En este mes se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el 10 de septiembre. Al año mueren 800 mil personas en el mundo, por este motivo, además es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 y 29 años.
Por ello, compartimos el testimonio de Flor, quien a sus 17 años ya intentó cuatro veces acabar con su vida, en todas las ocasiones, fue trasladada a urgencias para ser salvada.
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A meses de la última vez que lo intentó, su familia la ayudado a afrontar y disuadir su intención de acabar con su vida. Al día de hoy, ella considera que ha logrado salir adelante y desistir de esta idea.
“El suicidio. Yo viví una experiencia muy fea. Con la depresión intenté suicidarme cuatro veces, pero nunca dio resultado. Ese intento se quedó solo en intento. Pero ahora, a venir aquí me ayudó muchísimo, conocí a mucha gente que pasó por lo mismo. Me siento un poco más tranquila porque ya sé que no soy la única a la que le pasa”, alzó la voz.
Recuerda aquellas noches difíciles en las que no pasaba otra idea por su mente, salvo aquella de terminar con su vida. Dijo que fueron noches dolorosas. Hoy, después del tratamiento, ha logrado recuperar las ganas de vivir.
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“Uh, noches largas sin dormir, llorando, cortándome, golpeándome, queriéndome morir y todo eso. Cada una de las marcas representa cada vez que la pasé mal, como le digo, muchas noches sin dormir, llorando, haciéndome daño, y la verdad me arrepiento muchísimo, porque son marcas que me van a quedar para siempre, pero eso demuestra que soy una guerrera y que logré salir”, recordó Flor.
Afirma Flor que es una lucha que se puede ganar, sobre todo, si se acepta ayuda de los que la rodean, escuchando los consejos, además de hablar con alguien sobre lo que sienten, ya que reprimir los sentimientos puede llevar a un problema mayor.
“Es una enfermedad y como toda enfermedad se cura, es muy lenta sí, tiene recaídas y todo eso, pero siempre van a salir adelante; como yo dije en mi discurso, al final del túnel hay una luz, esa luz es la esperanza y la esperanza es lo último que se debe perder”, recomendó a los jóvenes que se encuentran en una situación similar.
No es una lucha solitaria, reconoció que mucha gente intenta ayudarla y solo esos amigos que lo demuestran, verdaderamente son las que la ayudan. Actualmente, dos de sus amigas la acompañan para seguir adelante, conocen su situación y siempre la han apoyado, lo que menos quiere es alejarse de ellas, además de salir adelante.
“Siempre va a haber alguien que te va a escuchar, un psicólogo, tu papá, tu abuelo, tu tío, el que sea, aunque te sientas lo más solo posible, siempre va a haber alguien que te va a escuchar.
— ¿De esta puerta que cruzaste, qué sigue?
“Estudiar, echarle muchas ganas a la escuela, entrar a la escuela”.
— ¿qué quieres estudiar?
“Siempre he tenido en mente ser veterinaria o maestra de inglés”.
Casos como el de Flor son invaluables para llevar el mensaje de vida y de ejemplo a todos esos jóvenes que buscan la salida por la puerta falsa, para que luchen por permanecer en esta vida.
