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viernes, febrero 16, 2024
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Narco recluta y asesina mujeres

De enero a septiembre de 2018, 162 mujeres han sido asesinadas en Tijuana. La cifra supera la de 2017, pero también revela que muchas de las víctimas fueron asesinadas por temas relacionados con narcomenudeo. Algunas vendedoras y otras consumidoras, han perdido la vida debido a pugnas entre grupos rivales por controlar la venta de “cristal”

 


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A Elizabeth Melero Meza la conocían como “La Tuerta” u “Ojo de Vidrio” porque le faltaba el ojo izquierdo. Policías que patrullan la colonia Guaycura, ubicada al sureste de Tijuana, la identificaban como una de las principales vendedoras de “cristal” en esas calles.

A lo que contaba la mujer de 45 años, la había reclutado un hombre de apodo “El Flaco” para vender globos, como se le conoce a las dosis de metanfetaminas. Por cada 25 envoltorios que vendía, recibía 500 pesos. Y cuando se terminaba la mercancía, ella le marcaba por teléfono para pedir más.

El 8 de mayo de 2017, su esposo Hemeterio Rodríguez López fue asesinado sobre la calle San Fermín de la colonia Ampliación Guaycura. Al ser entrevistada, Elizabeth aseguró a los investigadores que él trabajaba como albañil, aunque contaba con antecedentes por robo y ni siquiera sabía que ella vendía droga.


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También les dijo que no había recibido amenazas ni “El Flaco” le había advertido que se cuidara de alguien. Un año y un día después, la mujer fue encontrada sin vida en la calle del Parque de la colonia Ampliación Guaycura.

A las 2:23 am fue asesinada a balazos sobre la vía pública; en un año se le había detenido por daño en propiedad ajena y narcomenudeo.

La historia de Elizabeth es muy parecida a la de muchas de las 162 mujeres asesinadas entre el 1 de enero y el 11 de septiembre de 2018 en Tijuana, un incremento respecto a las 147 víctimas mujeres por homicidio doloso reportadas en 2017.

En más del 90 por ciento de los casos, se trata de consumidoras o vendedoras de drogas, casi siempre “cristal”, quienes están siendo ejecutadas por grupos de narcomenudistas rivales.

La Subprocuraduría General de Justicia del Estado en Tijuana ha realizado un análisis individual de cada una de las víctimas. Ha recolectado testimonios de familiares, de testigos de los crímenes e información judicial sobre antecedentes penales, detenciones o casos penales relacionados para establecer líneas de investigación sobre los asesinatos.

Mujer atacada a balazos en la colonia Sánchez Taboada

El subprocurador de Justicia, Jorge Álvarez, explica que la iniciativa de analizar cada uno de los casos no busca revictimizar, sino entender sus perfiles, su contexto y así poder aclarar los delitos.

De esta forma, han podido obtener 17 órdenes de aprehensión para homicidas de mujeres. Los obstáculos para integrar las carpetas de investigación son los mismos que en casi cualquier caso de un homicidio relacionado con narcomenudeo u otro ilícito; familiares y testigos no aportan su declaración y, sin ésta,  no hay suficientes elementos para establecer sospechosos.

 

CRÍMENES MÁS VIOLENTOS, CTNG SE ATRIBUYE HOMICIDIOS

Cerca del 23% de las mujeres asesinadas no han podido ser identificadas. En muchos de estos 38 casos, los cuerpos han sido calcinados o encontrados después de días, lo que hace difícil el proceso de reconocimiento.

En uno de los casos más recientes, el 26 de agosto una mujer fue encontrada calcinada junto a un hombre a la altura del campo deportivo Furati en la canalización del Río Tijuana.

Antes de prender sus cuerpos en fuego, sus asesinos les dispararon. También dejaron un cartón con el mensaje “Esto les va a pasar a todos los rateros y chapulines”.

En una misma noche, el 6 de septiembre, dos mujeres fueron asesinadas violentamente y sus cuerpos dejados en dos puntos distintos de la ciudad, pero localizados a la misma hora por las autoridades, a las 10:50 pm.

Una de ellas fue encontrada dentro de una caja de madera color café sobre el Bulevar Insurgentes, frente al panteón Monte de los Olivos en la colonia Horóscopo.

La víctima estaba atada de ambas manos en la parte baja de la espalda y mostraba huellas de tortura, puesto que fue localizada una cuerda alrededor de su cuello y estaba amordazada.

La otra mujer se localizó en la Rampa Delicias 3, a un costado del Bulevar 2000, en el fraccionamiento Delicias 3; a su costado se dejó un cartón con el mensaje “Llegamos para quedarnos y de todo nos damos cuenta ahí está su gente bola de mugrosos el CTNG (Cártel Tijuana Nueva Generación) sigue mandando”.

Un mensaje presuntamente firmado por el mismo grupo delincuencial fue hallado en la escena de un crimen ocurrido una semana antes, el 29 de agosto. En un inmueble usado como “picadero” en las calles 34 Sur y Tecate número 280 del fraccionamiento Urías, una mujer fue asesinada y tres hombres más resultados heridos en un ataque armado.

En el lugar, autoridades encontraron una cartulina con el mensaje “Esto le va a pasar a todo ese cabron que ande pasando información a los polis. EL CTNG)”. Autoridades aún no determinan si la mujer era el blanco del ataque o sus acompañantes.

 

5 MIL PESOS Y 5 GRAMOS DE HEROÍNA, EL PAGO POR UN HOMICIDIO

Aunque corporaciones identifican entre las víctimas a algunas vendedoras de droga en colonias como la Zona Norte, Guaycura, Cañón Progreso y El Mirador, ninguna de las víctimas aparece en posiciones de poder o liderazgo dentro de los organigramas entre las células dedicadas al crimen.

No obstante, algunas víctimas cuentan con antecedentes delictivos, como es el caso de Emma Camacho Salcedo, a quien se investigaba en ocho casos de narcomenudeo, aunque no había sido detenida.

La mujer de 38 años de edad, vendía hasta 23 dosis de “cristal” al día a cambio de 600 pesos. Al igual que Elizabeth, no sabía mucho de la persona que le entregaba la droga, lo identificaba con el apodo de “El Max” y sabía que frecuentaba el bar As Negro de la Zona Norte.

La comunicación casi siempre era por teléfono para indicarle en qué punto debía colocarse y, cada semana, ella entregaba un promedio de 2 mil pesos de las ganancias producto de la venta de droga.

Policías encuentran a una mujer asesinada en la colonia Lomas de San Martín

Fue asesinada el 20 de julio mientas estaba sentada en la banqueta frente al número 1633 de la calle Coahuila en Zona Norte. Su caso es uno de los pocos en que el responsable ha sido detenido en flagrancia.

El asesino confesó a las autoridades que lo capturaron en ese momento, que no conocía al hombre que lo contrató, pero le ofreció 5 mil pesos y 5 gramos de heroína para que llevara a cabo el crimen. También le entregó una pistola calibre 45, con la que disparó en la cabeza de la fémina.

Otro caso es el de Rebeca Saraí López Alapizco, de 31 años. En diciembre le había sido cumplimentada una orden de aprehensión por homicidio, pero no permaneció en prisión, pero ya había sido girada otra orden de aprehensión por el mismo delito. Su zona de venta era, precisamente, el fraccionamiento El Mirador.

Fue asesinada la noche del 28 de julio junto a su pareja Mario Gardea Medrano “El Happy”. Ella se encontraba sobre la banqueta en la calle Bahía Palmas número 1595 del Mirador y su pareja dentro de una camioneta tipo pick-up, cuando paramédicos y policías llegaron a atender el reporte de disparos de arma de fuego.

Él aparecía como sospechoso de un homicidio cometido el 7 de julio de 2016 y del delito de lesiones contra Sergio Manuel Fernández, atacado a balazos el 2 de febrero de 2018. Ambos contaban con antecedentes por delitos como robo con violencia y portación de arma de fuego.

También está el caso de Rosalba González Gutiérrez “La Güera”, identificada como vendedora de droga para la célula “Los Primos” en la colonia Pedregal de Santa Julia. Dos años atrás, había sido internada en la penitenciaría por narcomenudeo y recientemente se le ubicaba vendiendo droga en la colonia Nuevo Milenio.

El 4 de febrero de 2018, mientras se encontraba en la calle Juan Álvarez número 4880 de Pedregal de Santa Julia, fue asesinada a balazos.

El 25 de agosto, Janeth Ivon Martínez Chavarín, conocida con los alias “La Bombón” y “La Gorda”, fue atacada balazos frente a un inmueble en la calle Miguel F. Martínez entre Coahuila y Baja California, en la Zona Norte. En el lugar se localizaron cinco casquillos calibre 9 milímetros y una ojiva. Según las investigaciones, dos hombres participaron en el homicidio. Aunque fue trasladada al Hospital General, la gravedad de las heridas le ocasionó la muerte.

La joven de 24 años había sido acusada de los delitos de lesiones calificadas, privación ilegal de la libertad y narcomenudeo.

Entre las víctimas relacionadas con narcomenudeo, también hay mujeres identificadas solamente como parejas de vendedores. Tal es el caso de Stella Ruby Orozco Puente, de 26 años, asesinada el 1 de junio en el Cañón Progreso.

Su cuerpo, con visibles huellas de violencia, fue colocado dentro de un tambo en el domicilio marcado con el número 3801-B.

Aunque ella no cuenta con detenciones previas, su pareja, Carlos Alberto Vega Barajas, sí. Al hombre de 37 años se le identifica como vendedor de drogas y ha sido detenido por robo simple.

 

“LA MATA BABIES”

Una de las víctimas mejor identificadas por las autoridades por sus antecedentes, es Ana Verónica Cruz Soto “La Mata Babies”, de 45 años, una de las principales vendedoras de “cristal” en la colonia El Rubí.

Pasadas las once de la noche del 7 de junio, fue atacada a balazos en la calle Adolfo López Mateos del Rubí y murió al día siguiente en el Hospital General. Javier González Paredes, de 21 años, fue detenido por este homicidio; cuenta con antecedentes por robo con violencia y robo de vehículo.

Antes de morir, la mujer identificó a este hombre y a otro más como los responsables de atacarla. Los vio al momento del ataque.

 

EL HOMICIDIO DE VIVIANA, TAMBIÉN LIGADO AL NARCOMENUDEO

El 29 de agosto fue localizado el cuerpo sin vida de una mujer en un camino vecinal del fraccionamiento Delicias tercera sección. Cerca del mismo punto donde una semana antes, una menor de seis años, identificada como Dayana, había sido rescatada caminando sola por la calle y con heridas en la muñeca.

Aunque los exámenes de ADN aún no arrojan la identidad de la víctima, familiares y autoridades presumen que se trata de Viviana Inés de la Cruz Martínez, de 21 años, madre de Dayana.

Familiares reportaron el hallazgo del cuerpo después de días de no saber de ella. A pesar que el estado de descomposición no permitió un reconocimiento facial, la ropa que llevaba sí fue identificada por sus consanguíneos.

Aunque todavía no se precisa una línea de investigación, detectives comentaron a ZETA que una de las teorías es que la mujer acudió a comprar droga en compañía de su hija y en el lugar fueron raptadas.

Las heridas de la niña presumen que los homicidas la lastimaron para así obtener información de Viviana, ya que la relacionaban con haberlos delatado con las autoridades. Finalmente, dejaron a la niña ir, pero asesinaron a su madre.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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