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sábado, febrero 17, 2024
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Ignoran casos de violencia obstétrica en HG Ensenada

“No hubo muerte fetal, no hay nada qué hacer”, mencionó la Comisión de Arbitraje Médico, a una mujer con una queja por malos tratos en el Hospital General. La demanda, también interpuesta ante la CEDH, no es la única; hay casos como la no atención oportuna en emergencias, obligar a la mujer a dar a luz en posición vertical cuando hay medios necesarios para un parto horizontal, y hacerlas esperar con dolores

En los primeros cuatro meses de 2018 se registraron 37 muertes de recién nacidos por diversas causas en hospitales de Ensenada, siendo abril el de mayor incidencia, con 12 casos de muerte fetal.


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Uno de estos fallecimientos corresponde a la bebé de Cindy, una mujer de 24 años de edad y casi 9 meses de gestación, que debido a su condición física y emocional, se siente impedida para interponer una denuncia penal, pero acusó de negligencia médica al Hospital General de Ensenada.

Durante la gestación no hubo comunicación con los médicos, dijo que en repetidas ocasiones les habló de su historial clínico.

“(Los médicos) Solo escribían en una hoja, pero nunca tomaron en cuenta la información, no me programaron para una cesárea y yo sabía que no iba a nacer natural”, mencionó Cindy en entrevista con ZETA.


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El certificado médico es aún más confuso para la mujer y su pareja, pues la causa de muerte fue “interrupción de la circulación materna fetal”, una leyenda común en este tipo de casos cuando no hay una autopsia, según comentó un médico a este Semanario.

En lo que va del año se han recibido cuatro quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California (CEDHBC), de las cuales dos corresponden a Ensenada, otra a Tijuana y una más a Tecate, en el ámbito de la salud en Hospitales Públicos, donde en uno de los casos el bebé falleció.

Melba Adriana Olvera, presidenta de la CEDHBC, resumió los hechos que han trascendido, y de 2016 a la fecha, se tienen cinco recomendaciones por hechos ocurridos en los hospitales generales de Tijuana y Rosarito. Otra más dirigida a la Secretaría de Salud del Estado por hechos ocurridos en el Centro de Salud de la calle Ruiz y 14 en Ensenada, así como al Hospital General por una situación donde el hospital consideró que fue un aborto incompleto, cuando en realidad se trató de violencia obstétrica.

 

Consecuencias del maltrato lo establecen como aborto

POR “ECLIPSE” MUEREN BEBÉS: HG

Cindy  pretendía ser madre por segunda ocasión, pero fue testigo de la muerte de su bebé cuando el ritmo cardíaco comenzó a perder fuerza en la sala de ultrasonidos del Hospital General de Ensenada.

“Una enfermera me dijo que pudo ser por el eclipse”, narró sorprendida

Con 24 años de edad, complexión delgada y antecedentes de un aborto natural, Selene esperaba que en el hospital le dieran un trato digno basado en su historial clínico, el cual nadie revisó.

Sin embargo, el certificado médico indica que se trató de una “interrupción”.

Es madre de una niña de 7 años que nació en un hospital público y a través de una cesárea. Incluso, dos semanas antes de que ingresara al hospital, fue a una cita y un ginecólogo le preguntó el motivo por el que le practicaron cesárea.

“Yo le respondí que porque no dilaté nunca, pasé muchas horas con uno de dilatación hasta que los doctores decidieron operarme, fue que la niña nació bien”, recordó.

Como otras féminas, llegó tres semanas antes con intensos dolores y uno de dilatación, pero la regresaron a su casa porque era solo cólico; la siguiente semana eran más intensos, pero le advirtieron que no se podía hacer nada porque solo tenía uno de dilatación.

Tres días antes, y a pesar de las molestias, llegó a la clínica donde dos enfermeras platicaban sobre asuntos personales, “me dejaron en una camita, una hora, pero igual que en las demás veces me regresaron”, describió con molestia.

Cuando el dolor fue insoportable y sintió que el bebé estaba a punto de nacer, regresó pero fue demasiado tarde: “Vi la cara de la enfermera, el semblante le cambió y de pronto el corazón de mi bebé dejó de latir”, compartió a casi 40 días del suceso.

Durante el embarazo, la joven se hizo dos ultrasonidos en un consultorio particular, mismos que llevó a sus citas en el Hospital General.

“Se los entregaba a los doctores, yo veía que solo los agarraban, pero nunca leyeron los detalles de las imágenes”, lamentó.

Tampoco hubo comunicación entre doctores y paciente, ni le dijeron que era candidata a una cesárea.

Después de la mala experiencia, Cindy (cuya identidad está protegida) no quiere volver a embarazarse.

 

ACUSACIÓN FORMAL DE VIOLENCIA Y NEGLIGENCIA A MÉDICOS

El 10 de mayo, Saira Garrido, una ciudadana cuya hija presuntamente sufrió violencia obstétrica en el Hospital General, realizó un video en el que narra a detalle lo que sucedió esa noche a su familiar.

Las imágenes se viralizaron, alcanzando el millón de reproducciones.

La denuncia quedó asentada en el folio 1933 ante la CEDHBC y en el número de caso 02 01-2018-07357 de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) contra quien resulte responsable, así como la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, donde le informaron que debido a que no hay muerte fetal, “hay poco qué hacer legalmente”.

Sobre este dicho, Derechos Humanos dio a conocer que independiente de que se haya registrado un fallecimiento, todos los usuarios tienen derecho a un trato digno y puede generar una sanción que termine con el contrato de la persona responsable para que no vuelva a laborar en hospitales.

Los hechos ocurrieron la tarde del 9 de mayo, cuando la mujer comenzó a tener trabajo de parto, la llevaron a urgencias al Hospital General, donde la doctora le advirtió que no había dilatado; a las seis de la tarde  del jueves 10, la regresaron a su casa.

Dos horas después regresó porque las contracciones eran cada vez más fuertes, un ginecólogo le indicó que procedería a inducir el parto, pero una doctora de nombre Nancy, así como Dora, del Departamento de Tococirugía, la devolvieron a su hogar.

Sus dolores eran muy frecuentes, por lo que volvieron por tercera ocasión al hospital alrededor de las nueve de la noche,  donde la tuvieron sentada junto a otras tres mujeres que estaban en espera.

Pero como no la atendían y sentía que el bebé estaba a punto de nacer, se metió al baño del cuarto 2 y parió sola en esa habitación.

Testigos secundaron las declaraciones sobre el maltrato que recibieron tanto ella como las compañeras, y entre otras cosas, se pudo escuchar “Ya cállate”, “Qué buena eres para dar lata… cómo no gritabas así cuando te  lo estaban haciendo”.

Horas después el grupo de mujeres vicentinas arribó a la habitación para entregar una canasta con víveres por  haber dado a luz al primer bebé del Día de las Madres 2018. También médicos de la Secretaría de Salud le hicieron llamadas, pero para pedir disculpas por el mal comportamiento de las empleadas.

No obstante, la familia seguirá en pie con las denuncias para evitar en lo posible más casos de negligencia médica o violencia obstétrica.

La  Secretaría de Salud del Estado no dio información sobre los avances en la investigación o si habrá sanciones “están en investigación, recabando datos”, respondió el Departamento de Comunicación Social en Mexicali.

 

LAS MUJERES Y SUS DERECHOS

Las quejas más recurrentes en la CEDHBC son la no atención oportuna en casos de emergencia, también el obligar a la mujer a dar a  luz  en posición vertical cuando hay medios necesarios para un parto horizontal, u obstaculizar el apego precoz del bebé con la madre sin causa médica justificada.

Violencia complica nacimientos

Otra queja expuesta por Melba Olvera, presidenta del organismo, es cuando se le hace un corte a la mujer sin consentimiento, aunque haya la necesidad urgente, pero es importante que se informe incluso de la necesidad inminente de tal procedimiento. También, que haya un acompañante durante el parto.

“Más cuando son mujeres en condición de vulnerabilidad por el lenguaje, que no es el mismo o cuando se trata de una mujer con una discapacidad como la sordera”, dijo. Todos esos tipos de caso se presentan en los hospitales de Baja California.

En San Quintín, una ciudadana de 18 años que iba a dar a luz, entró en pánico pidiendo estar acompañada de su pareja, sin embargo, quien estaba en la cama de al lado se negó a que un hombre ingresara.

“La solución era solo una cortinilla que separe ambas camas, pero no hay. Eso nos dice que no hay una cultura de respeto a las mujeres en el ámbito de la atención ginecobstétrica”, sostuvo Olvera.

En países como Costa Rica se solicitaron al Ministerio de Salud adecuaciones como cambiar las dimensiones de los cuartos para que las mujeres puedan entrar acompañadas.

Como organización, la CEDHBC pertenece a la Federación Interamericana del Ombudsman, que son todas las defensorías que se han adscrito al organismo, de la cual Olvera Rodríguez pertenece a la red temática de las mujeres en el cual se aborda la violencia obstétrica como hecho violatorio.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia indica que esto implica acciones u omisiones por parte de personal de salud que afecta el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres.

“Cuando tratan a la mujer de una forma deshumanizada, cosifican el cuerpo de la mujer, la suma como el vehículo por el cual pasa una vida y no como un sujeto de derechos humanos”, describió.

Todo comienza  cuando a la mujer le dicen que tiene que hacer todos los sacrificios por quien va a nacer y la dejan de lado: “No grites, no llores, no te quejes, porque tú no eres la importante; es el ser humano que va a nacer de ti, como si esa sí fuera una persona. Es así como inicia la inferiorización  de la mujer frente a la parte de la masculinidad como algo superior”.

Para concluir, Melba Olvera aclaró que la violencia no solo la ejercen los hombres, sino entre mujeres, ya que algunas transitan con ideas machistas.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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