Optimistas, jóvenes bajacalifornianos bailaron y cantaron, alzando sus manos en señal de victoria o apoyo, en un festín de reggae celebrado el domingo 8 de julio en el Audiorama del Museo El Trompo, donde unos 3 mil 500 esperaron con ansia el arribo de la agrupación puertorriqueña que presentó “Música sin Tiempo”, uno de los temas que aparecerá en su próxima placa discográfica.
Con un ritmo alegre y esperanzador, mezcla de reggae, jazz, cumbia y son jarocho, Los Aguas Aguas, reanimaron los centros de la frontera con música imitada de Jamaica, al compás de repetidas erupciones grisáceas que perfumaban el encuentro, donde en voz de César Hank y Somos Uno, se aplaudió la propuesta de la eventual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien plantea la legalización de la marihuana para fines lúdicos y recreativos, así como su siembra, cosecha y trasiego.
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Alrededor de las once de la noche, las emisiones grises densificaron la atmósfera al derredor, con sobresaltos de júbilo seguidos de los primeros tonos y el alegre ámbar de la cerveza vertido en vasos de plástico, con la emoción desparramada, eufórica y coloreada con una diversa gama de luces insertadas sobre un majestuoso templete sobre el que Boris, Eliut, Willy, Omar y Juanqui, reescribieron un capítulo más en la frontera.
Elegantes y peculiarmente detallistas en su ejecución instrumental, Cultura Profética entregó más de una veintena de poemas, posturas sociales y pasajes sonoros revitalizadores, encaminando a los asistentes hacia un armonioso banquete que se trazó al tono de “Baja la Tensión”, “Sube el Humo” y “Somos Muchos”.
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Guarecidos entre los apapachos de los fronterizos, la banda boricua ofertó una perfecta instrumentación de reggae, bossa nova, jazz y toques de salsa para dar paso a temas como “De antes”, “Ilegal”, “Música sin Tiempo”, “Para Estar”, “No me Interesa”, “Inspiración”, “Canto en la Prisión”, “Steppin’ Out”, “Árboles”, “Ideas Nuevas”, “Nadie se Atreve”, “Fruto de la Tierra” y “Sunshine”, colándose en el sentir de sus seguidores.
Coreando y siguiendo el arrullo exquisito de “Cultura”, aparecieron “Llevarte Allí”, “La Complicidad”, “Le Da Igual”, “Sin Ti”, “Verso Terso” y “Saca, Prende y Sorprende”, con la que se despedirían de Tijuana, sumergidos en un ensamble delicioso, compuesto por un par de coristas, una certera sesión de vientos (saxofón, trompeta y trombón) y el instrumentar del quinteto más representativo del reggae en Latinoamérica que volcó aquel encuentro en un fastuoso éxtasis que volvió a hacer eco en Baja California.
