Por increíble que pudiera resultarle a quien no cuente con suficientes conocimientos de la historia de la humanidad, la organización, filosofía y desarrollo sociopolítico de múltiples países, así como el pensamiento de muchos de sus dirigentes; el pasado y la actualidad, han estado basados en las ideas de filósofos griegos que vivieron hace 25 siglos.
Dentro del vasto repertorio de ilustres pensadores de aquella época, sin duda sobresalen tres, a saber: Sócrates, Platón y Aristóteles.
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Con relación a Platón, quizá el filósofo más célebre de la historia, existen tantas publicaciones que resulta prácticamente imposible mencionarlas todas, reproducir íntegramente sus contenidos o darle a algunas de ellas la mayor credibilidad en forma exclusiva, pero un aspecto en común es que señalan, nació en Atenas o Egina, inclusive mencionan que se llamaba en realidad Aristocles, (Aristocles Podros, según otros autores), pero que se le impuso el apodo “Platón”, que significa “espalda ancha” (o “de anchos hombros”, de acuerdo a otras publicaciones), por su físico, lo que consideran que en su juventud, lo ayudó a convertirse en bicampeón olímpico de lucha.
En resumen, podemos concluir que la vida de Platón fue plenamente fructífera y aunque su pensamiento se adelantó por siglos a su época; su natural inquietud filosófica lo llevó a desafiar y cimbrar brutalmente las ideas, la política y las prácticas gubernamentales de sus contemporáneos, sembrando iniciativas que trascendieron los tiempos y que aún en la actualidad, siguen siendo motivo de estudio, polémica y debate, sin embargo, la balanza siempre resulta y resultará favorable a las ideas platónicas.
Resulta fascinante conocer no únicamente el concepto platoniano del conocimiento, sino también imaginar cuánto debió de haber sacudido el pensamiento de sus contemporáneos al haberse convertido en un faro que orientó la miopía filosófica y científica de su época.
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Platón definió con meridiana claridad, su teoría del conocimiento y además de haberlo hecho de manera general, tuvo a bien inclusive establecer teorías específicas para los diversos campos en los cuales emitió no solo conceptos de gran claridad para el momento en que vivía, sino que legó fundamentos que trascienden hasta nuestros tiempos.
Dicha teoría consistió en una explicación del funcionamiento del entendimiento de los seres humanos, el cual parte de la percepción de las cosas, pero se afirma cuando se transforma en ideas que no solo permiten entonces opinar, sino en conocer y hablar con la verdadera esencia de los conceptos.
Ante el legado de tan virtuosos pensadores y tras tantas luchas que ha sufrido la humanidad, resulta abrumador reflexionar cómo es que en el presente pareciera que acabamos de nacer políticamente y que no tenemos pasado ni legado filosófico, cuando vemos la forma en que tantas personas a lo largo y ancho del país se enfrentan en estériles y pueriles discusiones sin sentido.
Peor aún, es ver la manera en que algunos insultan por el solo hecho de que alguien piense diferente o que se atreva a manifestar su simpatía por determinado candidato o partido político.
Es una verdadera pena.
Lo importante sería que leyéramos y que nos informáramos acerca de la auténtica naturaleza del pensamiento político y que analicemos qué propuestas ofrecen los candidatos para que nuestro país evolucione hacia el mejor de los caminos.
Si lamentablemente en el pasado, los ciudadanos mexicanos en su mayoría han sido apáticos en sus responsabilidades políticas, igual o peor sería que se desgasten en enfrentamientos e insultos.
Si queremos mejorar nuestra calidad humana y la del país, es indispensable que elevemos nuestro conocimiento y el nivel de nuestra participación ciudadana.
Todo es cuestión de contar con una sociedad correctamente politizada.
Alberto Sandoval es Fundador de Alianza Civil, A.C., Presidente del COMOSC y Secretario del CEFAB. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval
