El Ayuntamiento no tiene presupuesto para invertir en reparar calles, el CUME está prácticamente en quiebra y la inversión en el libramiento es insuficiente para terminarlo. No obstante la API está creciendo y el gobierno de Francisco Vega pretende instalar un aeropuerto en Ojos Negros, un tren de carga en Valle de Guadalupe y ampliar el puerto de El Sauzal
El último sábado de junio, una empresa de autotransporte que movía una grúa sin los permisos necesarios sobre la carretera a la altura de El Sauzal, tuvo un accidente al caer la carga en plena vialidad, lo que provocó el cierre del carril de entrada a la ciudad por más de siete horas, tiempo que tardaron los trabajos de recuperación. Mientras tanto, el tráfico estuvo detenido.
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A la empresa que transportaba la grúa, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal aplicó los artículos 139, 140, 141 y 138 del Reglamento de Tránsito, por no asegurar la carga, no tener permiso del departamento y no llevar custodia policial; tuvo que dejar la mercancía en garantía, pero nada pudo evitar el lío y la molestia de miles de automovilistas por tal irresponsabilidad.
Lo cierto es que no hay calles, y el gobernador Francisco Vega de Lamadrid sigue promoviendo Ensenada como un destino turístico e industrial con la supuesta operación de un aeropuerto en Ojos Negros, un tren en Valle de Guadalupe y el crecimiento del puerto de El Sauzal antes de que concluya su gobierno, aunque la ciudad no cuente con un plan efectivo de movilidad que respalde esas actividades y contingencias como la ocurrida.
Pese a que la única alternativa es la conclusión del libramiento que en un futuro conectará la zona de Santa Anita con Maneadero, a la cual la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) invertirá 200 millones de pesos en 2017, no existe un recurso para que dicha vía se conecte con la carretera federal.
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Al respecto, el delegado regional de la SCT, Alfonso Padrés Pesqueira, aseguró que el libramiento estará listo a partir de diciembre, pero el Estado o el Ayuntamiento deben resolver el problema de movilidad dentro de la zona urbana.
La carretera alterna Ensenada-Tijuana no se ha concretado a pesar de que los deslizamientos, así como las reparaciones, continúan por parte de Caminos y Puentes Federales (Capufe), y en un tramo de cinco a seis kilómetros mantiene ahorcado el tráfico de ida y regreso, que circula por un solo carril.
Cada hora, por la zona urbana transitan más de 200 camiones de uno y doble remolque en Calle Novena y Avenida Reforma, con pesos que van de 34 a 40 toneladas de producto por viaje, cuando el estándar internacional es de 18 toneladas.
El peso constante ha dejado secuelas en las principales calles de la ciudad (Décima entrando por la carretera, Novena y Reforma), las cuales nacieron como carreteras federales, pero fueron entregadas al Ayuntamiento en un convenio de custodia conforme creció la ciudad.
Esas calles que tienen permitido el paso, están destruidas con escalones de hasta un pie de altura.
En API madrugan para sacar carga
Este año se espera una mayor cantidad de flujo de movimiento de carga portuaria, pero están “preocupados” por el orden, informó el director de la Administración Portuaria Integral (API), Héctor González Bautista.
Ante el área de oportunidad, comentó que hay inquietud por logística propia, ya que ante las obras y el crecimiento del puerto, deben armar una estrategia diferente como la de trabajar en las noches para evitar el tráfico.
“Me da gusto que estamos generando empleo, que Ensenada está creciendo al igual que el turismo, pero tenemos que ordenarnos”, manifestó.
Hace unos días, dijo, “tuvimos una embarcación de 350 metros, lo que nos pone en el ámbito mundial, hemos tenido una capacidad de almacenaje de más de 170 por ciento”, indicó González.
La empresa de autotransporte de carga pesada De La Rosa (DRL), hará una millonaria inversión en la entrada a la ciudad, en El Sauzal, para dar el servicio de transporte.
De la misma manera, Hutchison Port invertirá 100 millones de dólares para crecer la capacidad de transportación de carga de Ensenada hacia países asiáticos.
Sin dinero para principales calles
Sobre las inversiones en calles, el presidente municipal Marco Novelo Osuna, reconoció que no hay dinero para reparar la calle Novena. Lo cierto es que desde el inicio de su gobierno, el estado de las calles mejoró en los accesos.
Por su parte, el presidente del Consejo de Urbanización Municipal de Ensenada (CUME), Jesús Soaje, informó que el organismo a su cargo está prácticamente en quiebra.
Mencionó que la situación financiera se acumuló porque la cantidad de obra no cubría el gasto del organismo, el caso extremo se dio en 2016, con seis veces el nivel de ingreso.
Aunque realizó obras de pavimentación por 120 millones de pesos, de los cuales solo pagó 20 millones de pesos, eso generó una deuda con empresas constructoras.
“Tuvimos que tomar varias medidas administrativas, entre estas la reducción de personal”, indicó.
Debido a que la mayoría de las obras se programaron con dinero federal y no se ejecutaron, el gobierno tiene un problema para la gestión de recursos, ahora solo queda apostarle a la buena voluntad de los vecinos para pagar los trabajos de pavimentación.
Transportes marginados por el gobierno
Los transportistas también quieren carretera para circular con mayor comodidad, las miles de unidades que atraviesan la ciudad se enfrentan a la poca solidaridad del tráfico local, decenas de altos, semáforos y calles en mal estado en ocasiones dañan la mercancía que transportan las unidades.
El representante de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) en Ensenada, Leopoldo Fragoso, comentó que hace un par de años trabajaron con colegios de profesionistas para realizar mejoras a la movilidad.
Las recomendaciones fueron que la entrada a Ensenada se ampliara a tres carriles y que en el caso de El Sauzal se quitaran algunos semáforos, como el de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y en ese lugar el puente lo levantaran porque se llegan a tener accidentes, y para evadir la barrera de la altura, entran por la desviación en sentido contrario.
Comparó a otros municipios de México, que son más pequeños que Ensenada, con mejor infraestructura carretera para transitar: Pachuca, Tlaxcala, Puebla, Guaymas, entre otros, pero Baja California está relegado en la materia, no hay inversión.
Sin duda, opinó Fragoso, la construcción del libramiento es uno de los principales reclamos, como también una vía alterna a la Carretera Escénica, a la altura de Bajamar.
Recordó que “Ensenada no presta las calles a los camiones de carga pesada”, por el contrario, vialidades de la ciudad desde San Miguel hasta Maneadero, fueron tomadas en resguardo.
Mencionó que uno de los errores incluso de la pasada administración fue asumir la responsabilidad del “tramo de la muerte” en el ex Ejido Chapultepec, y al no tener dinero para las reparaciones, ha cobrado vidas.
“No entiendo por qué el Ayuntamiento toma vialidades en resguardo si no tiene la capacidad económica de darles mantenimiento”, indicó el presidente.
Independiente de la mala experiencia para los camiones, para el representante de la Conatram es urgente gestionar recursos para tener más y mejores accesos, pues en caso de una contingencia, la ciudad queda prácticamente paralizada.
Citó el caso de los afiliados a la Confederación, quienes realizan alrededor de 250 viajes diarios, el 80 por ciento circula por la autopista y el resto por la Carretera Libre, los envíos que realizan son en su mayoría legumbres, pétreos, contenedores y otros productos perecederos.
Libramiento va para largo
Según Alfonso Padrés Pesqueira, delegado de la SCT, el libramiento pretende desahogar en un futuro todo el tráfico pesado que atraviesa por Ensenada, está a punto de concluir la primera etapa, que es de la entrada al Valle de Guadalupe, por El Sauzal, hasta la salida a Ojos Negros.
Actualmente trabajan en lo más difícil, que es la estabilización de taludes por la caída de rocas en los primeros cuatro kilómetros, y están por concluir los cinco puentes.
“Ya que se termine con esto viene la pavimentación, la construcción de un entronque en Ojos Negros, de ahí seguiremos con la segunda etapa del proyecto”, indicó el funcionario federal.
Desde que inició la construcción, casi al finalizar la administración de Felipe Calderón Hinojosa, el Gobierno Federal ha destinado 596.1 millones de pesos de los 2 mil que se calcula, costará el proyecto final.
Sin embargo, pese a las alertas de los gobiernos de no usar esta carretera aún no abierta al público, miles de vehículos compactos la transitan a diario, con el riesgo de tener un accidente.
El representante de la SCT en el Estado lamentó que la obra esté sufriendo retrasos porque los vehículos se cuelan, deteniendo los trabajos.
“Una petición encarecida es que no use el libramiento porque está en un proceso de construcción y cualquier descuido puede causar un grave accidente, no pueden pasar a pie, ni en bicicleta, ni a caballo; está prohibido”, reiteró.
