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miércoles, febrero 21, 2024
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Veterano deportado regresará como ciudadano a EU

Desde su deportación a Tijuana en 2004, Héctor Barajas Varela ha dormido en la calle, compartido un pequeño departamento con otros deportados y fundado un centro de ayuda para veteranos deportados. Ahora se prepara para regresar como ciudadano en Estados Unidos.

“No pensé que fuera a ser ciudadano, parece que no es real, que es un milagro. Estoy súper feliz, muy emocionado”, comenta sonriendo, pero entre bostezos, desde su escritorio en la Casa de Apoyo a Veteranos Deportados que fundó en 2013.


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Desde el viernes 30 de marzo que recibió la noticia, el teléfono no deja de sonar ni los correos electrónicos de llegar, decenas de personas han llegado al búnker, como se le conoce a la Casa de Apoyo a Veteranos Deportados, para felicitarlo o para exponer sus casos como veteranos en exilio y pedirle ayuda.

En 2016, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), una de las principales organizaciones no gubernamentales en Estados Unidos, tomó el caso de Barajas y de otros dos ex militares estadounidenses que radican en Mexicali, Baja California y Ciudad Juárez, Chihuahua para representarlos en el proceso de obtención de ciudadanía ante el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

También ese año, la ACLU publicó un extenso estudio sobre cientos de casos de militares que sirvieron a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sin ser ciudadanos y que, al salir de sus filas, fueron deportados sin que se les otorgara la ciudadanía que les fue prometida al ingresar.


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El caso de Héctor Barajas es el primero en que un veterano deportado regresa con la ciudadanía a Estados Unidos. Existen otros dos documentados, uno de ellos salió de Estados Unidos por su propia cuenta y regresó como ciudadana, mientras que el otro pudo regresar solo como residente.

En los últimos años, Héctor Barajas se convirtió en el rostro de estos cientos de militares que fueron expulsados de Estados Unidos por haber cometido delitos menores y con ello, perdieron los beneficios de salud y seguridad social a los que tienen derecho por haber servido a las Fuerzas Armadas.

Nacido en Fresnillo, Zacatecas, pero criado desde los siete años en Compton, California, Héctor se enlistó a las fuerzas militares cuando apenas tenía 17 años de edad y se convirtió en paracaidista de la División Aérea número 82 del Ejército de Estados Unidos

A pesar de ya haber sido notificado de su ciudadanía, será hasta el 13 de abril cuando Héctor pueda regresar a Estados Unidos para en San Diego, California, participar en la ceremonia de juramento para los nuevos ciudadanos estadounidenses.

En 2017, precisamente en el Domingo de Pascua, el gobernador Jerry Brown firmó un perdón para desechar los cargos que le fueron fincados a Barajas en el pasado. Ese mismo año, congresistas estadounidenses viajaron hasta Tijuana para reunirse con Barajas y otros veteranos deportados que les expusieron sus casos.

“Mi hija lloró cuando le di la noticia, esa noche fue a visitar a mi mamá. Me emociona saber que voy a poder estar con ella, ir a sus diplomas, sus eventos escolares, fiestas de cumpleaños”, comenta Barajas con una gran sonrisa sobre su hija de 11 años de edad.

A pesar de que regresará a Estados Unidos, Héctor asegura que continuará con el trabajo de la Casa de Apoyo a Veteranos Deportados que dirige y la cual ha documentado 350 casos en México y países como Nicaragua, Ecuador e India, con el fin de que sean más los ex militares que puedan regresar al país que juraron proteger.

“Puedo hacer mucho más desde allá, personalmente en el Congreso, en foros, les diré que estuve ahí, lo difícil que fue”, dice sobre sus años como deportado.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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