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viernes, febrero 16, 2024
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“A Sinaloa no voy a regresar… menos de periodista”, dice Martín Durán, asilado en Barcelona

El periodista sinaloense Martín Durán Romero, director del medio La Pared Digital, supuestamente amenazado e intimidado en México por publicar temas relacionados con el crimen organizado, estará asilado temporalmente durante tres meses en Barcelona, capital de Cataluña, España.

Así lo señaló el diario catalán La Vanguardia, que el periodista de 31 años de edad, ex corresponsal de la agencia estadounidense AP y Radio Fórmula, llegó a Barcelona en el marco de la primera convocatoria del Programa de Acogida Temporal, que prevé dar protección a defensores de Derechos Humanos amenazados por su labor.


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Según un comunicado de la asociación Taula per Mèxic (Mesa por México), citado por el rotativo catalán, Durán Romero ya había huido de Sinaloa hace seis meses, tras las amenazas recibidas por supuestos integrantes del Cártel de Sinaloa.

Ello lo llevó a trasladarse a Ciudad de México por recomendación de Javier Arturo Valdez Cárdenas, cofundador del semanario Ríodoce, quien fue fue asesinado el 15 de mayo pasado, en Culiacán, de donde también es originario Durán Romero.

“Ahora, en Barcelona, el programa de acogida, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y la Generalitat, le ayudará a establecer redes de cooperación internacional para dar a conocer su caso particular y las vulneraciones a los Derechos Humanos que suceden en México en general.”, indicó La Vanguardia.


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“Además, se beneficiará de proyectos de formación y de posibilidad de encontrar empleo, que se complementan con apoyo psicosocial e incidencia política, siempre con el objetivo de reforzar a la persona una vez regrese a México, para que pueda seguir realizando su labor con más seguridad.”, señaló el rotativo catalán.

En una entrevista con el medio digital ElDiario.es, Martín Durán indicó que lleva dos semanas en Barcelona, ello a pesar de que está inscrito en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Gobierno Federal mexicano.

El programa de refugio temporal que la organización catalana Taula per Mèxic comenzó este año, es una iniciativa “para sacar de México a un periodista o defensor de los derechos humanos durante tres meses, para darles un periodo de calma”.

“Necesito alejarme de la tormenta, hablar del cerco de silencio que impera entre los periodistas en muchas regiones del país y tender la mano a otros compañeros, de manera internacional, para denunciar lo que sucede”, indicó Martín Durán al rotativo digital.

“También necesitaba volver a tener ganas de escribir”, dijo, a la vez que contó que se encuentra en medio de la elaboración de una novela negra: ‘El reinado del Cártel de Sinaloa’, un tema que muchos reporteros consideran “riesgoso”, aseveró Durán Romero.

El periodista sinaloense abundó que en 2008 “se empezaron a dar atentados de sangre entre los miembros de las familias del cártel”, y con ello “Empieza la guerra total y con ella, la militarización de Sinaloa”, abundó Durán Romero.

“Bueno, al final acabas por naturalizar esa violencia que nos tocaba estando en medio de fuego cruzado. Por ejemplo, en noviembre de 2008, a medianoche, arrojaron dos granadas al periódico donde yo trabajaba. Aquello era ‘calentar la plasta’: simplemente un aviso a aquellos que están diciendo cosas que no se deben. Y, aunque nosotros sabíamos quiénes habían sido, porque lo grabó todo la cámara de seguridad, no lo publicamos”, afirmó el sinaloense.

“En septiembre de 2016, muchos meses antes de que le mataran, Javier Valdez ya empezó a alertarme de que la situación se estaba poniendo muy cabrona. Ese mes se dio un ataque indiscriminado a miembros del Ejército, que acusó directamente a los hijos del Chapo Guzmán, después de la tercera captura del Chapo”, dijo Durán Romero.

“Y estos ‘chavos’’empezaron una campaña de presión mediática, victimizándose. A nosotros esto nos cagó mucho, porque empezaron a descubrir que la manipulación mediática les iba bien. Ellos eran uno de los dos bandos de una guerra en que se luchaba por el mando del cártel, contra Dámaso López, a quien El Chapo había designado como sucesor”, dijo en la entrevista.

“Y esto nos trajo más presiones. Me ofrecieron dinero, ambos bandos, para que dejáramos de hablar sobre este conflicto. Sí que es cierto que bajamos mucho el perfil, pero en un momento dado, los hijos del Chapo envían una carta a los medios con una declaración formal de guerra diciendo que Dámaso López había intentado matarlos”, dijo Durán Romero.

“Nosotros sabíamos que era mentira. Todos los medios publicaron la versión de los Chapitos de manera acrítica y entonces a Javier y a mí nos contacta un testaferro de Dámaso para ofrecernos una entrevista con él. Yo no tenía muy claro si iba a sacar esta entrevista, de hecho, no había escrito nada todavía, pero el domingo Ríodoce la publicó en portada. Así que anunciamos la publicación de la entrevista en nuestras redes para la semana que entraba”, abundó el sinaloense.

“Entonces [Javier Valdez] me dijo que la cosa se iba a poner mucho peor: publicar aquella entrevista fue un error porque luego se empezó a hacer chisme diciendo que estábamos a sueldo de Dámaso. Javier y yo sabíamos que aquello era el principio de muchos hostigamientos. Me dijo que no me matarían pero que nunca me dejarían en paz, porque no buscaban quién se la debía, sino quién se la pagaría”.

“[…] Javier me insistió mucho en que debía dejar Culiacán, pero teníamos el problema de que no había trabajo en Ciudad de México. Él no paraba de decirme que debía irme y que no podía volver hasta que las cosas se calmaran, que su situación estaba tranquila y que podía ayudarme con dinero o contactos. Pero las cosas cambiaron el 7 de mayo, cuando Ríodoce publica una portada cuando detuvieron a Dámaso, titulando ‘La Fiesta de los Chapitos’. Yo me asusté muchísimo, porque sabía que no podían darse el lujo de publicar estos titulares”.

“De hecho, la semana siguiente asesinaron a Javier Valdez”, le dijo el reportero de ElDiario.es a Martín Durán.

“Sí, yo aquel día estaba empezando en un trabajo y fui a repartir periódicos. Era un lunes temprano, como cualquier otro, y nos reunimos con los compañeros en un café del centro. Y entonces empezamos a recibir llamadas que nos informan de que había habido una balacera en la esquina de la redacción de Rodoce. Decían que habían matado a un hombre, y decían que era Javier. Yo no me lo quería creer, pensaba que no podía ser él, pero en acercarme y ver su sombrero tirado en el suelo junto a él ya me quedé helado.”, señaló el sinaloense.

“Entonces mucha gente me empezó a hablar pidiéndome que me saliera de Sinaloa, mientras esperábamos que recogieran el cuerpo de Javier. Pero yo no me quería ir. Fue la responsable de Reporteros Sin Fronteras en México, Balbina Flores, la que gestionó todo lo necesario para que me fuera de Sinaloa inmediatamente rumbo a Ciudad de México.”, abundó.

Sin embargo, Martín Durán, aseveró que el Mecanismo de Protección es “extremadamente burocrático”, y no es un sistema de protección, “sino de extracción”, al cual muchos periodistas llegan “sin trabajo, con depresión y estrés postraumático y, a veces, con familias a las que cuidar”.

“Luego viene un proceso de victimización enorme, durante una peregrinación burocrática sin fin: hay una serie de apoyos que nos deberían dar, pero es imposible conseguirlos. No conozco a ningún periodista que esté accediendo al fondo especial para periodistas y activistas que han sido víctimas de amenazas. La gente se cansa y deja de insistir. Este sistema fue diseñado para fastidiar a la gente y que renuncie a lo que se merece”.

“Siento que falta mucha voluntad política para garantizar nuestra seguridad. Si el Estado realmente quisiera protegernos, muchas historias, como la de Javier, habrían acabado de forma muy distinta”.

“[…] Yo a Sinaloa no me voy a regresar. A trabajar, al menos de periodista, no regreso. No porque sepa que me estarán esperando, sino porque sé que si vuelvo como periodista será bajo ciertas condiciones que yo no estoy dispuesto a asumir.”, espetó Durán Romero al diario español al cuestionarlo sobre qué hará cuando acabe el refugio temporal en Barcelona.

“Es la condición del silencio en Sinaloa. El asesinato de Javier cambió muchas cosas, cambió la manera de hacer periodismo. Difícilmente nos recuperaremos del golpe: porque lo mataron para callarnos al resto. No es una frase trillada, es cierto: matando a un periodista acabas con su familia, golpeas a su equipo y acallas a sus compañeros”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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