Al gravar con 20% de impuesto a los productos mexicanos importados a Estados Unidos, el Presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump se estaría violentando el TLCAN, de acuerdo al abogado fiscalista, Jorge Alberto Pickett Corona.
Externó que ante la posible medida anunciada por el primer mandatario de gravar con un impuesto los productos mexicanos importados al vecino país, podría ser inconstitucional, y estaría violentando los acuerdos establecidos en el Tratado de Libre Comercio, situación por la que México podría interponer una revisión ante la Organización Mundial de Comercio.
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Fue claro al decir que supuesto impuesto no puede establecerse por medio de una orden ejecutiva, sino que tiene que pasar por un proceso legislativo ante ambas cámaras, hecho que sin duda sería tardado.
Pickett Corona precisó que habría que analizar si el presidente tendría el apoyo político para cabildearlo ante el Poder Legislativo de Estados Unidos, ya que existen muchos Estados, Gobernadores, Alcaldes que no apoyan sus acciones contra México lo que pudiera significar un parteaguas en la legislación de dicho impuesto.
En el supuesto de establecer dicho gravamen serían los consumidores de Estados Unidos, quienes lo pagarían por lo que ellos verían mermada su economía, toda vez que es bien sabido que nuestro vecino país no produce ni el 40 por ciento de sus insumos, y serían ellos los más afectados, en vista de que el otro 60 por ciento lo importan de países como el nuestro.
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“Es importante hacerle saber a Estados Unidos que en el año 2015 Estados Unidos y México intercambiaron 583.6 billones de dólares y que desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio en 1993, las exportaciones de Estados Unidos a México aumentaron un 468%, por lo que ambos países han salido bastante beneficiados del mismo, creciendo ambas economías” apuntó.
Pickett Corona enfatizó que ambas naciones se necesitan pues en el sector automotriz, Estados Unidos paga salarios muy altos y no podría de ninguna manera ofrecer los vehículos compactos a precios razonables como actualmente lo hace si no se produjeran en México, hecho por el cual para seguir incentivando su economía necesita la ayuda de nuestro país.
“Nosotros salimos beneficiados con la creación de empleos y con las inversiones que traen consigo las armadoras, pero la propia Asociación de Armadoras Automotrices en el país vecino ha aceptado que sin la ayuda de México no podrían vender vehículos tan baratos y ese es uno de miles ejemplos que se podrían dar de esta buena relación comercial que ha existido durante décadas entre ambos países”, concluyó.
