La tensión comercial de Estados Unidos con la Unión Europea, China, México, Canadá y Turquía incrementó, luego que el Departamento de Comercio estadounidense interpuso sendas denuncias ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), al considerar “injustificados” e “ilegales” los aranceles impuestos por los cinco miembros del organismo multilateral.
Medidas que fueron implantadas como represalia a los gravámenes del 25% al acero y 10% al aluminio, establecidos por el gobierno del Presidente Donald Trump, arguyendo una cuestión de “seguridad nacional”, el 23 de marzo de 2018.
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En un comunicado emitido el 16 de julio por la oficina del representante de Comercio Exterior, Robert Lightzer, se indica que las acciones tomadas por el mandatario están plenamente justificadas en la legislación estadounidense y las normas de comercio internacional, por lo que insta a sus socios comerciales a trabajar de manera constructiva para solucionar los problemas derivados del exceso en la capacidad de los sectores del acero y el aluminio.
Esta acción derivada de Estados Unidos fue vista como una respuesta a la denuncia formal que el gobierno chino presentó ante la OMC, como consecuencia de la imposición de EU de nuevos aranceles a productos a la nación oriental por 200 mil millones de dólares, los cuales se suman a los gravámenes establecidos por Trump, por más de 34 mil millones de dólares, y por los que China interpuso una queja previa el 6 de julio.
Si bien, persiste la amenaza de que el mandatario republicano decida sacar a su país de la OMC, además de China, los principales socios comerciales de EU, México y Canadá, iniciaron procesos de solución de controversias en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Misma que, en días, recientes, Donald Trump ha insistido en llevar a cabo de forma bilateral.
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Por su parte, la Secretaría de Economía de México ha argumentado que el procedimiento presentado seguirá su curso y analizará la controversia planteada por la Unión Americana para emitir una respuesta dentro de los próximos diez días, y, en caso de que proceda, establecerá con el gobierno norteamericano la fecha para llevar a cabo las consultas solicitadas por ese país.
Respecto al perjuicio que la confrontación comercial tiene en la economía mexicana, particularmente en la bajacaliforniana, Roberto Valero, presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, expresó que los consumidores están siendo los más afectados, ya que en el segundo semestre del año, la inflación podría acelerarse de nuevo.
“En Baja California el efecto será más severo porque aún no se han superado los estragos del aumento del IVA, el impacto del tipo de cambio y el encarecimiento de las gasolinas”, advirtió.
No obstante, con el cambio de administración presidencial, México entraría a la vertiente que desde hace meses se está gestando en el mundo, en la cual algunas naciones como Reino Unido y Estados Unidos, se enfocan en fortalecer su economía interna.
México podría dar una sorpresa al crecer 3% del PIB en 2019, por encima del promedio anual de las últimas tres administraciones federales, siempre y cuando se apruebe el presupuesto que está planeando el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Según el economista, esta medida contemplaría reducir el Impuesto al Valor Agregado al 8% en Baja California y ahorros en el gobierno.
