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domingo, febrero 18, 2024
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Entender la sexualidad nos ayuda a mejorar nuestra vida

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 


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Mucho he escrito sobre el sexo y la sexualidad, reiterando la poca educación sexual del pueblo mexicano, a pesar de los intentos que se han hecho al correr de los años para ofrecer educación sexual en las escuelas; pero obstruidos muchas veces por el mismo gobierno, otras por algunos partidos políticos y sobre todo, por la Iglesia. A pesar de escuchar acerca del sexo y la sexualidad, hacemos nuestros propios comentarios sin el debido conocimiento necesario, pues, en la mayoría de los casos, lo que escuchamos y llegamos a platicar es inexacto y confuso. Una comprensión del sexo y la sexualidad nos ayudaría a disfrutar más nuestra vida.


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La sexualidad es la fuerza de la vida y supervivencia que nos motiva en aspectos centrales como seres humanos, como la decisión de elegir una pareja, cómo y cuándo tener hijos, determinando la descendencia. Nuestra sexualidad estará determinada por nuestra constitución genética, así como por las concepciones sexuales de la comunidad. Antes, incluso de sabernos sujetos, poder tener conciencia de sí, hablar la lengua materna; de saber nuestro nombre, poder pensar y mucho menos reflexionar, estaremos influenciados por lo que nuestra comunidad piensa del sexo y la sexualidad. El tener genitales aparentemente masculinos o femeninos despertará expectativas y pondrá en acción patrones de conducta ya determinados.

Antes de tener un nombre ya se nos fue dado un plan de vida para cada uno de nosotros. Según el cuándo y cómo se aparece en una familia, podremos ser deseados queridos y esperados antes de nacer o puede ocurrir todo lo contrario. Así se inicia lo que habremos de saber de la sexualidad que no solo se aprende en libros, revistas o en el aula. La sexualidad la empezamos a aprender en los brazos de la madre, esa persona atenta y cariñosa, entregada a nuestras necesidades tempranas.

Si tenemos la suerte de tener una madre suficientemente buena, eso no implica que sea perfecta, aprenderemos la confianza, el afecto, la ternura; en caso contrario, se experimentará desesperación, angustia, desconfianza, emociones que habrán de revivirse en cada contacto humano, en cada contacto de piel con piel. Así aprendemos el placer del tacto, la calidez del mismo o la amenaza del abandono, el frio que cala el alma.

De este modo aprendemos que podemos ser dignos de ser amados y amaremos lo que somos, seamos hombres o mujeres. En otros casos, creceremos con la marca del desamor y nos sentiremos incomodos con nuestra propia piel, sin saber cómo hacerle para ser aceptados. No sabremos ser hombres o mujeres, no sabremos qué esperan de nosotros; creceremos con temor y con ansiedad ante la duda de ser aceptados como somos.

Cuando en nuestro cuerpo se manifiesten nuestros deseos sexuales; cuando nuestro cuerpo cambie y nos transforme de niños a jóvenes y después a adultos, sabremos que cuando ocurra, lo sentiremos con gusto, con alegría y estaremos listos para las nuevas experiencias y buscaremos en nuestro contexto las formas socialmente permitidas para la expresión de nuestros cuerpos.

En caso contrario, nuestro cuerpo al cambiar será una nueva amenaza, una nueva fuente de angustia; será entonces fuente de vergüenza, las relaciones con otros, el contacto corporal indeseado, la sexualidad será una obligación, será vivido como objeto o como forma de desahogo de intensas emociones desagradables. Puede ser utilizado para desahogar angustias. Nuestro compañero o compañera sexual será incidental, casi anónimo e intercambiable. La sexualidad se actuará en momentos de impulso, prácticamente como necesidad solo física y de desahogo sin presencia del amor.

De modo que informarse, conocer, reflexionar sobre la sexualidad nos puede permitir desarrollar plenamente la potencialidad de goce, satisfacción y placer que solo la sexualidad puede proporcionar experiencias únicas en la vida y que nos permitirán compartirlas en una relación de amor y profundidad.

Gracias como siempre sus consultas y comentarios al e-mail: bautista46@hotmail.com

 

El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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