Ayer martes, casi 40 mil empleados sindicalizados de Teléfonos de México (Telmex) ejecutaron una falta colectiva de 24 horas a nivel nacional -una jornada laboral sin ofrecer sus servicios en todas las especialidades y secciones de la empresa-, en protesta por la acción obligada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones de separarse en dos.
El paro de los afiliados al Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) impactó áreas de la empresa como servicios de reparación técnica y algunas tiendas.
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El IFT obligó a Telmex a separarse en dos empresas: una que ofrezca servicios al usuario final y otra que brinde servicios mayoristas, esto como parte de las medidas asimétricas por ser un agente económico preponderante.
El STRM anunció que interpondrá la próxima semana un amparo para impedir que prospere la resolución del IFT, que ordena la división de la empresa, lo que según el Sindicato afectaría derechos laborales pactados en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).
El amparo en el ámbito de las telecomunicaciones se sumaría al que ya se tramitó en el ámbito laboral, cuyo fin es proteger el CCT y derechos adquiridos, ante la eventual separación funcional de Telmex en dos empresas.
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El líder sindical nacional de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, afirmó que con la decisión de separar la empresa se afecta de manera directa el contrato colectivo de trabajo de los casi 40 mil trabajadores activos y los 20 mil jubilados.
El próximo 25 de septiembre de 2017 a las 12:00 horas, vence el emplazamiento a huelga en la empresa cuyo propietario es el magnate Carlos Slim Helú. La dirigencia nacional del STRM advirtió que de no ser atendidas sus demandas, se podría recurrir a la suspensión del servicio telefónico.
Al cierre del 2016, en México había 19.6 millones de líneas fijas, de las cuales, la compañía telefónica más grande del país atiende más del 60 por ciento.
