Lo que comenzó siendo una estrategia para impulsar la escuálida campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Baja California, terminó convertido en un pleito entre un exintegrante del Gobierno Federal y los defensores del actual régimen estatal. Y es que el pasado sábado 9 de junio, la cúpula del partido tricolor en la región se unió para recibir al actual coordinador de campaña de los senadores, Miguel Ángel Osorio Chong, quien aprovechó su gira en la ciudad de Tijuana para conectar un par de golpes a la administración de “Kiko” Vega, iniciando así un debate sobre ineptitudes en materia de seguridad.
Con una agenda que contempló un par de reuniones privadas por la mañana y una participación como “invitado especial” en un evento multitudinario, organizado con la militancia del Distrito 4 electoral, el exsecretario de Gobernación no tuvo mucho tiempo para compartir con la prensa; no obstante, las pocas declaraciones emitidas -siendo la más fuerte de ellas, la justificación de no haber vuelto a la región porque, tanto el actual gobernador, como diputado federal, Jorge Ramos Hernández, “politizaron” el tema de seguridad- fueron motivos suficientes para incinerar los ánimos de los panistas bajacalifornianos.
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Trato privilegiado
Osorio Chong fue recibido por la mañana en un evento a puerta cerrada, organizado en el Hotel Fiesta Inn de Otay, mismo que sirvió para expresar su apoyo a la fórmula conformada por Juana Laura Pérez Floriano y Alejandro Arregui Ibarra, aspirantes del tricolor para los escaños en la capital del país.
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Con frases entusiastas y la esperanza de que su partido salga del abismo en donde se encuentra -aplastado de forma reiterada, semana tras semana, en las encuestas de preferencias electorales a nivel nacional-, el también candidato a senador plurinominal dijo confiar en la capacidad de sus colegas regionales, pero confesó -en un acto de autocrítica- que el complejo escenario de credibilidad que enfrenta su partido a nivel nacional, así como las iniciativas emprendidas por el actual gobierno, a estas alturas de la contienda “se cobran factura”.
También asistió a un evento multitudinario en el distrito 4.
Comentó que “cuando se es gobierno, se corren riesgos”, haciendo referencia a las reformas estructurales impulsadas por Enrique Peña Nieto. Para transformar las opiniones negativas en intención de voto, afirmó: “¿Cómo vamos a convencer?, con la verdad. Hablar con la verdad nos ha costado votos, pero preferimos hablar con la verdad que con irresponsabilidad”.
En cada intervención, Osorio Chong dijo de forma tajante que no volvió en su periodo como funcionario federal, porque en Tijuana los blanquiazules habían “politizado” el tema de seguridad, “echándole la culpa” al gobierno de Peña Nieto por los evidentes deterioros.
Cruz, Ramos y Aguirre responden
Tras las declaraciones, los representantes del Partido Acción Nacional (PAN) saltaron de forma automática a los medios de comunicación para sentenciar al exfuncionario, acusándolo de cinismo y afirmando, casi al unísono y en sentido inverso a la declaración emitida en primer lugar, que era una responsabilidad del titular de Gobernación, impulsar las condiciones para el cumplimiento de las garantías de seguridad, no solo para los habitantes de Baja California, sino a nivel nacional.
Para el presidente estatal del PAN, Carlos Aguirre, destacar que Osorio Chong volvió después de un año a hacer campaña para el PRI e ignorando su promesa de resolver los problemas en la región, fue un motivo para dictar que pasará a la historia “como el responsable de la peor etapa de inseguridad en nuestro país”. Por su parte, la candidata al senado de la coalición “Por México al Frente”, Gina Cruz Blackledge, declaró a los medios locales: “Es muy desafortunado que (Osorio Chong) venga esta semana para hacer campaña a decir que Baja California no ha cumplido en materia de inseguridad, cuando él tuvo bajo su responsabilidad, durante cinco años, la seguridad pública en todos los estados. Independientemente del gobierno o del partido en que se tenga”.
En tanto su compañero de fórmula al Senado, Jorge Ramos Hernández, dijo con tono característico que “pena debería darle” a Miguel Ángel Osorio Chong, hablar de seguridad en estas tierras, señalando que la incidencia delictiva en su periodo al frente de una de las secretarías más importantes del país, se disparó de forma escandalosa.
Para no quedarse con el antojo
La tarde de su visita, Miguel Ángel Osorio fue el invitado especial en un mitin organizado por la militancia priista del Distrito 4 electoral, encabezado por la aspirante a diputada federal, Bianca Barreto. Con una hora y media de retraso, gracias a la explosión de un transformador -mismo que dejó a oscuras y sin sonido a los militantes, entusiastas y acarreados que se dieron cita en el salón El Barretal, desde tempranas horas del día–, el evento de los tricolores arrancó con las misma fórmula de siempre.
Acompañados por el presidente del partido, David Ruvalcaba Flores, uno a uno, los representantes del PRI arrancaron sus discursos de apoyo muto; afirmando que van bien en las encuestas y que tanto ellos como su abanderado a la silla presidencial, José Antonio Meade, van a ganar al final de la contienda.
Luego de las clásicas porras, batucadas, fotos y repartición de tamales con sopa de coditos, los miembros de la porra esperaron media hora bajo el sol a que, tanto Osorio Chong como los candidatos al Senado y a la diputación, se unieran a ellos para brincar y gritar todos juntos al ritmo del coro: “El que no brinque es pitufo; el que no brinque es pitufo”.
