De la aprehensión de Ramón Aguilar Díaz, supuesto integrante del Cártel de Sinaloa en Mexicali, existen por lo menos tres versiones. La que se manejó producto de la investigación y testigos, la de la Policía Estatal Preventiva, y la de los militares. La primera da cuenta desde la persecución. El hombre fue interceptado por elementos de la PEP en los alrededores de la Calzada CETYS y Calle Novena. Pero Aguilar no detuvo la marcha del auto. Aceleró y llegó hasta las oficinas de la Policía Federal en la calle Zaragoza, adonde se metió para no ser capturado por los de la Estatal Preventiva. Los agentes del Estado ingresaron al recinto y los federales los increparon al inicio, pero terminaron por entregar al detenido. A pesar de los testigos y los hechos avistados y narrados, el boletín de prensa de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, dio cuenta que Ramón Aguilar fue capturado por la PEP en Calzada Justo Sierra. Hay más. La tercera versión corresponde al Ejército. En efecto, la Secretaría de la Defensa Nacional distribuyó un boletín donde refiere que al supuesto miembro del Cártel de Sinaloa, lo detuvieron en la calle Zaragoza, de la colonia del mismo nombre. Ahora resulta que policías estatales, federales y militares, se hicieron “bolas” con un detenido, y eso siendo bien pensados, porque de lo contrario, parecería que hay tres versiones de una aprehensión, para que el detenido salga por fallas técnicas en el debido proceso.
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