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sábado, febrero 17, 2024
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Aumentan casos de VIH y Sida en BC

En 2017 se registraron 270 nuevos casos de VIH. La tasa de morbilidad fue de 11.88% por cada 100 mil habitantes, porcentaje superior a la media nacional

“Aquí en Tijuana conocí lo que es tocar fondo. Me inyecté heroína y me sobajé bien feo. Para obtener una dosis llegué a prostituirme por 100 pesos”, dice Xóchitl al narrar que, tras ser deportada de Estados Unidos, deambuló durante seis años por la canalización del Río Tijuana hasta que se contagió del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).


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A pesar de sufrir diarrea y pérdida de peso, no quería aceptar la condición. “Se me notaba. Toda la gente me decía: ‘tú tienes Sida’ y yo contestaba ‘no, estás loco’. Cuando me hice la prueba fue como si me cayera de sopetón, un balde de agua bien helada”.

La infectada recuerda que del Hospital General de Tijuana (HGT) la enviaron “para morir” al albergue Las Memorias, pues ya había desarrollado el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) y se encontraba en situación de calle.

Con cierto recelo recuerda su pasado en su natal Tepic, Nayarit, donde creció en una familia disfuncional. A los 15 años, Xóchitl empezó a fumar mariguana y a consumir pastillas y bebidas embriagantes.


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Con la intención de dejar atrás esos problemas, vino a Tijuana en lo que serían unas vacaciones, pero al darse cuenta que estaba embarazada, migró al norte.

Allá vivió 21 años. Trabajó limpiando casas y cuidando niños, sin embargo, la adicción -que dejaba temporalmente- la llevó a vender droga en Estados Unidos, por lo que fue deportada en 2003.

 

270 casos nuevos de VIH en 2017

Elba Cornejo Arminio, directora de Servicios de Salud de Isesalud, señaló que en 2017 se registraron 270 nuevos casos de infecciones por VIH. La tasa de morbilidad fue de 11.88% por cada 100 mil habitantes, porcentaje superior a la media nacional.

Foto: Eduardo Andrade.- Albergue Las Memorias apoya rehabilitación de pacientes

El número de casos de VIH reportados el año pasado fue el segundo más alto desde 2015, cuando se registraron 283 casos, de acuerdo con información del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y Sida (Censida).

Situación similar presenta la incidencia del Sida, con 323 nuevos casos en 2017, el cual tuvo una tasa de morbilidad de 9.01%, que prácticamente triplicó a la media nacional; admitió la funcionaria.

Además, los 323 nuevos casos de Sida representan la segunda incidencia más elevada desde 2007, cuando hubo 386 casos; y en 2015 se dieron 321, según datos de Censida.

Al respecto, Cornejo Arminio comentó que en años anteriores había “mucho subregistro por el temor al estigma, pero a medida que las instituciones de salud han otorgado gratuitamente el tratamiento, que cuesta aproximadamente 45 mil pesos, los pacientes ya no guardan el anonimato”.

No obstante, reconoció que aproximadamente 30% de las personas que están infectadas con VIH o Sida no lo sabe.

En Baja California existe una prevalencia de tres mil 182 pacientes con VIH, de los cuales, 60% se encuentran en la región de Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito; 21% en Mexicali y 14% en Ensenada.

A decir de Cornejo Arminio, a la problemática del VIH se le suma la elevada incidencia de tuberculosis pulmonar, que en 2017 fue de mil 588 nuevos casos.

Rafael Laniado Laborin, jefe de la Clínica de Tuberculosis del Hospital General de Tijuana, destacó que la tasa de tuberculosis en esta ciudad supera “prácticamente cuatro veces a la tasa nacional”.

El especialista también dijo que “el programa tiene muchos problemas económicos. Por ejemplo, no tenemos insumos para el laboratorio; los equipos requieren calibración desde hace tiempo. Hace dos años que no tenemos medicamentos que son esenciales”.

El médico anotó: “es una vergüenza que la gente se esté muriendo de tuberculosis en Tijuana, porque la enfermedad es sencilla para diagnosticar y exitosamente tratada si se cuenta con el recurso; entonces son muertes prevenibles, que no deberían estar sucediendo”. Del número de pacientes que ingresan al hospital por tuberculosis, el 40% muere, puntualizó.

Cornejo Arminio aclaró que respecto a los reos que están en alguno de los Ceresos del Estado, no exceden de los 30 pacientes con VIH o Sida, mientras que los de tuberculosis llegan a los 61, esto al cierre de 2017.

 

Disminuye presupuesto para atender VIH, Sida y tuberculosis

Cornejo Arminio comentó que los presupuestos asignados para combatir el VIH/Sida y la tuberculosis, disminuyeron en 2017, comparado con el año anterior.

El recurso para atender VIH/Sida se redujo 28 millones 704 mil 577 pesos, por lo que el año pasado se ejercieron 152 millones 554 mil 395 pesos. La mayoría se usó para el medicamento de los más de tres mil pacientes.

Para el programa de tuberculosis se etiquetaron ocho millones 328 mil 690 pesos menos en 2017 que el año previo, cuando se asignaron 25 millones 200 mil 511 pesos.

Con ello se vio afectado el Tratamiento Acortado Especialmente Supervisado (TAES), estrategia con la que promotores llevaban el medicamento a la casa del paciente para reducir el porcentaje de abandono, pues bajó el número de promotores a pesar de que se logró descender a 15%, el número de pacientes que abandonaron el tratamiento en 2016.

Miguel Corral, copresidente del Comité Binacional de VIH-Sida de San Diego-Tijuana, criticó la operación del programa de prevención, sobre todo en cuanto a la atención de personas en situación de calle.

“Es muy común escuchar que el discurso oficial del programa de VIH sea que si alguien llega al programa, se le da tratamiento. El problema es que las personas en esta condición no están acercándose a los servicios de salud porque no tienen credencial de elector, acta de nacimiento, y tampoco conocen las vías institucionales para poder acceder a este derecho”.

Asimismo acusó de opacidad al programa sobre la situación de la epidemia en el Estado y las estrategias a implantar, ya que solicitó el plan de trabajo sin que obtuviera respuesta detallada.

 

Albergue Las Memorias, lugar para comenzar de nuevo

Después de que Xóchitl supo que era seropositiva, inició su recuperación en el Albergue Las Memorias. “Yo llegué en muy mal estado. Empecé a ver el trato que me daban aquí, muy bonito. Cuando uno quiere tener una vida nueva, volver a nacer, aquí es el lugar adecuado”, comentó la interna, quien batalló durante dos años para dejar la heroína.

Actualmente, el albergue ofrece hospedaje, alimentación, vestuario, así como medicamento para el VIH y la tuberculosis a 130 personas (88 hombres, 30 mujeres y 12 menores de edad). De los cuales, alrededor del 60% ya desarrolló Sida.

Debido a que en el albergue no hay médicos, diariamente brigadas llevan a los pacientes a sus citas programadas, y en casos de emergencia al Centro de Atención a Pacientes con Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (Capacit), así como al Centro de Salud Florido-Morita.

El albergue, único en su tipo en Baja California, está ubicado en la zona Este de Tijuana, la cual acepta a todos los enfermos en cualquier momento y sigue un protocolo para poder instalar a una persona en su dormitorio.

Respecto a la manutención de este centro, Granillo Montes señaló: “no cobramos. Tampoco estamos de acuerdo con fomentar el paternalismo y el asistencialismo, así que en vez de salir a la calle a botear, tenemos diferentes talleres como de carpintería, mecánica y de construcción, que generan ingresos”.

Aunado a ello, el albergue recibe un apoyo de 55 mil pesos de Sedesol, monto que representa 35% de los gastos.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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