Si a alguien le tiene que agradecer el ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Tonatiuh Guillén López, la recomendación que sobre su persona hizo al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y que finalmente influenció para que lo nombrara titular del Instituto Nacional de Migración, es el Padre Alejandro Solalinde. En efecto, aseguran los cercanos a AMLO, ese cargo o uno en derechos humanos, lo tenía pensado para Solalinde, activista por los derechos de los migrantes; sin embargo, cuando éste le dijo que no, que lo suyo es seguir apoyando a quienes más lo necesitan desde otras esferas ajenas al gobierno, pidió recomendación y quien finalmente se quedó con el puesto es Tonatiuh Guillén, a quien por cierto, habiendo residido en esta frontera durante tantos años, poco se le ve por acá. Precisamente en el momento en que el Estado atraviesa por una crisis migratoria. Qué cosas.
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