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lunes, febrero 19, 2024
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Unidos contra el gasolinazo y contra el Presidente

El grito de “Fuera Peña” exigiendo la dimisión del mandatario de la República tras el aumento al precio de la gasolina, volvió a unificar a los mexicanos en 29 de las 32 entidades federativas. En Baja California manifestantes tomaron accesos a PEMEX, casetas de cobro de peaje, oficinas de Recaudación de Rentas y la Aduana en Tijuana. El movimiento ciudadano de Rosarito fue disminuido con un desalojo que se desarrolló violentamente 

Gritos y pancartas con mensajes como “Desafuero para Enrique Peña. No más mentiras. El pueblo no te quiere, traidor”, o “Diputados y senadores son los saqueadores”, fueron la constante en diversas manifestaciones que se han realizado en Tijuana, Ensenada y Rosarito en la semana que concluye.


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Tiempo en el que el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, cobijado por su gabinete, los líderes sindicales  y el Consejo Coordinador Empresarial, ha declarado que sostendrá el incremento del 20 por ciento a la gasolina, presentando “alternativas paliativas” que ni reducen los privilegios de la obesa burocracia, ni solucionan la problemática de corrupción que contribuye a la crisis económica, ni llevan dinero a la mesa de los trabajadores.

Las manifestaciones en la zona costa han continuado, algunas se han visto disminuidas en participación tras el desalojo -que concluyó violentamente- del acceso a PEMEX en Rosarito el sábado 7 de enero, sin embargo, los movimientos continúan.

Lo que respecta a los ciudadanos que habían tomado el acceso a PEMEX en Rosarito, además de continuar con una serie de caminatas públicas pacíficas, han convocado para integrar un frente común “con representación ciudadana, pero que haya abogados también, para que nos orienten en las distintas formas en que podemos exigir un plan económico más justo”, no quieren solo gritar y caminar, “queremos que bajen la gasolina y lo buscaremos por todas las vías”, advirtieron el martes 10 de enero.


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FOTO: Agustin Reyes

Ya tuvieron su primera reunión. Se trata de un proyecto en gestación en el que los participantes se esfuerzan en recalcar que rechazan la violencia y la intervención de intereses partidistas.

En cuanto a los manifestantes autodenominados “Ciudadanos Unidos por Tijuana”-quienes cerraron la aduana- , informaron que al movimiento se integraron el Colegio de Médicos y el de Abogados, y están buscando otras vías para dar continuidad al reclamo social.

Ellos se reunieron el 12 de enero y decidieron que ni ese jueves, ni el viernes 13, se presentarían en la aduana, que regresarían a El Chaparral el sábado 14 y el domingo 15 de enero, participarán en la Mega Marcha para la que están citando al mediodía del domingo en el Monumento al Libro en Bulevar Agua Caliente, de ahí se trasladarán al Monumento a Cuauhtémoc en Zona Río y finalmente a la aduana de Tijuana con San Ysidro.

 

Abrir la vía fue la orden

La mañana del sábado 7 de enero, el comisario de la Policía Federal, Pedro Hernández Hernández, se acercó a los manifestantes para pedirles que levantaran sus cosas y se movieran. Les informó que tenía órdenes -después dijeron que del Grupo Coordinación- , de liberar la vía “y vamos abrir”, advirtió con tono sereno.

Los manifestantes estaban a un costado de la Plaza Pabellón Rosarito, sobre el camino viejo a la terminal de abastecimiento de PEMEX, sumaban cuatro días y medio en un plantón pacífico, se habían instalado la noche del 2 de enero para manifestar su negativa ante el aumento de la gasolina anunciado por el gobierno de Peña Nieto

Durante esos cuatro días nadie los instruyó u obligó a dejar un carril de circulación libre, como ordenan las leyes mexicanas para evitar que los manifestantes sean sujetos del uso de la fuerza pública.

Esa mañana, por algunos minutos, el comisario Hernández insistió en que se quitaran, le respondieron que no se iban a mover, y entonces dio la instrucción al grupo de policías equipado con escudos antimotines que empezó a marchar con pasos cortos, al frente unos 30 agentes ocupando la calle en los carriles de ida y vuelta, detrás de cada uno de ellos otros tres o cuatro agentes marcharon a paso corto sobre los manifestantes que a unos 50 metros se mantenían sentados o hincados en su mayoría, algunos con las manos arriba, del lado de los ciudadanos unos 100 a 120.

Pasado un minuto y 54 segundos los policías ya estaban sobre la gente y el comisario empezó a levantar a los que estaban sentados agarrados de las manos, otros agentes hicieron lo mismo mientras los ciudadanos se resistían y los de atrás intentaban apoyarlos, la gente gritaba, algunos al frente habían sido jaloneados, metidos entre los policías.

A los 2 minutos con 45 segundos de iniciado el desalojo, un joven que estaba atrás de los manifestantes hincados lanzó la primera piedra mientras una de las mujeres le reclamaba que no lo hiciera, en segundos, más piedras, sillas de plástico y pedazos de asfalto volaban, mientras  otros manifestantes pedían calma inútilmente.

Para las diez de la mañana ya los habían desalojado del punto del plantón, tenían a la gente sobre el Bulevar Benito Juárez, a más de 100 metros de la calle que da acceso a PEMEX. Fue entonces que un hombre a bordo de un pick-up de una empresa llegó por el bulevar de sur a norte, tomó desprevenidos a policías y manifestantes, y se estrelló de lleno y sin titubear contra la barrera de agentes. Se echó en reversa y le pegó a tres manifestantes que al verlo venir, alcanzaron a evadir un golpe de lleno, para después huir rumbo al norte. De nuevo el descontrol y la violencia en ambos sentidos por algunos minutos.

Un grupo de manifestantes permaneció sobre el Bulevar Benito Juárez el resto del sábado, un segundo enfrentamiento se dio entre tres y cuatro de la tarde, para entonces ya habían llegado a la zona los camiones con 350  elementos de la Gendarmería Nacional enviados por el Presidente Peña. El domingo los manifestantes desalojaron y, por la tarde, concluyeron con una manifestación  pacífica en la zona.

 

Piden salida de Peña

En Tijuana, la cita fue el sábado 7de enero, ciudadanos convocaron a una marcha pacífica. La reunión fue en la Torre de Agua Caliente, la causa de fondo, el aumento a la gasolina.

FOTO: Agustin Reyes

Poco antes de las diez de la mañana llegaron algunas personas en espera de un contingente de maestros del Movimiento de Resistencia Estatal de Baja California que llegó al punto donde se unieron ambos grupos, para conformar una masa de entre 3 mil 500 y 4 mil ciudadanos para enfilar por el Bulevar Díaz Ordaz rumbo al Cuauhtémoc Sur, donde dieron vuelta hasta arribar a la Glorieta Cuauhtémoc.

“No más gasolinazos”, “No a la privatización del agua. No al alza de Impuesto Predial”, “#Nomaaprivatizaciones”, “Desafuero para Enrique Peña. No más mentiras. El pueblo no te quiere traidor”, exhibían algunas de las pancartas que portaban tijuanenses molestos.

“Las reformas de Peña son disimulo que las hagan rollito y duro, duro, duro”. “Fuera Peña”, “El pueblo consciente no es delincuente”, “No te dejes engañar no venimos a saquear”, “Diputados y senadores son los saqueadores”, gritaba el contingente durante su  marcha; para luego seguir con “El pueblo unido jamás será vencido” y terminar con el Himno Nacional Mexicano.

Aproximadamente a las 11:35 am, un contingente de 23 camiones de la Unión Nacional de Transportistas y Operadores Mexicanos arribó a la glorieta para brindar apoyo a la manifestación, mientras sonaban reiteradamente los cláxones.

“No queremos gasolinazo y la gente trae sus peticiones por separado”, declaró a ZETA uno de los manifestantes. “Estamos pidiendo que se revierta el gasolinazo. Esperamos a unas cinco mil personas. La semana pasada llegaron mil 350, pensamos que sea el doble”, complementó Arturo Geraldo, uno de los convocadores al movimiento.

Otro ciudadano abundó: “Estamos protestando por el gasolinazo decretado por el Presidente, que es una agresión contra los que menos tienen. Nos manifestamos contra el aumento predial y privatización del agua el cambio de placas. Consideramos injusto e improcedente todo esto”.

Algunos conductores que pasaban por la zona tocaban el claxon en sentido de aprobación.

“Vamos a seguir en pie de lucha, manifestándonos a ver hasta dónde llegamos. El gobierno le apuesta al desgaste de la gente, que termina doblando las manos, así ha sido, así veremos a ver qué pasa; el pueblo está despertando”, comentó uno de los maestros congregados.

Por espacio de media hora, los manifestantes permanecieron en la glorieta para luego enfilarse a bloquear las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en El Chaparral.

 

Aduana liberada

Una vez ahí, tomaron la palabra para expresar su descontento y pedir la renuncia del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Después, discutieron acerca de desplazarse para apoyar a los manifestantes que bloqueaban el paso de pipas de gasolina en Playas de Rosarito, o a quienes tomaban las casetas de peaje en las carreteras federales. Al final, la mayor parte del contingente se decidió por cerrar el paso a la Garita de San Ysidro.

FOTO: Agustin Reyes

Gritando consignas como “Fuera Peña”, “Peña Ojete, que gustas del billete” y “Se ve, se escucha, Tijuana está en la lucha”, un contingente que con facilidad superaba las 2 mil personas comenzó a avanzar sobre Paseo de los Héroes, invitando a unirse a quienes encontraban a su paso, cantándoles “Tú que estás mirando, también te están chingando”.

Los manifestantes llegaron a las instalaciones fiscales, tomando por sorpresa a los militares presentes y a los empleados del SAT. De inmediato se dirigieron a los puntos de inspección para indicar a los automovilistas que podían pasar sin mayor trámite, para luego ir a las plumas, las cuales levantaron por la fuerza.

De esta manera los protestantes liberaron la aduana, permitiendo el libre paso de todos los automovilistas e incluso de camionetas y camiones pesados cargados con mercancías, quienes ingresaron al país sin declarar y, por lo tanto, sin pagar impuestos. Al anochecer, las autoridades estadounidenses cerraron el paso a México por San Ysidro y desviaron a quienes pretendían entrar al país vecino hacia la Aduana de Otay

Más tarde, el contingente fue reduciéndose ante el temor de la llegada de fuerzas federales, pero los cinco días siguientes regresaron y liberaron el paso de la aduana en diferentes horarios, sin la intervención de las autoridades federales, a pesar de que cada día el contingente se ha reducido de manera considerable.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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