspirado en mi estancia que tuve al hospitalizarme en el hospital del ISSSTE aquí en Tijuana en virtud de una operación que me hicieron al implantarme una prótesis en la rodilla derecha, y bueno al entrar uno a un hospital ya va cargado de algún tipo de prejuicios y con algo de estrés, aunque presumí que no era mi caso y más cuando todo el personal que me atendió fue y es mucho muy amable, así que al respecto solo lo que el pópulos habla de los hospitales oficiales.
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Lo que sí hemos coincidido varios es de que la comida en esos hospitales no es del todo gourmet, pero se entiende, para empezar el hambre casi no da (pensando en lo que van a servir), generalmente no soy delicado en el comer, si ésta es buena pues mucho mejor, lo único en lo que sí soy delicado es en que toda comida caliente debe servirse caliente y en lo que la preparan y sirven durante el trayecto se enfría y ese fue mi caso, la comida llegaba tibia, pero he aquí la sorpresa de la misma y de lo que quiero compartir.
Antes debo de compartir lo que muchos sabemos sobre la comida chatarra, y que las principales son las hamburguesas, los burritos, los tacos, los hot dogs, los trozos de pollo frito, en que la principal guarnición son las papitas fritas, que desde mi punto de vista son las que ocasionan la obesidad, principal mal de las comidas chatarras.
Me internaron el 31 de enero y entré al quirófano al día siguiente a las 9 am y operado a las 10.05 am, por lo cual yo no había comido nada desde un día antes, y como la recuperación de la anestesia dura bastante después de la operación, al salir de la misma a las 12:00 y ya que faltaba una hora para que sirvieran la comida, no fue posible me sirvieran ya que salí como a las 4:30 pm de recuperación, por lo que fue hasta las 7 pm que alcancé a cenar, y solo fue un sándwich, ¿pero qué creen?, de guarnición: manzana picada con yogurt y la verdad no lo podía creer, por lo menos ensalada de pasta, lechuga o frijoles esperaba, pero no con fruta, y bueno pues me lo comí después de no hacerlo poco más de 36 horas.
Y al día siguiente sirvieron de desayuno un omelette de queso con jamón, nada mal ¿pero qué creen?, de guarnición pera picada con yogurt, órale, nada de frijoles que me encantan, ni arroz o ensalada, bueno y como no había otra opción a entrarle con gusto y cariño. Y viene la comida del día, otro sándwich de ensalada de pollo y lo esperado, acompañada de papaya picada con yogurt, lo cual acabó por convencerme que toda comida chatarra dejará de serlo si al alimento principal lo acompañan con fruta picada en lugar de lo tradicional y que es lo menos saludable. Solo agregaría acerca de las comidas del ISSSTE que me sirvieron posteriormente fueron acompañadas con frutas exquisitas, y dejándome una grata sensación, no está de más dejarle una sonrisa a la cocinera.
Parecerá detalle superfluo el comentar lo anterior, pero sinceramente no lo creo, inclusive para cuando los hijos van a la escuela se acompañen sus refrigerios o colaciones con fruta, es más, ojalá y la agrupación de restaurantes lo comenten y agreguen como una opción en su menús de lo que sirven (solo denme el crédito).
Y por último quiero agradecer en verdad al Dr. Heredia, Ortopedista que encabezó mi operación, y a todas las enfermeras y enfermeros que ayudaron para que todo fuera un éxito, como estaba solo recuerdo a la de nombre de Beatriz y todas sus simpáticas compañeras, y qué decir de los enfermeros y enfermeras que me atendieron muy amablemente durante mi estancia en el hospital; recuerdo a Sandra, Rigoberto, Melissa, que por cierto todas ellas muy guapas.
Y como siempre agradezco a mis dos que tres lectores por sus consultas y comentarios al e-mail: bautista46@hotmail.com
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.
