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jueves, febrero 22, 2024
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Novelesco juicio a “El Chapo” Guzmán

Testigos “estrella”, Lucero Guadalupe Sánchez “La Chapodiputada” y Dámaso López Núñez “El Licenciado”, acusan, confirman y dan nuevas versiones en el llamado “juicio del siglo” en Estados Unidos contra el narcotraficante Joaquín Guzmán. Homicidios, corrupción, amoríos y detalles de las fugas del ex líder del Cártel de Sinaloa, destacan en últimas audiencias. “El Licenciado” implica a Emma Coronel en la coordinación de la evasión del sinaloense del penal Altiplano

Testimonios van y vienen contra el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán durante su juicio en una Corte de Brooklyn, Nueva York; sin embargo, la mayor parte de lo que se afirma por los testigos, presos por haber sido miembros del Cártel de Sinaloa, tiene que ver con los crímenes del acusado en territorio mexicano. Poco o nada se ha dicho de los delitos por los que se le acusa en Estados Unidos.


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De forma similar a las semanas previas, entre el 17 y el 23 de enero, desfilaron por la sala de audiencias testigos “estrella”, como Lucero Guadalupe Sánchez “La Chapodiputada” y Dámaso López Núñez “El Licenciado”, compadre y ex socio del enjuiciado. De ellos salieron señalamientos, confirmaciones y nuevas versiones de hechos que se habían ventilado en México.

Las últimas novedades parecieran salir de una novela. Primero, la ex legisladora panista de Sinaloa confesó su relación sentimental con el capo, aunque inicialmente se declaró confundida por el tipo de vínculo que sostenía con Guzmán. Dijo que inició en el negocio de las drogas “por amor” y fue enviada al “Triángulo Dorado” para comprar marihuana, esforzándose por mantener contento a Joaquín para que no involucrara a sus hermanos.

Lucero también aseguró que vivió con el imputado durante casi un año, entre 2012 y 2013, en una de las casas de seguridad de Culiacán. En el caso de la credencial con identidad falsa que utilizó para visitar a Guzmán en el penal Altiplano, aseguró que fue el abogado del narcotraficante quien la consiguió.


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Las declaraciones de Dámaso López Núñez fueron más lacerantes hacia su compadre y ex socio, pues aunque inició señalando que la fuga del ex líder del Cártel de Sinaloa del penal de Puente Grande sí ocurrió a bordo de un carrito de lavandería, le acusó de haber ordenado o participado en por lo menos seis homicidios.

Además, “El Licenciado” señaló a los hijos de Guzmán Loera, conocidos como los “Chapitos”, de haber ordenado la muerte del periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas, fundador del semanario Ríodoce de Culiacán, por no haber hecho caso de publicar una entrevista con el propio Dámaso. Por si fuera poco, implicó a Emma Coronel Aispuro, esposa de “El Chapo” y a tres hijos de éste, de coordinar su última fuga de Altiplano.

Se advierte que todos los testimonios, como los antes rendidos por otros testigos protegidos o colaboradores, se refieren a sucesos de la vida criminal de México y no de la Unión Americana.

 

AMOR FRUSTRADO

Aunque ya había declarado días antes, Lucero Guadalupe Sánchez volvió al escenario de la justicia el martes 22 de enero. Ahí trascendieron las cartas de amor que Joaquín Archivaldo le enviaba desde que estuvo preso en Almoloya de Juárez en febrero de 2014. El fiscal presentó una de las misivas y algunos mensajes interceptados a la pareja, para ese entonces aún legisladora en el Congreso del Estado de Sinaloa. Ahí le planteaba la idea de que lo visitara.

“La Chapodiputada” había estado con el narcotraficante antes de su aprehensión en Mazatlán en aquél año. Incluso había narrado cómo escapó debajo de la bañera con Guzmán y parte de la servidumbre, para salir por el drenaje de Culiacán. Describió cómo aquél hombre calificado de violento tenía miedo de ser detenido.

Dámaso López Núñez, “El Licenciado”

Lucero aseguró que durante la estancia del “Señor Guzmán” -como le nombraba en la audiencia- en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1 Altiplano, ella estuvo en contacto con Manuel Osuna, abogado del sinaloense, quien presuntamente, instruido por “El Chapo”, le consiguió una credencial falsa con su fotografía y otra identidad (Devany Vianey Villatoro Pérez).

Durante la audiencia, la mujer leyó el inicio de una de las cartas que a la letra decía: “Para mi reina, que es amada”. Los periodistas presentes narraron en sus crónicas que la esposa de Guzmán, Emma Coronel Aispuro, parecía no escuchar ni mirar a la que declaraba, mientras se acariciaba el cabello. Sánchez dijo que reconocía la letra, pues había estado presente cuando Joaquín le escribía palabras de amor.

Al ser interrogada por la fiscalía, “La Chapodiputada” abundó en el pánico que Guzmán Loera tenía a ser apresado. Recordó que en una ocasión, en febrero de 2014, cuando se hallaban en un área pública en espera de que un “secretario” pasara por ellos, “El Chapo” entró en un estado de miedo que “estaba tan desesperado que decía que había que robar un coche para huir”.

Lucero Guadalupe, detenida en junio de 2017 por autoridades migratorias de Estados Unidos y juzgada por narcotráfico, identificó durante su comparecencia fotos y vídeos de algunas de las casas de seguridad donde se ocultaba “El Chapo” para no ser detenido, una de éstas localizada cerca de Palacio Nacional.

De los mensajes interceptados que se presentaron durante la audiencia, trascendió que la testigo tiene un hijo con el narcotraficante al que se refieren en conversaciones como “Rubencito”.

 

CORRUPCIÓN EN PRISIÓN

Por su parte, Dámaso López Núñez, ex comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa y ex jefe de seguridad del penal de Puente Grande, Jalisco, rindió testimonio en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde negó haber apoyado la primera fuga de su paisano el 19 de enero de 2001, del mismo reclusorio de máxima seguridad donde él había laborado.

A través de una pantalla en una sala 8D que hay en la Corte, los periodistas que cubren el juicio pudieron escuchar que “El Licenciado” se deslindó de cualquier responsabilidad en la evasión, la cual, confirmó, ocurrió dentro de un carrito de lavandería como es la versión oficial. Sin embargo, reconoció actos de corrupción cuando fungió como servidor público del Cefereso Número 2 Occidente.

Entre otras cosas, dijo que “El Chapo” Guzmán le pagaba, le dio una casa y cubrió la intervención médica y rehabilitación de uno de sus hijos que se accidentó, a cambio de hacer favores como apoyar a sus visitas irregulares al penal, conseguir teléfonos o ropa no permitida en el reglamento. Aun cuando fue despedido, López Núñez siguió frecuentando a su “patrón” en el centro penitenciario, donde le rendía cuentas sobre inmuebles comprados o rentados para la organización.

Luego que Joaquín Archivaldo se fugó, Dámaso se reunió con él en el exterior y ahí se enteró del interés del capo por ayudar a los custodios incriminados por su fuga y dio instrucciones a algunos abogados de asistirlos jurídicamente.

También hizo referencia en audiencia que en diciembre de 2013 recibió una solicitud de su jefe de plaza en Baja California Sur para matar a un policía que molestaba a la alcaldesa de La Paz, Esthela de Jesús Ponce Beltrán. Según un mensaje interceptado de un aparato celular por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Guzmán le refirió a Dámaso que la política era una posible candidata a gobernadora de ese Estado y entonces ordenó el homicidio para apoyarla. La ex funcionaria salió a declarar a la prensa que las acusaciones son falsas, absurdas y sin fundamento.

Entre otros señalamientos de López Núñez, destacó la infiltración de su compadre con algunos miembros de la Policía Federal, la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía) y del Ejército Mexicano, a través de dos sujetos identificados como “Javi” y “Roberto”, quienes entregaban sobornos mensuales a cambio de protección. También delató a Guzmán Loera en por lo menos cuatro homicidios, incluido el de su primo Juan Guzmán Rocha “Juancho”, porque le mintió sobre su ubicación.

 

LA SEGUNDA FUGA

En su segundo día de audiencia, el miércoles 23 de enero, “El Licenciado” implicó a Emma Coronel Aispuro, esposa de Joaquín Guzmán, en coordinación de la fuga del capo del penal federal del Altiplano la noche del 11 de julio de 2015. En los mismos hechos habría actuado en concierto con tres hijos de su marido: Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, y Ovidio Guzmán López.

Presuntamente, la duranguense y los Guzmán se reunieron en diversas ocasiones para plantearle los detalles de cómo se daría el escape a través de un túnel, que a la postre resultó de un kilómetro y medio aproximadamente. Entre los asuntos a iniciar estaba el de conseguir un terreno cercano al centro penitenciario para realizar la horadación del subsuelo.

Fotos: Archivo

López Núñez manifestó que para facilitar la huida adquirieron un reloj con una aplicación GPS que les permitió las coordenadas exactas de la celda número 20, donde se encontraba “El Chapo”, en el pasillo 2 del área de Tratamientos Especiales del penal de Almoloya. Así guiaron la excavación de aquel terreno directamente hasta el piso de la regadera de la estancia.

Dámaso abundó que en el plan de evasión también participo Edgar Coronel Aispuro, hermano de Emma, quien se quedó petrificada al escuchar los dichos del interlocutor a través de la pantalla de videoconferencia. Precisamente el cuñado del líder del Cártel de Sinaloa estuvo al otro lado del túnel para auxiliar su salida y trasladarle hasta un hangar en San Juan del río, Querétaro, previa escala en una bodega de Toluca, Estado de México.

Según el testimonio, la mujer de Joaquín volvió a buscarlo cuando la Marina lo recapturó en Los Mochis, Sinaloa, para pedirle que le ayudara a planear una nueva fuga del penal Altiplano, donde el sinaloense fue alojado una vez más. Sin embargo, ya no tuvieron tiempo de idear estrategia alguna, ante el traslado de Guzmán al Cefereso Número 9 Norte en Ciudad Juárez (mayo de 2016).

Emma Coronel le habría dicho a Dámaso que se entregaron 2 millones de dólares al máximo responsable de los centros penitenciarios federales para que se gestionara el retorno de Joaquín Archivaldo a Altiplano. Incluso meses después, el amparo otorgado por un juez de distrito ordenaba la devolución del reo al Cefereso Número 1, pero cuando se analizaba la revisión en un Tribunal Colegiado, se materializó la extradición (enero de 2017).

Autor(a)

Luis Carlos Sáinz
Luis Carlos Sáinz
Reportero desde 1989 en W Radio, Promomedios Radio, TV Azteca, Canal Ocho, Grupo ACIR, Ocho Columnas, Associated Press y ZETA; Consejero Editorial en Mural 2010-2011. Autor del libro Rejas Rotas.
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