Hermosillo, Sonora.- Entre aplausos y ovaciones y luego de dos jornadas maratónicas de presentaciones editoriales y lectura de obra, Enrique Serna fue distinguido por el Encuentro Hispanoamericano de Escritores “Horas de Junio” en el Centro de las Artes de la Universidad de Sonora (UNISON), el viernes 18 de mayo por la noche.
En el Centro de las Artes, a manera también de reconocimiento, los organizadores de “Horas de junio” bautizaron los recintos donde se llevaron a cabo las tertulias literarias con algunos títulos del homenajeado como “Sala Genealogía de la soberbia intelectual” o “Sala Ángeles del abismo”.
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Fue precisamente en la “Sala Ángeles del abismo” donde se llevó a cabo el tributo a Enrique Serna con autoridades de la UNISON como Rodolfo Basurto Álvarez, Director de Vinculación y Difusión de la Universidad de Sonora, y de cultura del Estado de Sonora como Josué Barrera, coordinador de Literatura del Instituto Sonorense de Cultura; los escritores Silvia Molina, Presidenta del Consejo Nacional del Seminario de Cultura Mexicana; Lucía Ordóñez Bravo, en representación del Comité Organizador de “Horas de junio” y el Coordinador General del Encuentro Hispanoamericano de Escritores, Raúl Acevedo Savín“Jeff”.
Foto: Enrique Mendoza
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“Enrique Serna le ha inquietado sumergirse en el bajo mundo de la sociedad, en la intimidad de seres truculentos y ha hurgado como nadie en la condición humana, en la pasión que ciega al hombre hasta el grado de no sentir ni siquiera sus actos de crueldad; sin embargo, Enrique es un escritor que también juega con la ironía, lo hace congracia: te ríes o te mueres del horror porque hace gala del humor negro y la sátira, quién supiera manejarla cómo él”, manifestó Silvia Molina.
En su momento, Raúl Acevedo argumentó en torno al tributo del autor de “La doble vida de Jesús” (Alfaguara, 2014):“Enrique Serna es el escritor mexicano contemporáneo con más garra en su pluma, cuyas virtudes son entre otras cosas la constancia en el oficio, la diversidad de sus temas, la lucidez y pulcritud en su narrativa que brota desde la ficción como un juego lúdico, crítico, certero, contundente en cuanto a las propuestas sociales, con una gran dosis de ironía implícita a partir de lo que vivimos como país. Éste es un reconocimiento de los escritores a un escritor; aquí no hay afán de adulación, de ornamentas, se reconoce con honestidad y porque se respeta y admira la obra de Enrique Serna”.
Enrique Serna con el Comité Organizador de “Horas de junio”
Luego, al hacer uso del habla, Enrique Serna valoró la distinción que le rindió “Horas de junio”: “Me siento muy honrado por estar aquí; le agradezco enormemente a los miembros del comité organizador de este encuentro literario que me lo hayan dedicado este año y que hayan tenido el detalle de poner a las diferentes sedes donde se ha desarrollado, títulos de mis libros”, manifestó Enrique Serna quien por cierto recibió un pesado búho de palo fierro elaborado por artesanos sonorenses.
A propósito de su regreso a Hermosillo, Serna también contó una anécdota de hace como 15 años cuando visitó la capital sonorense para presentar “El orgasmógrafo” (Plaza & Janés, 2001) en un bar:
“Aquella vez tuve una experiencia muy emocionante, porque una lectora que era trabajadora de una maquiladora, les dijo que les había leído a los obreros de la fábrica un cuento mío, ‘El matadito’, y que habían llorado, le pidieron que lo repitiera. Eso me dio una gran emoción porque para los escritores, al menos para mí, entrar en contacto con la gente que tiene digamos una mente virgen es lo más reconfortante que puede haber, porque ésos son los tipos de lectores a los que uno quiere siempre llegar; aunque sean, precisamente porque casi nunca leen, los más difíciles de conquistar”.
Entre aplausos y otros reconocimientos, Enrique Serna concluyó leyendo un cuento inédito titulado “La fe perdida”, para posteriormente dar paso a los aplausos y ovaciones, las selfies y los autógrafos.
