En el primer trimestre de 2018, el precio de la gasolina en Tijuana aumentó 6.8 por ciento respecto a diciembre de 2017, al pasar de 16.69 a 17.91 pesos. De continuar esa tendencia, al término del año el combustible llegará a 20.02 pesos, con un encarecimiento de 20%, estimó José Luis Noriega Guzmán, presidente de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Gasolina de Tijuana (APEGT).
Explicó que el precio de las gasolinas es producto de la recuperación de la cotización de crudo en el mercado internacional; cuya referencia, el West Texas Intermediate (WTI) superó los 70 dólares por tonel el miércoles 9 de mayo. Así como la depreciación del peso frente al dólar.
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Para mitigar el impacto de esos factores externos, Noriega Guzmán se pronunció a favor de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público disminuya la carga impositiva en los combustibles, que actualmente asciende a 42% de su costo.
Al referirse al estímulo fiscal que la dependencia federal otorgó a 40 municipios de la frontera norte del país, excluyendo a Tijuana, el empresario dijo que carecer de ese subsidio resta competitividad a la ciudad, sin embargo, el estímulo es una figura innecesaria si se bajaran los impuestos.
“Nosotros hemos insistido en que Hacienda suavice la carga impositiva que pagamos por cada litro de combustible, si se hiciera se podría generar un precio más competitivo”, afirmó.
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En entrevista con NEGOCIOZ, el titular de la APEGT citó que en contraste, un combustible caro provoca cambios en la movilidad de las personas y las empresas. “En 2017 tuvimos una reducción de 7% en el consumo”.
Sobre la fluctuación del tipo de cambio, Carlos Leos Martínez, presidente de los Centros Cambiarios Asociados de Tijuana (CCA), expuso que en el mercado doméstico, el billete verde se compró el 10 de mayo entre 17.50 y 18 pesos. Mientras que se vendió en promedio en 18.25 pesos.
Si bien el encarecimiento del precio del crudo contribuye a bajar el costo del dólar, pues ingresan más divisas estadounidenses por la venta de petróleo, la incertidumbre sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el proceso electoral en México presionan al peso.
De lograrse un acuerdo para el TLCAN 2.0 en próximos días, el dólar regresará a niveles de dos semanas, y podría disminuir más al conocerse qué tanto fuimos capaces de haber negociado mejores cláusulas o al menos mantener las del acuerdo comercial vigentes desde 1994.
En cuanto a la presión del proceso electoral, refirió que el tipo de cambio de estos días es el que se prevé que se presente si Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, llega a la Presidencia de la República.
Pese a que el peso es la segunda moneda más depreciada de las que tienen mayor liquidez, Leos Martínez descartó que en el país suceda lo mismo que en Argentina, dado que el Banco de México tiene herramientas como las coberturas cambiarias para incidir en el mercado cambiario y detener una abrupta depreciación de nuestra divisa.
