Dedicó toda su vida a la actuación, pasión que descubrió de niño y que hasta el último momento de su vida disfrutó a plenitud. Actor de cine, teatro y televisión, falleció por complicaciones pulmonares a los 79 años de edad
Entregado a la actuación en cuerpo y alma, su vida la disfrutó en el escenario. A los 7 años inició la aventura actoral que culminaría con su muerte.
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Fernando Ciangherotti Díaz, su nombre real, descubrió en la actuación su pasión, una vocación que traía en la sangre al nacer en el seno de una familia de histriones. Hijo del destacado Alejandro Ciangherotti y de la actriz Mercedes Díaz Pavía, conocida como Mercedes Soler y hermana de Fernando, Andrés, Domingo y Julián Soler (los grandes de la Época de Oro del cine mexicano), Fernando Luján pasó los primeros años de su infancia entre escenarios teatrales y cámaras de cine.
Su motor siempre fue actuar, trabajo que no sólo lo mantenía activo, también lúcido, optimista y productivo.
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Ganó la Diosa de Plata
“Sí (todavía vale la pena y), toda la vida. No podría hacer otra cosa cuando desde niño he estado y nacido en este ambiente, porque afortunadamente mi familia ha tenido grandes actores, por eso me vienen muchos recuerdos de niño en los teatros o de cuando me llevaban a los sets cinematográficos a filmar. Si suelto la grabadora del cerebro puedo tener hasta olores y el recuerdo está completo”, compartió Luján en entrevista concedida a ZETA en 2014, en la que hablaba con nostalgia de sus inicios en la actuación.
Fue con “La Zarzuela” que debutaría en el séptimo arte en 1947, para después hacerse de un camino próspero en el cine nacional y continuar creciendo como artista hasta sus últimos días.
Más de 75 películas son el legado que deja en su trayectoria, como “Hasta el Viento Tiene Miedo”, “El Coronel No Tiene Quien le Escriba”, “El Mil Amores” (compartiendo créditos con el inmortal Pedro Infante), “Tercera Llamada”, “Cuando los Hijos Regresan” y la más reciente “Hombre al Agua”, filmada en 2018 al lado de Eugenio Derbez y Eva Longoria.
“(Al cine actual) Lo diagnosticaría como no amoroso, bien hecho, inteligentemente bien hecho, con buenos asuntos, buenos actores, buenos directores; pero sí siento que se ha perdido el amor por hacer una película. Antes tú hacías una y estaba enamorado el productor, los maquillistas, los técnicos, todos los del proyecto. Ahora todo mundo trabaja un poco más pensando en el próximo proyecto, tanto los actores como directores, es un poco más frío.
“Tuve la oportunidad de estar casi a finales de la Época de Oro del cine y ahora son contadas las ocasiones en que tienes todo ese amor en todo el equipo, porque el cine no solamente son los actores y directores, es todo un equipo también”, expresaría en aquella entrevista quien fue dirigido por Arturo Ripstein, Francisco Franco, Rogelio A. González, entre otros, reconociendo que los tiempos son otros, y por ende, las formas de trabajo.
“La gente que hace cine son héroes, porque es muy difícil levantar los proyectos”, consideró Fernando Luján, quien cuando no actuaba, gustaba de escribir y redactar guiones y otros textos.
“(El cine) Es apasionante y te enamoras de entrada, aun sentado y escribiendo un guion, en un momento determinado, ya estás enamorándote. Me gusta muchísimo escribir y dentro de las cosas que escribo, de repente me da por escribir poesía, un guion cinematográfico, o una obra de teatro”.
Nacido el 23 de agosto de 1939 en Bogotá, Colombia, también hizo trabajos exitosos en televisión, primero con Televisa para años más tarde, emigrar a Televisión Azteca. “Cuatro en la Trampa”, “Los Ricos También Lloran”, “Cadenas de Amargura”, “Vida Robada”, “Sueño de Amor” y “Para Toda la Vida”, son algunos de los proyectos que Fernando Luján tuvo en la televisora de Emilio Azcárraga, mientras que en la del Ajusco ganó el aplauso del público en melodramas como “Mirada de Mujer”, “Todo por Amor”, “Las Juanas”, “Montecristo”, “Los Rey” y su último trabajo, “La Hija Pródiga” (2018), interpretando a Nelson. Sin olvidar su personaje de Tomás Urquiza en la serie “Ingobernable”, de Netflix.
La última distinción que tuvo en vida
En noviembre de 2018, Luján fue reconocido por su aportación a la industria fílmica iberoamericana con el Premio “Luis Buñuel”, última distinción que obtuvo en vida.
“Esto me levanta el ánimo, cuando es de las pocas cosas que se levantan”, expresaría al recibir la estatuilla. También fue reconocido con el Ariel por su trabajo en “Cinco Días sin Nora” y la Medalla Filmoteca otorgada en 2013 por la Universidad Nacional Autónoma de México.
El viernes 11 de enero de 2019, el actor falleció a los 79 años en su casa de Puerto Escondido, Oaxaca, debido a complicaciones pulmonares. El lunes 14, su esposa Martha Mariana Castro y los diez hijos procreados por el histrión, producto de varias relaciones, le dieron el último adiós, esparciendo sus cenizas en el mar del lugar donde vivió sus últimos años y en un árbol plantado en su vivienda, cumpliendo así la última voluntad de Fernando Luján.
