Escueto, parco, incoloro, un boletín del Gobierno del Estado de Baja California, refirió que el mandatario Francisco Arturo Vega de Lamadrid sí había presentado su declaración patrimonial, en alusión a las voces que en un reportaje de Televisa dijeron que no había cumplido con la rendición de cuentas. La verdad de Vega es a medias. La realidad es que seguramente presentó su declaración patrimonial a la Contraloría del Estado que maneja su colaborador y amigo, Bladimiro Hernández, documento que es clasificado prácticamente como secreto. Y del cual los bajacalifornianos no tienen la menor idea qué contiene. Lo que no ha presentado ciertamente, es su declaración 3de3, que incluye la declaración patrimonial, la declaración fiscal y la declaración de no conflicto de intereses, y que gobernadores y funcionarios diversos entregan voluntariamente a una organización ciudadana. En Baja California, ObserBC es el organismo encargado de la transparencia en la rendición de cuentas. Y ahí, Eduardo “El Negro” Martínez Palomera dice que Francisco Vega de Lamadrid aseguró que él no entregaría la 3de3 en tanto no le fuese obligatorio hacerlo. En tiempos en que la actividad gubernamental y empresarial del Ejecutivo del Estado es investigada por medios nacionales y locales, esa decisión no es la más acertada. Especialmente cuando 18 gobernadores en México han cumplido con la rendición de cuentas entregando sus tres declaraciones para consulta de la sociedad, ocho del PRI, tres del PRD, un independiente y seis del PAN: Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur; Javier Corral, de Chihuahua; José Aispuro, de Durango; Miguel Márquez, de Guanajuato; Francisco Domínguez, de Querétaro; y Carlos Joaquín, de Quintana Roo. Los tres gobernadores panistas que como Vega de Lamadrid, están negados a la rendición de cuentas son: Francisco Cabeza de Vaca (Tamaulipas), Mario López (Sinaloa) y Rafael Moreno (Puebla). Refiere “El Negro” Martínez Palomera que a lo que le temen es a hacer pública la declaración fiscal, no vaya a ser que caigan en defraudación. ¿Será eso?
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