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viernes, febrero 16, 2024
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Universidades y presupuesto

¿Cuántos rectores malversan recursos públicos?

El régimen de Morena 2018-2024, puso el dedo en la llaga cuando “tocó” los presupuestos públicos a Instituciones de Educación Superior (IES), y se recorta hasta 32.5% del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.


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Es obligado revisar a fondo la transparencia del destino de recursos de las IES, a quiénes rinden cuentas, y comprobar si realmente se aplican a salarios, gastos de operación e inversiones sustanciales que abunden en educar e investigar y elevar estas irregularidades a rango de delitos graves que se sancionen con rigor.

La transparencia, la rendición de cuentas de acceso público, la retroalimentación de informes auditados por cualquier ciudadano, no son características de las IES en este país. La mediocridad y debilidades de la educación, su cuestionable calidad, la turbiedad, discrecionalidad y canalización, se contraponen a las necesidades básicas de fortalecer el educar, investigar y vinculación con el sector productivo, no está en el centro de atención.

Por la galopante pobreza que predomina en México, en los jóvenes del campo y la ciudad, debería haber un robusto programa de becas para los que carecen de lo elemental para comer, transporte, materiales de estudio, libros, bibliotecas disponibles y abiertas  al menos. No lo hay y si existe, son de migajas que decepcionan a muchos. Y la deserción estudiantil sigue al alza por razones económicas y familiares.


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El gasto de las IES tiene hoyos negros, discrecionalidad, desviaciones y corrupción de los objetivos básicos y desinformación. Sólo los contralores y directores saben a ciencia cierta en qué se destina el grueso del presupuesto anual.

Una parte importante, además de los impuestos federales y estatales que sostiene la operación y crecimiento, es el pago de inscripción o colegiaturas obligatorias de los estudiantes, quienes por semestre cubren $2,500 a 5000 pesos o más dependiendo de la carrera.

¿En qué se gasta cotidianamente en las IES? Viajes en avión de los directivos, hoteles, alimentos, fiestas, comidas, desayunos, regalos, bailes de varias fechas en el año, de la mujer, del maestro, del estudiante, día de la madre, e la secretaria, día del padre, celebración de aniversario de fundación, de la amistad, de rosca de reyes, posada de fin de año, etc.

¿Se aplica austeridad o el sentido común? No parece porque las prioridades se descuidan y los libros, computadoras, materiales de laboratorio, equipo de talleres, salas audiovisuales, no se dispone por falta de presupuesto. Pero la contradicción es que sí hay para festejos y viajar a reuniones que nada dejan al final del día.

Es prioridad la disponibilidad de maestros, experiencia y formación profesional especializada  para determinadas materias que quedan vacantes. Hay casos de estudiantes que pierden el semestre sin una sola opción para materias. Y, ¿cuántos aviadores tiene una escuela? Esto es grave y retrasa a grupos de estudiantes que estudian con la presión del tiempo, el trabajo o los gastos de estancia porque son foráneos y sus gastos en rentas.

Las bibliotecas y el centro de cómputo son otro factor relevante en los estudiantes que carecen en casa de espacios para estudiar, libros, computadoras y conexión a internet.

Pero el problema no sólo es de las IES. Hay graves carencias en secundarias y primarias de seguridad, salones, pupitres, agua y drenaje, sanitarios, maestros, instalaciones de enseñanza de habilidades y formación práctica.

La educación pública (y la privada es el mismo escenario), es un barril sin fondo cuando no rinden cuentas claras a estudiantes y padres de familia. Debemos conocer el balance de los ejercicios escolares en el aspecto de aprovechamiento académico y el engranaje económico. Se pueden desviar recursos de las cooperativas, de las cuotas, del presupuesto y los afectados. No existe panorama ni conciencia de qué está pasando en su centro escolar. Los perjudicados tienen miedo de cuestionar o denunciar por las represalias posibles. Porque hay rectores y directores que han robado impunemente las IES, o en la educación básica sin que trascienda. Es el “guachicoleo” de la educación.

 

M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.

Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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