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viernes, febrero 16, 2024
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No politizar el sistema anticorrupción

Mayúscula es la responsabilidad de la comisión seleccionadora que actualmente analiza los perfiles de 64 hombres y mujeres que aspiran a ser integrantes del Comité Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) en Baja California.

Dicho por el presidente del Comité Seleccionador, Daniel Valdez, al evaluarlos unos quedan sobre otros porque todo suma puntos, el currículo, el desarrollo profesional, la experiencia, así como la calidad de sus exposiciones y respuestas al ofrecer un breve repaso por sus criterios y conocimientos respecto a las leyes y temática que defenderán de resultar electos.


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Pero tratándose de la corrupción y la impunidad que tiene a México en los primeros y vergonzosos primeros lugares, que reduce las expectativas de crecimiento, que impiden e impactan la inversión privada, que devoran los recursos de la obra pública, que han generado el empoderamiento de los cárteles de la droga exacerbando los climas de violencia, resulta evidente que el trabajo de los seleccionadores debe implicar un esfuerzo extra.

Dados los niveles del descrédito, el cinismo y la capacidad financiera de los funcionarios oportunistas y criminales acostumbrados aceitar la maquinaria de la corrupción, este comité está obligado a ir más allá de un formato con criterios de evaluación y puntaje. O de apegarse a los requerimientos mínimos de la convocatoria y la Ley.

No se trata de violar la Ley, pero no pueden ser tan simplistas y limitados. No podemos olvidar que los políticos han enseñado a los bajacalifornianos que son perfectamente capaces manipular la Ley, de dar paso a una serie de trámites inmorales pero legales para enriquecerse o favorecerse, aprovechando su posición privilegiada.


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Entonces los seleccionadores están obligados a ser más exigentes en este primer paso que tiene como destino final generar instancias objetivas, imparciales, autónomas e independientes rumbo a lo que será la persecución penal de la corrupción.

Como se trata de un organismo “ciudadano”, lo primero es que los aspirantes que tengan vínculos y compromisos políticos pierdan puntos. De lo contrario sucederá lo mismo que en las instancias electorales, donde la selección se politiza y los consejos que deberían ser independientes, terminan convertidos en extensiones de los partidos, los gobiernos y sus intereses. No pueden dejar de lado que la polución y poca credibilidad de las dos instancias políticas mencionadas, son dos de las principales causas de la puesta en operación del SAE.

Obvio el conocimiento de las leyes y su aplicación no estorba, porque serán colaboradores y contrapeso de funcionarios con años en el sistema. Sin embargo, lo que debería abonar puntos sería la participación de los aspirantes desde el ámbito ciudadano, académico, porque se está buscando generar confianza entre la sociedad, esa que no tienen los gobiernos y sus integrantes,

También se buscan personas con eficacia probada, esto viene a colación porque los seleccionadores han referido que entre los concursantes hay sociólogos, abogados, ingenieros, algunos con experiencia en áreas públicas, rendición de cuentas o licitaciones, porque son ex funcionarios de distintos gobiernos, dado que no están impedidos a participar.

Pero el que sepa cómo hacer las cosas no significa que lo hayan hecho bien, incluso el que hayan sido contralores no sirve de nada, ni debería abonarle puntos, si queda claro que cuando tuvo oportunidad en un cargo público, lo desempeñó de manera mediocre, porque no han cumplido de manera eficiente, honesta y cabal. De nuevo los seleccionadores no pueden obviar que la corrupción del gobierno y sus empleados y ex empleados, son altamente responsables del descrédito.

Se trata de poner especial énfasis en los aspirantes con honestidad probada, con vocación de transparencia y pruebas palpables de eficiencia y efectividad para poder hablar de legitimidad.

En la función pública, por Ley se ha creado una lista de cargos para vigilar funcionarios, se han ideado decenas de formas para detectar actos ilícitos, a la fecha el problema ha sido que ninguno ha sido capaz de cumplir sus funciones y han terminado convertidos en cómplices, aplaudidores, facilitadores, observadores de piedra.

Entonces su responsabilidad, señores seleccionadores, es encontrar a las personas que tengan el carácter, valor, capacidad,  legitimidad y credibilidad para darle forma al Sistema Estatal Anticorrupción y generar la confianza y apoyo ciudadano.

 

Autor(a)

Rosario Mosso Castro
Rosario Mosso Castro
Editora de Semanario ZETA.
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