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jueves, febrero 15, 2024
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“Nuestro amor es eterno”: Luis Miguel

Más cerca que nunca de la gente, y mostrando su gratitud por el cariño y complicidad de tantos años, “El Sol” dio rienda suelta al sentimiento en un show protagonizado por sus más grandes canciones. “Hay dos cosas de verdad muy importantes en mi vida. Una, es la música; dos, son ustedes, mi público, los fans”, declaró

De un tiempo a la fecha, a Luis Miguel se le ha visto con otra actitud: es amable con la gente, se deja tomar fotografías, se asoma desde su carro para saludar a los fans que lo esperan afuera de los hoteles y hasta bromea con el público.


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Y qué decir en sus conciertos, donde la cercanía es mayor, acepta flores y si las fans tienen suerte, acaricia sus dedos cuando estas se acercan al escenario.

Son las muestras con las que el “El Sol” regresa a su gente ese amor inquebrantable que desde sus inicios le han profesado, y que con el paso del tiempo se ha vuelto más firme, sólido.

Para confirmarlo, la noche del viernes 4 de mayo, 20 mil personas asistieron al inicio de su gira por Estados Unidos, titulada “México por Siempre”.


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Un público multigeneracional, donde niños, adolescentes, adultos y hasta ancianos lo ovacionó, cantaron con él, expresándole su cariño mientras sellaban el pacto que tienen al colocarlo como uno de los intérpretes más queridos de América Latina.

Aun cuando no tiene un disco inédito que lo respalde, Luis Miguel sigue llenando  auditorios con la música que lo ha representado a lo largo de 36 años de trayectoria, que con nuevas versiones de sus canciones y éxitos con mariachi que tanto gustan, sigue conquistando corazones. Al primer acorde de la melodía y el sonido de su inconfundible voz, el público se rinde a sus pies.

Pasadas las 9:20 pm, a través de una introducción musical que se extendió por varios minutos, Luis Miguel apareció en el escenario sonriente, muy feliz de ver el lugar lleno, de escuchar la ovación y prepararse para enfrentarse a un público deseoso de escucharlo y saborear junto a él sus icónicos temas, pasando por aquellos de su más reciente producción que también da título a su gira, cuyos arreglos musicales recayeron en el Mariachi Vargas de Tecalitlán.

“Si te Vas”, “Tú, Solo Tú” y “Amor, Amor, Amor” fueron las encargadas de prender los ánimos del público, luego vendría el remanso, la calma, con “Tres Palabras”, “Por debajo de la Mesa” y “No Sé Tú”, suficientes para aflorar el sentimiento de los presentes que con celular en mano, grababan el instante que estaban viviendo.

Acompañado de un trabajo impecable por parte de sus músicos, “El Sol”, hizo un recorrido por las etapas más importantes de su carrera, y mostrando con su voz que el tiempo no hace mella en él (aunque en su aspecto físico su cara se note el trajín de los excesos de trabajo), eso sí, ha bajado de peso y luce seguro, plantándose en el escenario con aplomo y soltura.

Vendrían más canciones, entre el romance y las de los  80s y 90s, como “Un Hombre Busca a una Mujer”, “Cuestión de Piel”, “Oro de Ley”, “Esa Niña” y “Hasta que me Olvides”, esta última, convirtiendo al público en un gran coro, situación que fue del total agrado del cantante.

El recorrido musical continuó para hacer homenaje a sus fans, al proyectarlos en la enorme pantalla en repetidas ocasiones, en la cual estos se veían disfrutando del show. Un espectáculo que si bien no trajo grandes sorpresas (ajustándose a los que anteriormente que ha ofrecido), el solo hecho de verle repuesto, entregado y feliz, con una nueva actitud, valió la pena. Más aún cuando apareció el mariachi, y con él, la celebración de la mexicanidad, el orgullo de ser, aunque no haya nacido en el país azteca, un mexicano de corazón.

“La Fiesta del Mariachi”, “La Bikina”, “Serenata Huasteca”, entre otras, hicieron palpitar los corazones de las 20 mil almas.

Fue entonces que Luis Miguel habló por única vez a sus fanáticos: “Hay dos cosas de verdad muy importantes en mi vida. Una, es la música; dos, son ustedes, mi público, los fans. Qué belleza, qué fortuna de poder tanto tiempo, tantos años poder hacer lo que a uno le gusta y sobre todo con gente que lo sabe hacer tan bien (señalando al mariachi)”, expresó casi al final de su show.

“Nuestro amor es eterno. Nuestro cariño es inquebrantable y todas las palabras sobran porque esta noche qué lindo es poder compartir un año más en esta bellísima ciudad y con esta bellísima gente que además hace posible que haya magia en este escenario y hace posible tantas cosas, que no hay forma de corresponder, pero vamos a intentarlo, lo vamos a intentar”, expresó para luego brindar otro ramillete de canciones, desbordando esa magia de la que hablaba con “Cuando Calienta el Sol”, mientras el público lanzaba al aire varias pelotas que Luis Miguel arrojó desde el escenario, así como varias rosas blancas -que más de una afortunada atrapó- como símbolo de gratitud y cariño.

Después de casi dos horas de concierto, el final había llegado, constatando que Luis Miguel tiene un amor eterno con su público, dependiéndose así: “Arriba San Diego, arriba mi público, arriba mis fans, arriba mi gente; los quiero, los amo. Gracias, gracias. Buenas noches”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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