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domingo, febrero 25, 2024
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Mueren periodistas…sigue la impunidad

De Trez en Trez

 


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Más de un centenar desde el año 2000 a la fecha, más de treinta en lo que va del sexenio de “Enriquepeñanieto”, seis en los primeros cinco meses del 2017.


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Son los periodistas que han sido asesinados, casos en los que la impunidad prevalece, no obstante el dolor, las exigencias, las protestas, las “comisiones”, los minutos de silencio, los pésames de gobernantes, las condenas de organismos internacionales, los pronunciamientos de instituciones nacionales, las exigencias y reclamos de justicia hechas por colegas de los periodistas ejecutados. Todo eso parece no valer nada.

Los resultados siguen siendo los mismos: corrupción, ineficacia, complicidad y falta de castigo a todos los responsables. A todos…

Al dolor inmediato de las familias de los periodistas muertos, se agrega además la zozobra y el miedo por ver amenazada su seguridad, no saben estos familiares hasta dónde serán capaces de llegar los autores intelectuales y materiales; deben replantear su futuro ante la falta del padre o de la madre, del hermano, del hijo, que cayó cumpliendo con su trabajo. También ellos saben –y muy bien– que difícilmente habrá castigo para los responsables y eso, aumenta su dolor y su enojo.

Las promesas por parte de los que dicen gobernar son las mismas, también sus declaraciones: “Estamos investigando varias líneas, no podemos descartar ninguna, incluyendo el entorno personal y profesional, iremos hasta el fondo del asunto, habrá castigo para los responsables, formaremos una “comisión” ciudadana que coadyuve en la investigación y le dé seguimiento”. Y muchas más por el estilo.

Si los minutos del silencio que se hacen luego del asesinato de un periodista se sumaran, créame, tendríamos muchas horas de total y absoluto silencio. Tampoco sirven de nada si no son sinceros y, en todo caso, representan el respeto de aquellos que realmente sienten la desaparición del periodista muerto.

Igual sucede con los “pésames”, los “repudios” y las “condenas” por parte de los gobiernos, ya estatales, ya federales y de sus funcionarios. Son huecos, de “machote”, casi en automático, que poco o nada aportan para el esclarecimiento de las muertes de profesionales de la información. Bien pueden guardárselos y no pasa nada…

Es una verdadera pena que debería ser una enorme vergüenza para los gobiernos, los pronunciamientos de organismos internacionales demandando el esclarecimiento de los hechos en los que han muerto periodistas, esas demandas a los que dicen gobernar, no les hacen ni sonrojarse tantito. Total, el tiempo todo lo cubre y hace olvidar.

Las exigencias y los reclamos de justicia por parte de los colegas de los periodistas asesinados y de la sociedad en general se pierden en el vacío de poder, quedan empantanados en los lodos formados por la ineficacia, la corrupción y la complicidad entre los gobiernos y los delincuentes. Ya no sabemos quién es quién…

Aquí en ZETA de eso, por desgracia, se sabe mucho y bien…

¿Hasta cuándo?…

P.D.- Mientras tanto, se siguen organizando “reuniones de seguridad” aquí o allá, donde les “aprieta el zapato” y que “sirven para siete cosas”…

Adendum.- “Sin periodistas no hay información y sin información no hay crítica y sin crítica no hay gobierno ni democracia.” María Amparo Casar. Licenciada en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Maestra y Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la University of Cambridge, King’s College. Presidenta de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

 

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com

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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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