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viernes, febrero 16, 2024
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Denuncian abuso e impunidad de Cabo Fuels

Disfrazado de una buena acción por levantar a la empresa Cabo Fuels, sancionada en repetidas ocasiones por violentar la Ley en medidas de seguridad y su manera de operar el reciclado de llantas, el centro de trabajo ha sido denunciado por abusos en contra de los empleados.

“Son muy negreros, quieren que levantemos la empresa y sin obtener siquiera un agradecimiento. Quieren que hagamos lo que quieran, sin una compensación y mucho menos una oportunidad saludable de crecer. No hay autoridad que ponga orden aquí, con los tratos a los empleados, en el tiempo que laboré sí miré muchas inconformidades y abusos por parte de los encargados y los dueños”, denunció a ZETA quien en su momento fuera empleado de la empresa, pero renunció por tales abusos.


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En los últimos cuatro meses de regresar a las actividades, estaban impedidos por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el Ayuntamiento de La Paz por incumplir con la norma, supuestamente en ese intento de adecuar la empresa para operar de manera óptima, los derechos de los empleados fueron pisoteados.

Se les exigió que laboren jornadas de doce horas, de las cuales no han sido remuneradas económicamente como horas extra, no hay apoyo por parte de los “jefes”, que más bien “parecen faraones, obligando” a trabajar de sol a sol.

El lunes 14 de agosto, los empleados se armaron de valor e hicieron valer sus derechos y empezaron a trabajar su horario normal, el que marca la Ley Federal del Trabajo, es decir, ocho horas, de siete de la mañana a tres de la tarde. Sin embargo, la empresa los intimidó con amenazas y confrontaciones, lo que ha provocado temor.


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“Hubo reunión ¿de qué habla? Ah no, estamos saliendo y tomando los datos, datos de que le estaban pidiendo, ah el nombre nada más, para la asistencia”, explicó de manera temerosa uno de los trabajadores que estaba a la salida de la empresa tras el regaño recibido por exponer su situación laboral.

Algunos empleados evadieron contestar los cuestionamientos que los ha orillado a tomar medidas contra el abuso, sin embargo, hubo quien sí se detuvo a decirle sus verdades a los dueños y patrones de Cabo Fuels.

“Es una inconformidad que hay entre los empleados en general, por el horario, son cuatro meses que estamos apoyando a esta empresa y ya nos es como una obligación para ellos. Nos piden que apoyemos hasta que abra la planta”, lamentó uno de los afectados.

Y la razón suficiente por la que omitieron sus nombres era porque, a través de una ventanilla ahí mismo, los “jefes” los observaban cuidadosamente mientras salían de la empresa y tenía contacto con la prensa. Sin duda, las confrontaciones, el ambiente tenso, intimidaciones, resguardar la empresa con cámaras de vigilancia y los regaños, han provocado un ambiente de inestabilidad al interior de la empresa, que actualmente emplea a 95 personas.

Pero no bastó la denuncia de los empleados, que rápidamente salieron a defenderse los empresarios ante las acusaciones de los trabajadores, “Quién le dijo que le iba subir el sueldo, dígame el nombre de la persona”, refutó Salomé Oceguera, miembro del personal administrativo identificada como cónyuge del gerente general de Cabo Fuels.

Pese a que momentos antes del cuestionamiento con empleados y con el mismo personal encargado de la empresa, se escucharon algunas intimidaciones, los encargados negaron toda conversación que sostenían apenas unos metros dentro del portón de Cabo Fuels.

“No sé qué escuchó pero en ningún momento ha habido una confrontación con ningún empleado”, negó Raúl Alemán, gerente administrativo.

Pero fueron evidentes las medidas para espantar a los empleados inconformes, a la salida ya los esperaban para solicitar nombres y de alguna manera “acalambrar” al personal.

“Vamos saliendo y nos tomaban los datos”, señaló uno de los empleados.

Pese a los cuestionamientos al personal encargado de la empresa, estos negaron en todo momento haber sostenido una reunión en la que se haya maltratado a los colaboradores, dijeron que no hubo tal y sólo existieron más confrontaciones de frente a los empleados, donde con justa razón se quedaron callados, por miedo a las represalias.

El representante de la empresa negó todo pese a los cuestionamientos:

“En ningún momento hay confrontación de ningún tipo, a todas las personas cuando salen se les pide su nombre por supuesto, cuando ingresan registran su nombre por supuesto, aquí no hay confrontación. ¿Usted estaba adentro? Usted no está adentro, estaba a un lado de la puerta. En ningún momento ha habido una confrontación con ninguno”, fue la negación de Raúl Alemán al cuestionamiento.

Ante la solicitud de los afectados, ZETA destapó la cantidad de abusos a los que están expuestos y que la empresa sigue cometiendo contra los colaboradores, incluso frente al reportero el nivel de presión fue tal, que la mujer que salió a defender a su pareja sentimental ni siquiera dejó que respondiera al empleado que cuestionó, esto en la reunión previa y que negaron.

En el audio entregado se escucha una conversación entre trabajadores y Salomé Oseguera, pareja de  Víctor Javier Villarreal Chávez.

Salomé (S): Cómo quieren que yo les suba el sueldo, si ni siquiera he vendido…
Empleado (E): Por eso, para qué nos engaña.
S: Oh, pues…. Ahorita voy hablar con quien lo está engañando, ¿quién le dijo a usted eso?
E: No, pues…
S: Quién le dijo a usted eso,  quién le dijo que le iba subir el sueldo, el nombre de la persona, porque voy a ir a hablar con él.

Este nivel de presión es al que están expuestos, y que los empleadores niegan y sólo con grabaciones de manera extraoficial pueden comprobar el abuso; ya se dio parte a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, por lo cual se esperan fuertes sanciones ante los abusos y que la empresa no tome represalias contra quienes denunciaron.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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