A través del evento anual, “Tijuana Shoe Run”, el club de motoristas Solo Ángeles pretende donar más de 500 pares de zapatos a niños de zonas marginadas y orfanatorios de la ciudad, actividad que celebran los más de 200 motociclistas desde hace 38 años en la frontera.
Con 52 años de historia, el club realiza acciones altruistas desde 1980, según relató Gabriel González, tesorero de la agrupación, misma que pasó sus celebraciones de un orfanatorio del Ejido Chilpancingo a la Avenida Revolución, donde se han reunido hasta cuatro mil motoristas de California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa.
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“Creamos Toy Run para regalar juguetes, Tijuana Shoe Run para comprarle zapatos a los niños de bajos recursos; por ello estamos recaudando fondos para que los niños puedan canjear boletos por zapatos”, aseguró González, quien subrayó que el próximo viernes 13 de abril realizarán el evento de recaudación, “Pro Kids, pasos a la educación”, a realizarse en el estacionamiento de Plaza Pueblo Amigo. La entrega de los zapatos se realizará el domingo 6 de mayo, día en el que se aprovechará para festejar a las mamás que asistan al evento, a quienes se les regalarán electrodomésticos.
“Somos poco más de 200 miembros del club Solo Ángeles, y cada uno estamos comprometidos a regalar un par de zapatos. Los invitamos a participar, se siente bien bonito ponerle los zapatos nuevos a los niños y ver sus sonrisas cuando se miran al espejo”, agregó.
Cabe destacar que el club de motociclistas y un centro nocturno de Tijuana se unirán para impulsar “Pro Kids, pasos a la educación”, cuyas actividades iniciarán a las 15:00 horas con el denominado Bikini Wash, además de la presentación de agrupaciones en vivo como Pachuco Blues y la exhibición de Xtreme Bike, cuyas ganancias serán donadas a la causa.
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Solo Ángeles está conformado por funcionarios públicos, policías, bomberos, mecánicos, abogados, empresarios, dueños de gasolineras, de hoteles, mofleros y albañiles.
El tesorero del organismo enfatizó que el motociclismo que practican no se relaciona al vandalismo, sino a un estilo de vida; en su caso, toda su familia es motorista, entre ellos sus hermanos, hijos e hijas y nietos, sumando entre todos más de 15 motos. Al igual que el club, su familia está conformada por segunda y tercera generación de motociclistas.
