Entre gritos de euforia, copiosos aplausos y múltiples derroches de admiración, el cantante sonorense de adopción bajacaliforniana, Paco de María, aprovechó la noche del sábado 28 de julio para celebrar una década de carrera artística en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT), donde rindió pleitesía al género big band, recordó a su señora madre y agradeció la influencia musical que le heredó su señor padre, quien se encontraba entre los asistentes.
Doce músicos en escena llevando atinadamente el hilo conductor del recital, acompañaron a De María, quien ataviado en un traje oscuro, camisa blanca y corbata, saltó al templete para acariciar los sentidos de unos 800 seguidores, a quienes confió que su presentación sería especial, por tratarse de Tijuana, la que considera su ciudad, pese a que emigró de ella hace 16 años.
Publicidad
“Tengo muchos recuerdos de aquí, de mis tiempos en el Colegio La Paz, en el (Instituto) México, las tardes jugando basquetbol después de clases, de los domingos sentados en familia, en la sala escuchando los acetatos de mi papá”, señaló el intérprete de “Todo mi Corazón”, “Desahogo”, “Si Ese Tiempo Pudiera Volver”, “Una Mañana”, “Dímelo”, “Te Quiero, Dijiste” y “Enamórate”.
Cantando versiones de clásicos como “Perfidia”, “Preso”, “Granada”, “Lo Mejor de tu Vida” y “Contigo en la Distancia”, el llamado “La Voz del Big Band” encapsuló a sus seguidores en una ceremonia íntima, donde los temas de amor y desamor, crearon momentos memorables para los habitantes de las butacas que atestiguaron la sencillez con que el cantante interactúo.
“New York, New York” y “Can’t Take my Eyes Off of You” fueron otras de las canciones que, escoltado por piano de cola, batería, contrabajo, tres trompetas, tres saxofones y tres trombones, Paco de María brindó entre el repertorio que incluyó en su más reciente placa discográfica.
Publicidad
Con luces robóticas, la dulzura de la sesión de metales y la elegancia de la base musical, el artista galardonado con el Premio Lunas del Auditorio Nacional -otorgado en Ciudad de México- festejó su trayectoria entre ritmos de jazz, pop, bossa nova y latin jazz, expresando su sentir y gusto por continuar proyectando un género musical que rescata de las décadas de los años veinte y treinta.
