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viernes, febrero 16, 2024
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Loaiza llevaba droga a bodega, su ex pareja será aval de fianza

La segunda audiencia del ex beisbolista Esteban Loaiza en la Corte de Distrito resultó a su favor. Su familia completa lo acompañó y la juez redujo la fianza anterior, rechazando la solicitud de la Fiscalía de mantenerlo preso sin este derecho. A días del beneficio, todavía no la ha cubierto

Pese a que la Fiscalía solicitó a la Corte de Distrito mantener preso a Esteban Loaiza durante el proceso que enfrenta por posesión de drogas, la juez Nita L. Stormes no solo le concedió el derecho a fianza, sino que redujo el monto.


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El ex jugador de beisbol fue detenido el 9 de febrero en una vivienda de Imperial Beach, California, con 20 kilogramos de cocaína. Aunque originalmente los cargos fueron formulados ante la Corte del Condado de San Diego, donde se le fijó una fianza de 250 mil dólares, fue transferido a prisión federal el 7 de marzo.

Cinco días después, el lunes 12, el ex pelotero arribó a la sala de la magistrada Stormes para su segunda audiencia. Sin esposas ni cadenas en los pies, como fue presentado en la Corte local, el tijuanense vistió el informe penitenciario naranja y caminó hasta el estrado.

Al verlo, su madre empezó a llorar, en la sala se encontraban también su padre, hermanos, cuñados, sobrinos, su hijo de 16 años de edad y la madre de éste. Ya sentado, Loaiza comenzó a llorar también y a secarse las lágrimas mientras el fiscal elaboraba el caso.


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En cerca de 30 minutos de audiencia, Loaiza saludó con la mano e hizo señas a su familia en varias ocasiones, por lo que fue reprendido por agentes que lo custodiaban, quienes le advirtieron en dos ocasiones que se detuviera.

Jarad Hodes, representante de la Fiscalía del Distrito Sur de California, la cual acusa a Loaiza de posesión de cocaína con fines de distribución, expuso que el día de la detención, cruzó la frontera conduciendo una camioneta Mercedes Benz.

De ahí se dirigió a un punto para recoger paquetes de droga y los trasladó hasta la residencia que acababa de rentar en Imperial Beach, frente a una escuela pública. Ya que la vivienda no tenía muebles, se trataba de una bodega para almacenar narcóticos.

Los paquetes de cocaína fueron encontrados debajo de unas mochilas de beisbol con el nombre de Loaiza, las cuales estaban dentro de una minivan Nissan estacionada en la cochera.

Para el fiscal, el hecho de que Loaiza ganó más de 43 millones de dólares en Grandes Ligas, sin considerar sus contratos publicitarios, negocios personales e incluso las ganancias que le dejó participar en un reality show, significa que contaba con los recursos económicos para escapar si se le dejaba en libertad.

También alegó que si bien, ni sus cuentas bancarias ni propiedades podrían ser rastreadas por el Departamento de Justicia porque se encontraban en México, Loaiza contaba con cuatro vehículos registrados en Estados Unidos, incluido un Ferrari.

Incluso, reveló que el jugador de los Medias Blancas de Chicago había violado su residencia permanente al vivir en Tijuana y que su green card vencería el siguiente mes.

Al momento de tomar la palabra, la abogada de Loaiza, Janice Deaton, pidió a los familiares levantar la mano para identificarse ante la juez. Procedió a describir a Loaiza como un residente de la región Tijuana-San Diego, recordó que cursó la preparatoria en Imperial Beach y que parte de su familia vivía en Estados Unidos.

Luego explicó que su ex pareja, Ashley Esposito, quien ahora es su mejor amiga, había conducido junto al hijo adolescente de ambos desde Texas para acudir a la audiencia. La presentó además como el posible aval en caso de concederle el derecho a fianza.

Aunque la defensora no aclaró si Loaiza se había declarado en bancarrota, sí citó los casos de ex jugadores profesionales que cayeron en esta situación, en un intento de refutar los argumentos de la Fiscalía sobre la fortuna de su cliente.

No obstante, el fiscal volvió a tomar la palabra para argumentar que durante el tiempo que Loaiza estuvo preso en la cárcel del condado, sus llamadas telefónicas eran monitoreadas por el Departamento del Sheriff y, en una de éstas, el representante de una afianzadora lo cuestionó sobre las circunstancias de su arresto.

“No te creo”, aseguró que fue la respuesta del afianzador, por lo que no depositó los 250 mil dólares que le eran solicitados en la Corte local.

Pese a los intentos del fiscal, la juez Stormes determinó que Loaiza pague una fianza de 200 mil dólares para salir en libertad, pero bajo arresto domiciliario y con un brazalete con GPS, además de aceptar que un aval deposite bienes o dinero en efectivo como garantía.

El fiscal intentó nuevamente disuadir la decisión de la magistrada, por lo que le aclaró que anteriormente se le había fijado una fianza de 250 mil dólares, por lo que pedía se respetara este monto.

“Esto es lo que pienso: no me importa si son 200 o 250 mil dólares, es más significativo que alguien aporte el dinero y tome el riesgo”, respondió la juez federal en referencia al aval y determinó que, una vez depositada la fianza, Loaiza podrá salir libre al siguiente día hábil.

Por último, el fiscal adelantó a medios de comunicación que la Fiscalía buscará una condena de entre 12 y 15 años de prisión, ya que es poco probable que se llegue a la pena máxima de cadena perpetua.

Hasta el cierre de esta edición, Esteban Loaiza permanecía en prisión.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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