Pese a que diversos actores políticos y económicos, incluyendo al propio Presidente estadounidense, Donald Trump, han anticipado que a principios de mayo se logrará la renegociación del acuerdo comercial, aún se discuten temas torales en los que ni Canadá, México y Estados Unidos, están dispuestos a ceder.
Para el gobierno canadiense es irrenunciable la integración de los mecanismos de solución de controversias en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que considera que estos protegen a los inversionistas, señaló en días pasados el embajador de Canadá en México, Pierre Alaire.
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En tanto, el gobierno mexicano ve inviable que a corto plazo se eleve el salario de los trabajadores de las industrias, particularmente el de la manufactura, a 15 dólares, de acuerdo con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
Aunado a que la iniciativa privada, en voz del presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, afirmó que México no aceptará la cláusula “Sunset” ni que se restrinjan las exportaciones agrícolas mexicanas durante ciertas estaciones, para favorecer a los productores estadounidenses.
Por otro lado, el cambio en la propuesta de las reglas de origen que recientemente modificó la Unión Americana, sobre todo para la industria automotriz, sigue siendo difícil de cumplir, ya que mantiene la petición de elevar los componentes de 65 a 85 por ciento.
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Aunque declina en la demanda de que 50% de estos sean de origen estadounidense, plantea medirlos eliminando la lista de rastreo, lo que supone que no se podrán importar partes de otras regiones del mundo, haciéndola más severa, juzgó la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
Las reuniones ministeriales, iniciadas el 6 de abril en Washington, continuarán hasta el fin de semana. Con ello, aumenta la expectativa de alcanzar un acuerdo antes de las elecciones de julio en México y expertos pronostican mayor volatilidad en el tipo de cambio.
El 11 de abril, Fitch Rating previó que Estados Unidos decidirá formar parte de un nuevo acuerdo, dada la importancia del TLCAN en su economía; no obstante, la firma del TLCAN 2.0 aún es incierta.
